Vettel apretó los puños, pero antes de que pudiera responder, varios pilotos, incluyendo a Felipe Massa y Lewis, intervinieron, colocándose entre ellos. "No es el momento ni el lugar para esto," dijo Felipe, tratando de calmar la situación. Pero todos sabían que las tensiones estaban a punto de desbordarse.
Y así fue como, carrera tras carrera, la situación se tornó insostenible.
Las miradas en el paddock se concentraban en cada gesto entre Vettel y Alonso. La tensión había crecido tanto que todos sabían que algo estaba por estallar, y ese momento llegó durante una carrera crucial.
En una batalla intensa por posiciones, Vettel y Alonso se encontraban peleando rueda a rueda en pista. Sebastian, cegado por su frustración y sus celos, decidió aprovechar la oportunidad para darle un "sutil" toque a Alonso. A mitad de una curva, cuando los monoplazas estaban a la par, Seb hizo un movimiento agresivo, calculado, y apenas rozó el coche de Fernando, lo suficiente para desestabilizarlo. Ambos perdieron el control y terminaron estampándose contra las barreras de seguridad de manera aparatosa. Los comisarios corrían hacia ellos mientras los dos pilotos salían furiosos de sus monoplazas.
En cuanto Alonso llegó al pit lane, no perdió ni un segundo. Con el casco en la mano y el rostro encendido de ira, fue directo hacia Sebastian.
"¡¿Qué diablos te pasa?!", gritó Alonso, acercándose rápidamente a Seb. "¡Sabías perfectamente lo que estabas haciendo!"
Sebastian, aún con el casco puesto, se lo quitó con brusquedad, lanzándolo al suelo. "¿De qué hablas? Fue un incidente de carrera, tú te pusiste en mi camino".
Fernando se acercó aún más, su rostro a centímetros del de Seb, y su tono más amenazante. "Esto no es por la carrera, Vettel. Esto es por Carla, ¡porque no soportas verla conmigo!"
Seb titubeó por un segundo, sorprendido de que Alonso lo confrontara de esa manera, pero su orgullo no le permitió ceder. "¿Y qué si es así?", dijo, alzando la voz. "¡Ella es mi novia, no la tuya! Tú solo eres un amigo, Fernando. ¿O acaso quieres más que eso?"
Fernando lo miró con una sonrisa fría y burlona. "¿Tu novia? Todos sabemos que esa relación es solo un contrato. Y aunque no lo fuera, nunca tendrías una oportunidad real con Carla. ¡Porque ella ve lo que eres de verdad!"
La burla fue la gota que colmó el vaso. Antes de que Fernando pudiera reaccionar, Sebastian lo golpeó en la cara con un puñetazo cargado de toda la frustración que había estado acumulando. Alonso retrocedió, tambaleándose, pero listo para soltar el siguiente golpe, mientras los equipos de ambos pilotos corrían a separarlos antes de que la situación empeorara aún más.
El caos reinaba en el pit lane. Los mecánicos de Ferrari y Red Bull rodearon a ambos pilotos, manteniéndolos apartados mientras intentaban calmarlos. Los gritos continuaban, pero las cámaras ya habían capturado el momento. Sebastian luchaba por zafarse del agarre de su equipo, su rostro encendido de ira y confusión. Fernando, con un rastro de sangre en el labio, lo miraba con desprecio.
"No es solo por Carla, Seb," gritó Alonso mientras se lo llevaban. "Es porque no puedes soportar que ella elija a alguien mejor que tú. Nunca podrás cambiar eso."
Sebastian no respondió, pero las palabras de Fernando le resonaban en la cabeza. Mientras su equipo lo arrastraba de vuelta a su motorhome, su mente estaba hecha un torbellino. No sabía cómo reaccionar, no sabía cómo disculparse, pero lo que más le dolía era la posibilidad de que Alonso tuviera razón. Tal vez nunca tendría una oportunidad real con Carla.
El caos en el pit lane era palpable. Los equipos corrían para evaluar los daños y asegurarse de que ambos pilotos estuvieran bien. Carla, preocupada, fue primero a buscar a Fernando, asegurándose de que no hubiera sufrido lesiones graves.
