17.1 Sebastian Vettel

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Sebastian Vettel estaba en una mala racha. Las recientes críticas a su desempeño en pista, sumadas a algunos incidentes fuera de ella, habían erosionado su imagen pública. Sus patrocinadores, temerosos de que el estancamiento de la imagen de Vettel afectara sus marcas, empezaron a presionar. El panorama se volvió aún más sombrío cuando anunciaron que, si no se hacía algo drástico, retirarían su apoyo.

La solución que propuso el equipo de Vettel fue inusual: una relación pública con Carla, una estudiante de actuación que había demostrado una habilidad para manejar relaciones de alto perfil en su carrera. El contrato era claro: Sebastian debía parecer estar enamorado de Carla en público, para mejorar su imagen y suavizar la percepción negativa que se tenía de él.

Desde el principio, Sebastian estaba decidido a hacer que todo el proceso fuera lo más difícil posible para Carla. No estaba contento con el contrato, y su desdén por la situación se manifestaba en cada interacción con ella. En público, mantenía la fachada de una pareja feliz, pero en privado, el trato era diferente.

"¿Por qué aceptaste esto?" le espetó una vez, mientras estaban solos en el hotel. "¿Solo por los beneficios que te ofrece estar cerca de alguien famoso?"

Carla no se dejó llevar por la provocación. "No es asunto tuyo. Y si tienes algún problema con esto, puedes hablarlo con quien te metió en esta situación."

Sebastian seguía insistiendo en hacerle la vida imposible a Carla, con la esperanza de que ella abandonara el contrato. Desde llegar tarde a las sesiones de fotos hasta ser grosero durante las entrevistas, su comportamiento era cada vez más frustrante.

Una noche, después de una cena pública en la que Sebastian había sido especialmente frío con ella, Carla se encontró llorando en el baño del hotel. La presión y el dolor de la situación la abrumaban. Mientras estaba sentada en el suelo, Fernando Alonso, quien había estado en el evento y había notado su malestar, entró en el baño.

"¿Estás bien?" preguntó Fernando con su típica franqueza.

Carla levantó la vista, sorprendida de ver a Fernando. "No realmente. Estoy agotada de todo esto."

Fernando se sentó junto a ella. "Parece que necesitas hablar con alguien. No sé qué está pasando, pero si quieres desahogarte, estoy aquí."

Después de un momento de duda, Carla decidió confiar en Fernando. "Mi relación con Sebastian es solo un contrato. Acepté porque mi abuelo está enfermo y necesito el dinero para su tratamiento. Él ha sido un verdadero patán conmigo, y no sé cuánto más puedo soportar."

Fernando escuchó atentamente, sin interrumpir. "Lo siento mucho por lo que estás pasando. No voy a decirle nada a Sebastian. Es tu vida, y si necesitas ayuda, estoy aquí para ti."

Carla sintió un alivio inesperado al escuchar la promesa de Fernando. "Gracias, Fernando. Aprecio tu comprensión. No sé qué haría sin alguien en quien confiar."

A partir de ese momento, Fernando se convirtió en un confidente cercano para Carla. Se encontraban a menudo para charlar y distraerse de la presión del contrato. Fernando, con su actitud relajada y sin pretensiones, ofreció un respiro a Carla en medio del torbellino emocional que estaba viviendo.

El apoyo de Fernando le dio a Carla la fuerza para seguir adelante, y aunque la relación con Sebastian seguía siendo parte de un contrato, la conexión entre Carla y Fernando se volvió más profunda. Fernando le dio un sentido de normalidad y amistad que Carla necesitaba desesperadamente.

Sebastian comenzó a notar que algo estaba cambiando en la dinámica entre Carla y Fernando. Cada vez que los veía juntos, ya sea en eventos públicos o en el paddock, se daba cuenta de la creciente complicidad entre ellos. Aunque el comportamiento de Fernando seguía siendo profesional, la cercanía que parecía compartir con Carla comenzaba a incomodarlo.

Una tarde, después de una rueda de prensa, Sebastian se encontró con Mark Webber en el garaje. No pudo contener su frustración y se quejó:

"¿Has visto cómo Carla y Alonso se llevan? Es como si estuvieran pegados todo el tiempo. ¿No crees que eso puede perjudicar nuestra imagen pública? ¿Qué pasa si la gente piensa que se están aprovechando de la situación?"

Mark lo miró con una mezcla de curiosidad y diversión. "¿De verdad crees que Alonso y Carla están conspirando contra ti?"

Sebastian se encogió de hombros. "No lo sé, pero no me gusta. Cada vez que los veo juntos, me molesta. ¿Qué tal si hacen que parezca que me está engañando?"

Mark soltó una risa, tratando de aligerar el ambiente. "Bueno, ¿qué pasaría si, en realidad, Alonso y Carla ya son pareja? Eso sí que sería un giro interesante."

El comentario hizo que Sebastian se encolerizara. "¡Eso sería peor! Si... eso pasara... nunca... podría... deshacerme de ella. Eso solo complicaría aún más las cosas."

Webber, al ver la reacción exagerada de Sebastian, comenzó a sospechar que había algo más en juego. "¿Estás celoso de Carla y Fernando, Seb?"

Sebastian se puso a la defensiva. "¡No! No estoy celoso. No podría sentir nada por una oportunista como ella."

Mark levantó una ceja. "¿Oportunista? No creo que sea justo llamarla así. He visto cómo se esfuerza, y si aceptó el contrato, debe haber una razón muy importante para hacerlo. No creo que esté simplemente aquí para aprovecharse de la situación."

Las palabras de Mark hicieron que Sebastian se enfureciera aún más. "¿Qué estás insinuando? ¡Ella solo está aquí por el dinero!"

"Seb," dijo Webber con calma, "si Carla está haciendo todo esto, es porque tiene un motivo. No parece el tipo de persona que se aprovecharía de alguien así. Además, Fernando ha sido un gran apoyo para ella. Quizás deberías replantearte cómo la estás tratando."

Sebastian, furioso, no quiso escuchar más. "No tengo que escuchar tus comentarios. Si no te importa, prefiero estar solo."

Sin decir más, Sebastian se dirigió a su motorhome y se encerró allí, dejando a Mark con sus pensamientos. La frustración de Sebastian era evidente, y la preocupación de Webber por su comportamiento se profundizaba. Mark sabía que había algo más detrás de la actitud de Sebastian, y la relación entre Carla y Fernando estaba revelando más sobre la verdadera naturaleza de sus sentimientos.

Dentro del motorhome, Sebastian se sentó solo, sumido en sus pensamientos. La idea de que Carla y Fernando podrían estar demasiado cercanos le molestaba más de lo que había admitido. A medida que reflexionaba, se dio cuenta de que su comportamiento hacia Carla había sido injusto, y que quizás, en el fondo, había algo más en sus sentimientos hacia ella de lo que había querido reconocer.

One Shots F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora