✵.｡.✰☪Moon's Heir: The dark side in pain.☪⋆ ✯. [Min YoonGi]

☆*.:｡25｡:.*☆

—Bueno...yo...me voy a casar. —Ahry dice aquello cerrando los ojos con fuerza y girando su cabeza a un lado como si estuviera evitando algún tipo de golpe. La noticia era importante, sí, pero de seguro no le agradaría al rubio.

Al escucharlo el rey se queda estático, como si fuese una estatua. Luego de un par de segundos gira su cabeza para mirarla salir lentamente de su reacción precipitada. Vuelve a girar su cabeza a la posición anterior y se ríe, tratando de actuar como si hubiese escuchado la peor broma de todas, pero le dura muy poco. Se pone de pie y baja hasta estar frente a ella. —...¿Qué?

—Eso...que...me casaré con JiHuk. —Responde ella en voz baja. Que YoonGi solo la mire con esa cara completamente indescifrable solo la pone más nerviosa. No se esperaba esta reacción de él, imaginó que criticaría su decisión y que incluso actuaría sobreprotector de alguna forma, o que se pondría a la defensiva, pero definitivamente no este silencio abrumador. —Como te prometí, te estoy dejando ser el primero en saberlo.

Es entonces que su rostro muestra algo: tristeza y enojo, ambas al mismo tiempo. Se está sintiendo molesto y celoso, una vez más, los sentimientos que creía estar superando no se habían ido más que a dormir, y tristemente han despertado con esta pesadilla. El nudo en su garganta se incrementa, dificultándole pronunciar palabra alguna, e incluso respirar. —¿Por qué? —Apenas puede preguntarlo. La poca energía que le quedaba tras las consultas a sus súbditos se ha ido.

—P-Porque...él quiere...y... —Ahry tartamudea al ver esos ojos felinos apagados. —Él me ama, y yo estoy bien con él.

La respiración se le corta. ¿Es una puta broma? ¿Esa es razón para entregarte en cuerpo y alma a alguien más? Ni siquiera puede seguir viendo a Ahry, así que gira su cabeza para mirar a cualquier lugar menos a ella. —Yo...yo no puedo aceptar esto. —La forma en la que lo dice, como si estuviera reprimiendo algo poderoso y peligroso asusta a Ahry, y ahora sabe que las consecuencias de esto pueden ser más grandes de las que había previsto que fueran.

—Mi Rey...por favor...

Pero no. No hay manera de que él pueda aceptar algo así, y nunca cambiará de parecer. Para cuando vuelve a mirarla, a pesar de tener expresión tranquila, algo es inquietante y terrorífica en ella. Tal vez sus ojos, sus cejas fruncidas o mandíbula tensada, tal vez todas combinadas, no se podría definir algo así. No son sólo los celos molestando, es también el recibir otro cuchillo directo en su corazón, es otra vez sufrir en silencio por algo totalmente unilateral. —Yo solo...yo... —Está teniendo problemas con sus propios sentimientos. Y ya está harto de eso. —Está bien...si te quieres casar con ese hombre, solo hazlo. Pero ten esto en mente: las cosas...van a cambiar.

—¿Cambiar? —Ella lo mira, sin saber qué interpretar de esa advertencia. —Tú...ya has cambiado conmigo, yo...solo te estoy diciendo que soy su prometida ahora. —Suspira, no deseando más discusiones con el pálido. —¿Puedo irme ya?