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Las cosas en el reino están lejos de ser perfectas, mucho más cuando pasa el fin de año: económica y socialmente es el tiempo más vulnerable ya que los recursos se priorizaron para las celebraciones, eventos, festivales y ceremonias que deben ser llevadas a cabo en la última época de cada año. Es natural que, una vez pasado ese fervor festivo, se avecine un tiempo dificil donde hay más diferenciación entre clases, más pobreza, más delincuencia y más explotación. Era normal que pasara en cada reino, pero esta vez en las tierras de los Min, se estaba mostrando un cuadro mucho más complejo que en cualquier otro territorio.

Los ciudadanos simplemente no estaban contentos con las vagas respuestas de YoonGi. Le reprochaban en todos los niveles que ha descuidado a la población por su propia seguridad, los viejos del consejo le reclaman que ha invertido más en suministros militares que en medios que garanticen la calidad de vida dentro de su reino. Y para colmo, en los últimos días se estaban desatando asesinatos aleatorios y crímenes que mantienen a la población asustada y acorralada. Muchos piensan que es una de las medidas retorcidas que ha tomado el rubio para mantener el dominio sobre las personas, otros pocos piensan que es una muestra de que YoonGi ya no tiene la capacidad necesaria para sustentar el reino.

Como resultado de todo esto, YoonGi está más que estresado. Esta vez, por esta maldita vez no tiene nada que ver, no ha intentado reprimir a nadie de expresarse, se ha contenido de ejecutar a aquellos que lo tildan de incapaz, pero ya no puede quedarse quieto. Intentar no ser el mismo despiadado de siempre es lo que lo ha traído a este punto, y es hora de tomarlo por sus propias manos.

—¡¡Si ellos piensan que soy un puto monstruo entonces lo voy a ser!! —Gruñe abriendo la puerta del salón de trono de par en par, con una fuerza que casi le estampa una de las dobles hojas al pequeño consejero real que camina a toda prisa detrás de él. —¡¡Vete y dile a NamJoon que prepare mi caballo!!

—Pero..- —La mirada de YoonGi casi hace que el viejo hombrecito miccione, inclinándose completamente en una gran alabanza. —S-s-sí, su majestad.

Tan pronto como el miembro de la corte queda fuera, Ahry intenta acercarse a YoonGi, pero este sisea de un lado a otro como una serpiente, cosa que a ella no le gusta para nada. —Mi Rey...¿qué pretendes hacer?

—Voy a ir al lugar del último asesinato ya mismo. —La mira por un momento. —¡¡Y si alguien se atreve aún así a cuestionarme le cortaré la maldita cabeza y la exhibiré en el balcón dentro de un cofre de arroz!!

—¿¡Qué!? —Ahry lo mira con el ceño fruncido. —Espera, no puedes ir a esta hora. —Se apresura a colocarse delante de él, haciéndolo retroceder por un momento. —¡Es muy tarde y no resolverás nada, el asesino debió haberse ido!

Su rostro muestra su enojo, e indirectamente se ha pasado un poco a la soldado. Ahora lo menos que necesitaba es que ella intentara interponerse cuando estaba tratando de demostrar que es capaz de finalizar este estúpido problema. —No puedes detenerme, Ahry. —Advierte avanzando hacia ella, muy decidido de continuar.

—Oh, sí que puedo. —Se mantiene moviéndose delante de él, si el da un paso a la izquierda o la derecha, ella lo intercepta con sus brazos abiertos y expresión testaruda. —¡Soy tu guardia personal y no voy a dejarte salir del palacio! —Dice con convicción.

La forma en la que ella sigue empecinada en eso lo pone de los nervios, ahora incluso está obviando su autoridad. —Y yo soy tu rey, no vas a enseñarme ahora cómo gobernar.

Tal vez en la mente de él no había sonado tan despectivo como lo hizo en la de ella. —Sé mi lugar, no te puedo enseñar algo que no estoy "capacitada" para saber. —Lo mira con seriedad. —Pero mi humilde trabajo sí que lo hago bien, y me importa un bledo tu posición.

✵.。.✰☪Moon's Heir: The dark side in pain.☪⋆ ✯. [Min YoonGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora