Vox observaba a Alastor desde la cama, pensando en cómo acomodarlo para pasar la noche. No podía dejarlo en el suelo, pero tampoco estaba seguro de cómo reaccionaría si lo invitaba a dormir en su cama. Quizá una manta sobre el sofá sería suficiente. Mientras contemplaba la situación, un golpe abrupto y ruidoso en la puerta interrumpió su tranquilidad.
-¡Vox! -gritó una voz familiar al otro lado, con un tono que no presagiaba nada bueno.
Antes de que pudiera reaccionar, la puerta de su cuarto se abrió de golpe, y Valentino entró enfurecido, su silueta imponente llenando la habitación con una energía pesada. Vox se tensó al instante. No quería que Val supiera de Alastor, ni mucho menos que lo viera.
-¿Por qué diablos no respondiste a mis mensajes? -Valentino comenzó a quejarse de inmediato, su voz cargada de irritación. Su presencia siempre traía un ambiente caótico, y Vox sabía que no tenía paciencia para lidiar con eso en este momento. Pero antes de que pudiera decir algo, los ojos de Valentino se desviaron hacia Alastor, que se había quedado quieto en el rincón, como una presa asustada bajo la luz de un depredador.
-¿Y esto? -preguntó Valentino, su tono cambiando de la irritación a la curiosidad morbosa.
Antes de que Vox pudiera reaccionar, Val cruzó la habitación en unos pocos pasos y tomó a Alastor de la cintura, levantándolo con facilidad como si fuera un simple peluche. Alastor dejó escapar un pequeño sonido de sorpresa, un quejido que era más un lamento asustado que una protesta. Sus grandes ojos marrones se llenaron de terror mientras miraba a Vox en busca de ayuda.
Valentino lo sostuvo frente a él, examinándolo como si fuera una pieza exótica, su mirada arrogante y despectiva.
-Vaya, qué curioso ejemplar... ¿Dónde lo encontraste? -preguntó Val con una sonrisa ladeada, como si disfrutara de su hallazgo. Sus dedos se apretaban alrededor de la cintura de Alastor, lo que solo aumentaba el miedo en la criatura.
Alastor emitió otro sonido, esta vez un gemido más alto, claramente asustado, mientras sus ojos imploraban a Vox desde la distancia. Vox sintió un nudo de ira formarse en su estómago. No podía permitir que Valentino lo tratara así. Ese ser, ahora llamado Alastor, confiaba en él, y no dejaría que Val lo usara como un juguete.
-Basta, Val -dijo Vox, con un tono firme y autoritario. Se acercó rápidamente y, con una mano firme pero cuidadosa, separó a Alastor de Valentino, empujando al empresario con delicadeza pero con una clara intención. Val levantó una ceja, sorprendido, pero no se resistió.
-¿Qué? Solo lo estaba viendo... -Valentino sonrió, pero había algo peligroso en su mirada.
-No tienes por qué tocarlo -respondió Vox, poniendo su brazo frente a Alastor de manera protectora.
Alastor, ahora libre, rápidamente se escondió detrás de Vox, aferrándose a su espalda como si fuera su único refugio. Sus manos temblorosas sujetaban la tela de la chaqueta de Vox, y sus respiraciones rápidas demostraban el miedo que todavía sentía. Vox podía sentir su angustia, y la rabia hacia Valentino creció en su interior.
Valentino observó la escena con una sonrisa burlona.
-Vaya, parece que has hecho un nuevo amigo... -dijo, su voz cargada de sarcasmo, pero sus ojos se movían con frialdad, estudiando cada movimiento de Alastor.
-¿Qué demonios haces aquí, Val? -replicó Vox, cortante, intentando mantener el control de la situación. No tenía tiempo para los juegos de Valentino.
-Solo vine a ver qué tramabas, y parece que encontré algo mucho más interesante... -Valentino hizo un gesto con la mano hacia Alastor, como si fuera un trofeo que había perdido. Sin embargo, al notar la seriedad en los ojos de Vox, su sonrisa se desvaneció lentamente. -Pero, si quieres jugar al protector, te dejaré con tu pequeño... amigo.
Vox no respondió. Solo se quedó inmóvil, manteniendo su postura firme entre Valentino y Alastor, hasta que Val finalmente dio media vuelta y salió de la habitación, no sin antes lanzar una última mirada curiosa al ser que se escondía detrás de Vox.
Cuando la puerta se cerró, Vox soltó un suspiro de alivio. Sentía la respiración rápida de Alastor en su espalda, y se giró para mirarlo. Los ojos de Alastor seguían grandes y llenos de miedo, pero ahora había un pequeño destello de confianza en ellos. Había recurrido a Vox cuando el peligro se había presentado, y Vox no lo había defraudado.
-Estás a salvo ahora -murmuró Vox, inclinándose ligeramente para hablarle en un tono suave.
Alastor no dijo nada, solo se quedó cerca de Vox, como si necesitara tiempo para recuperarse de la aterradora experiencia. Y aunque no hablaba, sus ojos agradecidos lo decían todo.

ESTÁS LEYENDO
‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]
RomanceVox estaba de cacería cuando escucha el sollozo de un ciervo a lo lejos. Vox: CEO de Voxtec, pasa la mayor parte de su tiempo en su torre y casi siempre viste trajes elegantes, no se pone perfume. Alastor: Cuerpo con pelaje, no usa ropa. Créditos de...