Capítulo: Regreso y Calma

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Vox finalmente regresó a casa, cansado pero aliviado de que la jornada con Valentino hubiera terminado. Cerró la puerta detrás de él, respirando hondo. Sabía que dejar a Alastor solo había sido un desafío para ambos, y no podía esperar a verlo.

Al entrar en la habitación, encontró a Alastor dormido junto a la pantalla del teléfono, donde la llamada aún estaba activa. Alastor estaba acurrucado en el suelo, su rostro apacible pero aún con un leve rastro de la preocupación que había sentido. Vox se acercó en silencio, arrodillándose a su lado. El alivio que sintió al verlo allí, sano y salvo, le recorrió todo el cuerpo. Con cuidado, deslizó una mano bajo el cuerpo de Alastor y lo levantó con suavidad.

Alastor se despertó lentamente, sus ojos brillantes y grandes se abrieron con sorpresa, pero al ver a Vox, sus tensos músculos se relajaron de inmediato. Sin decir nada, se agarró a Vox, aferrándose a su camisa mientras el ciervo híbrido lo miraba aliviado y, sin duda, agradecido por su regreso.

Vox le dedicó una sonrisa tranquilizadora y lo llevó a la cocina, donde había dejado algunas bolsas. -Te traje algo para animarte -dijo con voz baja, como si no quisiera romper el suave silencio que había entre ellos.

De una de las bolsas, sacó un vaso de chocolate caliente. Lo destapó y se lo acercó a Alastor, quien lo miró con curiosidad. El ciervo olisqueó el aroma del chocolate, ladeando las orejas mientras lo probaba con cautela. Su nariz se arrugó de inmediato, y dejó el vaso en la mesa, alejándolo de él.

Vox se rió entre dientes, divertido por la reacción. -No te gusta el chocolate, ¿eh? -dijo, aunque sabía que Alastor no le contestaría. Alastor simplemente se encogió de hombros, mirando el vaso como si fuera algo extraño e incomprensible.

-Está bien, prueba esto -dijo Vox, mientras le ofrecía su propio café, sin azúcar. Alastor se acercó de nuevo, oliendo con cautela el contenido del vaso. Tras un breve momento de duda, lo tomó entre sus manos y comenzó a beber lentamente.

Para sorpresa de Vox, Alastor tomó el café sin detenerse, vaciando el vaso casi por completo. Vox lo miró con una mezcla de asombro y diversión. -¿En serio? Te gusta más el café sin azúcar que el chocolate -dijo en voz baja, aunque no esperaba una respuesta.

Alastor se limpió los labios con el dorso de la mano y miró a Vox con ojos brillantes y tranquilos, claramente satisfecho con la bebida. Vox dejó que una sonrisa afectuosa cruzara su rostro y se levantó, extendiéndole la mano a Alastor para llevarlo a la cama.

Ambos caminaron juntos hacia la habitación, y Vox apagó las luces suavemente. Alastor se subió a la cama con facilidad, acomodándose cerca de Vox, quien lo arropó con cuidado. El ciervo híbrido se giró, imitando nuevamente la postura de Vox, como si encontrar su lugar junto a él fuera lo más natural del mundo.

Vox lo observó un momento más, disfrutando de la calma que llenaba la habitación. Aunque el día había sido largo, no había lugar donde preferiría estar más que aquí, con Alastor descansando tranquilo a su lado. Mientras cerraba los ojos, sintió a Alastor moverse ligeramente, acomodándose aún más cerca.

Con una sonrisa, Vox dejó que el sueño lo envolviera, con la sensación de que, a pesar de todo, estaban bien.

‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘    [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora