La luz del sol entraba por las ventanas, llenando la cocina con un brillo cálido mientras Vox y Alastor desayunaban en silencio. Aunque el aire entre ellos aún estaba tenso por lo ocurrido el día anterior, ambos hacían un esfuerzo por mantener la paz. Vox, con una taza de café frente a él, miraba de reojo a Alastor, quien comía con calma, pero evitaba su mirada. El día apenas comenzaba, pero Vox no podía evitar sentir una inquietud latente.
De repente, el sonido del timbre rompió la quietud. Vox frunció el ceño, ya que no estaba esperando a nadie. Se levantó de la mesa con una ligera sensación de fastidio, mientras Alastor seguía comiendo, aparentemente indiferente.
Cuando Vox abrió la puerta, se encontró cara a cara con Valentino, vestido de manera ostentosa como de costumbre, con una sonrisa burlona en su rostro.
-¿Ya te has decidido a deshacerte de tu ciervo, Vox? -preguntó Valentino con un tono que goteaba veneno. Ni siquiera esperó una invitación, empujando la puerta y entrando sin más.
Vox cerró los ojos un momento, exhalando un suspiro de frustración. Valentino siempre encontraba la manera de irritarlo, y hoy no parecía ser la excepción.
-Valentino, ¿qué quieres? -dijo Vox con frialdad, mientras su mirada se dirigía hacia Alastor, quien seguía en la mesa, aparentemente sin prestarle atención a la presencia del intruso.
Valentino ignoró la pregunta de Vox y se acercó más a la mesa, observando a Alastor como si fuera un objeto de curiosidad. Sus ojos se entrecerraron, y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
-Ah, míralo -dijo con tono burlón-. Todavía respira. Pensé que, con lo que me contaste, ya estaría tirado en algún rincón. ¿O es que te da lástima deshacerte de él?
Alastor, que había permanecido en silencio todo este tiempo, continuaba comiendo, pero había un leve temblor en sus orejas que no pasó desapercibido para Vox.
-No es de tu incumbencia, Valentino -respondió Vox, poniéndose entre Alastor y Valentino-. Solo viniste a molestar, así que será mejor que te vayas.
Valentino soltó una carcajada arrogante, claramente disfrutando de la incomodidad de Vox.
-Ah, Vox, siempre tan protector con tus pequeños proyectos. Pero vamos, ¿de verdad crees que puedes cuidarlo? Si ni siquiera puedes mantenerlo despierto... o satisfecho -dijo, dejando caer su última palabra con una sugerencia maliciosa.
Vox apretó los dientes, tratando de controlar su rabia. Estaba a punto de responder, pero Valentino no le dio tiempo. Se inclinó un poco hacia adelante, observando a Alastor como si fuera un simple animal.
-Tal vez lo que necesitas es alguien que sepa cómo manejar a una criatura como él. Alguien que no tenga miedo de... -empezó a decir, pero antes de que pudiera terminar, una voz fuerte e inesperada resonó por toda la habitación.
-¡Cállate!
El grito de Alastor hizo eco en las paredes, y tanto Vox como Valentino se quedaron petrificados. Era la primera vez que Alastor hablaba en presencia de Valentino, y su voz, cargada de furia y protección, llenó el espacio con una intensidad que nadie esperaba.
Valentino dio un paso hacia atrás, sus ojos abiertos de par en par por la sorpresa. Su sonrisa arrogante se desvaneció en un segundo, reemplazada por una expresión de incredulidad.
-¿Acaba de... hablar? -murmuró Valentino, claramente impactado. Giró su mirada hacia Vox, buscando alguna explicación-. ¿Tu ciervo acaba de hablar?
Vox, que también estaba en shock, no supo qué decir por un momento. Había escuchado a Alastor hablar antes, pero nunca lo había hecho con esa intensidad, y mucho menos frente a otra persona. Sentía una mezcla de sorpresa y orgullo, pero también sabía que esto podía complicar aún más las cosas.
-Sí, habló -respondió Vox finalmente, su voz firme pero llena de una advertencia implícita-. Y sería mejor que lo respetes.
Valentino recuperó su compostura rápidamente, aunque todavía parecía perturbado. Frunció el ceño, su mirada pasando de Vox a Alastor, como si tratara de procesar lo que acababa de suceder.
-Así que tu mascota tiene voz, después de todo -dijo Valentino, con una risa seca y amarga-. ¿Y ahora qué? ¿Me va a morder si me acerco demasiado?
Alastor, que había vuelto a quedarse en silencio tras su grito, observaba a Valentino con una mezcla de desconfianza y desprecio. Aunque no volvió a hablar, estaba claro que no dejaría que Valentino se acercara más a Vox.
-Valentino, ya es suficiente -dijo Vox, dando un paso adelante, poniéndose frente a Alastor-. Te he tolerado lo suficiente. Si no tienes nada más que decir, te sugiero que te vayas.
Por un momento, Valentino parecía dispuesto a soltar otra de sus respuestas venenosas, pero algo en la mirada de Vox y en la presencia silenciosa pero poderosa de Alastor lo hizo reconsiderar. Sin decir una palabra más, giró sobre sus talones y caminó hacia la puerta.
-Esto no ha terminado, Vox -dijo Valentino con una sonrisa torcida mientras salía-. Pero por ahora, me voy. Cuida bien de tu ciervo... mientras puedas.
Y con esas últimas palabras, Valentino salió de la casa, cerrando la puerta tras de sí.
El silencio que quedó en la habitación era casi palpable. Vox soltó un suspiro largo y pesado, girándose lentamente hacia Alastor, quien seguía sentado en la mesa, sus orejas moviéndose ligeramente en señal de alerta.
-Gracias -dijo Vox, con sinceridad en su voz-. No esperaba que... hablaras para defenderme.
Alastor lo miró, y aunque no dijo nada más, su expresión era clara: no iba a permitir que nadie insultara a Vox.
Vox sonrió levemente, sintiendo una oleada de gratitud hacia Alastor. Aunque las cosas entre ellos seguían siendo complicadas, en ese momento, entendió que, de alguna manera, Alastor estaba comprometido con él de una forma que ni siquiera él había comprendido del todo.
Tal vez las cosas no serían tan difíciles de arreglar después de todo.

ESTÁS LEYENDO
‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]
RomanceVox estaba de cacería cuando escucha el sollozo de un ciervo a lo lejos. Vox: CEO de Voxtec, pasa la mayor parte de su tiempo en su torre y casi siempre viste trajes elegantes, no se pone perfume. Alastor: Cuerpo con pelaje, no usa ropa. Créditos de...