‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]

Capítulo: La Luz Brillante

Vox se encontraba en su oficina, concentrado frente a su computadora, sumergido en gráficos y códigos que iluminaban la pantalla con un brillo constante. Era un día relativamente normal para él, aunque, desde la llegada de Alastor, su rutina diaria había adquirido una nueva e inesperada compañía.

Alastor, como siempre, rondaba cerca. Había estado explorando la habitación durante un buen rato, olfateando cada rincón con esa curiosidad inagotable. Finalmente, se acercó a Vox, atraído por los sonidos suaves de las teclas y el parpadeo de la pantalla. Sin mucha ceremonia, se asomó por detrás del hombro de Vox para intentar ver qué hacía, pero algo lo detuvo casi al instante.

La luz brillante de la pantalla impactó de lleno en sus ojos, provocándole una incomodidad inmediata. Alastor frunció el ceño, entrecerrando los ojos, y retrocedió ligeramente, claramente molesto por la intensidad del resplandor.

-¿Qué pasa? -preguntó Vox, notando el movimiento repentino de Alastor.

El hombre-ciervo frotó sus ojos con una mano, claramente afectado por el contraste entre la suave luz de la habitación y el resplandor intenso de la pantalla. Vox no pudo evitar sonreír un poco al ver su reacción. Parecía casi infantil, como un cervatillo sorprendido por algo desconocido.

-¿Demasiado brillo? -comentó Vox con tono suave, apartando la vista de la pantalla por un momento para mirar a Alastor, quien aún se veía algo incómodo.

Alastor asintió levemente, parpadeando varias veces para intentar acostumbrarse. Pero cada vez que intentaba mirar de nuevo, sus ojos se entrecerraban instintivamente, como si la luz lo desorientara. Vox rápidamente comprendió que Alastor, con su sensibilidad natural, no estaba preparado para las pantallas brillantes que él manejaba a diario.

-Aquí, déjame ajustarlo un poco -dijo Vox.

Con unos cuantos clics, bajó el brillo de la pantalla considerablemente, esperando que así Alastor no se sintiera tan deslumbrado. Luego, miró a su compañero, quien observaba con una mezcla de curiosidad y precaución, todavía intentando procesar qué era ese "artefacto luminoso" que Vox manejaba con tanta naturalidad.

-Mejor, ¿no? -le preguntó, mientras señalaba la pantalla con una sonrisa tranquila.

Alastor se acercó de nuevo, esta vez más cauteloso. Sus ojos, aún algo entrecerrados, miraron la pantalla con menos incomodidad. Después de unos segundos de observarla con cierta desconfianza, se inclinó lentamente, acercándose con más seguridad.

Vox volvió a su trabajo, pero no podía evitar fijarse de vez en cuando en Alastor, que ahora estaba sentado al lado, mirando la pantalla con una mezcla de fascinación y recelo. Era casi como si estuviera tratando de entender qué era lo que tenía enfrente. Aunque no parecía realmente captar el propósito de la computadora, Alastor no apartaba la mirada, como si estuviera tratando de descubrir algún secreto oculto detrás de esos colores y luces.

Vox sonrió para sí mismo, encontrando en Alastor una compañía inesperadamente encantadora, aunque llena de pequeñas interrupciones.