Vox y Alastor estaban sentados uno frente al otro, compartiendo la cena. Vox había preparado un plato sencillo, algo que sabía que Alastor podría comer sin sentirse confundido o incómodo. Aunque, como de costumbre, Alastor parecía más interesado en olfatear todo antes de comerlo.
Mientras ambos comían en silencio, Alastor comenzó a notar algo diferente. Su nariz se movió con curiosidad, y de repente, su atención se desvió de su propia comida hacia la de Vox. El aroma que provenía del plato de Vox parecía fascinarlo más de lo que esperaba.
Vox, distraído con su comida, no se dio cuenta de que Alastor se estaba inclinando lentamente hacia él. El hombre-ciervo, sin entender las reglas sociales, olfateaba con interés lo que Vox estaba comiendo. Sus ojos se enfocaron en la boca de Vox, como si fuera el origen de todo el misterio.
De repente, en un movimiento rápido y sin aviso, Alastor acercó su rostro al de Vox y, antes de que él pudiera reaccionar, presionó suavemente sus labios contra los suyos. Fue un gesto inocente, casi como si estuviera tratando de entender el sabor de lo que Vox estaba comiendo. Pero para Vox, el contacto fue tan inesperado que se congeló de inmediato.
El shock recorrió su cuerpo como un rayo. En un movimiento torpe, Vox empujó la silla hacia atrás, cayendo al suelo con un estrépito. Se quedó mirando a Alastor desde el suelo, completamente desconcertado y sin aliento, mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder.
Alastor, al verlo caído, inclinó la cabeza con preocupación. Sus grandes ojos estaban llenos de confusión, y se levantó lentamente de su silla, acercándose a Vox con cautela. No entendía por qué Vox se había alejado tan bruscamente, y mucho menos por qué estaba en el suelo.
-¿Qué... qué fue eso? -murmuró Vox para sí mismo, todavía intentando recomponerse.
Alastor se agachó frente a él, acercando su rostro nuevamente, olfateándolo con la misma curiosidad de antes, mientras su expresión mostraba preocupación. Para Alastor, el beso no había sido más que una extensión de su instinto natural de olfatear y explorar lo que lo rodeaba. Pero para Vox, el gesto había sido una mezcla de sorpresa y algo más que no podía definir en ese momento.
-Alastor... -Vox levantó una mano para intentar apartarlo un poco, aunque sin brusquedad-. No... eso no... -Intentó formular una explicación, pero las palabras se le atascaban en la garganta. ¿Cómo podría explicarle lo que acababa de pasar cuando Alastor, claramente, no entendía lo que había hecho?
Alastor seguía acercándose, sus ojos grandes y atentos fijos en los de Vox, como si esperara alguna respuesta. No había ni un atisbo de malicia en su mirada, solo pura inocencia y confusión.
Vox suspiró profundamente, levantándose con dificultad del suelo mientras Alastor lo seguía con la mirada, sus orejas moviéndose ligeramente en señal de alerta. Todavía sentía el calor del beso en sus labios y no podía evitar que su rostro enrojeciera.
-Mira, lo que hiciste... -comenzó Vox, frotándose la nuca, incómodo-, no fue... malo, pero... no puedes hacerlo. No de esa forma.
Alastor lo miró sin comprender, inclinando la cabeza como si intentara descifrar las palabras de Vox.
Vox suspiró de nuevo, rascándose la cabeza con frustración. Sabía que intentar explicarle algo tan complejo a Alastor en ese momento sería inútil. A pesar de su apariencia humana, Alastor no tenía el mismo entendimiento del mundo que Vox. Y para él, aquel "beso" no era más que otra forma de explorar su entorno, como cuando olfateaba objetos o a Vox mismo.
-Está bien -murmuró Vox, decidiendo no darle más vueltas al asunto-. Lo siento... por haberme asustado así. No fue tu culpa, solo... me sorprendió, ¿de acuerdo?
Alastor no respondió, pero al ver que Vox ya no se alejaba, se acercó una vez más y, sin previo aviso, se restregó contra él, frotando su cabeza y su pelaje suavemente contra el pecho de Vox en un gesto reconfortante. Para él, eso era una forma de disculpa o de reconectar después de la confusión.
Vox sonrió, a pesar de sí mismo, y con suavidad le acarició el cabello y las orejas, ya más calmado.
-Supongo que será cuestión de tiempo que aprendas todo esto, ¿no? -dijo Vox en voz baja, acariciando a Alastor-. Pero de momento, creo que nos tomaremos las cosas con calma.
Alastor, sin comprender del todo, solo se quedó allí, disfrutando de las caricias y sin dejar de mirar a Vox con esos ojos grandes y brillantes llenos de inocencia.
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‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]
RomanceVox estaba de cacería cuando escucha el sollozo de un ciervo a lo lejos. Vox: CEO de Voxtec, pasa la mayor parte de su tiempo en su torre y casi siempre viste trajes elegantes, no se pone perfume. Alastor: Cuerpo con pelaje, no usa ropa. Créditos de...