El amanecer se filtraba suavemente a través de las cortinas de la torre V, llenando la habitación de una luz tenue y cálida. Vox, aún sumido en el sueño, comenzó a despertarse lentamente, disfrutando de los últimos momentos de paz. Sin embargo, algo lo hizo abrir los ojos por completo: una sensación extraña, como si alguien lo estuviera observando de muy cerca.
Parpadeó un par de veces para despejar su vista y, cuando finalmente enfocó, vio una figura encima suyo. Alastor lo estaba mirando fijamente, sus grandes ojos marrones llenos de curiosidad, apenas a unos centímetros de su rostro. Vox sintió cómo su corazón se disparaba del susto y, en un movimiento instintivo, se apartó ligeramente, incorporándose en la cama.
-¡Alastor! -exclamó Vox, sorprendido.
El hombre-ciervo no se movió, seguía ahí, con su rostro a centímetros del de Vox, observándolo con esa mezcla inocente y curiosa que había mostrado desde el principio. No había malicia en su mirada, solo pura fascinación.
Vox suspiró, llevándose una mano al pecho para calmar el repentino susto.
-No me mires así tan de cerca -dijo, todavía recuperándose del impacto. Alastor ladeó la cabeza ligeramente, sin parecer entender el porqué del sobresalto de Vox, pero no hizo más que seguir observándolo.
Intentando no darle mucha importancia al incidente, Vox se levantó de la cama y comenzó su rutina matutina. Caminó hacia el armario para elegir su ropa del día, pero notó que Alastor lo seguía a cada paso que daba. Vox cogió una camisa y unos pantalones, echando un vistazo a su acompañante. Alastor estaba siempre un paso detrás, siguiéndolo en silencio con la misma curiosidad en los ojos.
-¿Vas a seguirme todo el día? -preguntó Vox con una sonrisa divertida, aunque no esperaba una respuesta.
Alastor solo parpadeó, pero su mirada lo decía todo: sí, definitivamente iba a seguirlo a todas partes. Vox suspiró, resignado.
Llegó el momento de la ducha, y Vox, sabiendo que necesitaba un poco de privacidad, dejó a Alastor fuera del baño. Cerró la puerta con suavidad, esperando que su nuevo acompañante encontrara algo más que hacer mientras él se refrescaba. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que escuchara un sonido inusual al otro lado de la puerta.
Primero fue un golpe suave, como si Alastor estuviera tanteando la madera con las manos, pero pronto se convirtió en un rasguido ansioso y luego en un leve gemido. Vox frunció el ceño y dejó que el agua siguiera corriendo mientras escuchaba los sonidos de desesperación que venían del otro lado.
-¿Alastor? -llamó Vox desde dentro del baño, tratando de calmarlo. Pero los sonidos solo se intensificaron, como si la idea de no verlo estuviera comenzando a inquietar a Alastor. Vox, sin poder ignorarlo, decidió cortar su ducha antes de tiempo.
Se secó rápidamente y se envolvió en una toalla antes de abrir la puerta del baño. Apenas lo hizo, Alastor se abalanzó sobre él, claramente aliviado de verlo nuevamente. Vox no tuvo tiempo de reaccionar antes de que Alastor comenzara a olfatearlo de nuevo, esta vez más intensamente, como si asegurarse de que era el mismo Vox que había desaparecido tras la puerta fuera vital.
-¡Eh, calma! -rió Vox, sorprendido por la intensidad de Alastor.
Alastor, sin embargo, no le prestaba atención a sus palabras. Se restregaba contra él, frotando su rostro contra el torso de Vox, ahora húmedo y recién salido de la ducha. Vox, atrapado en la situación, no pudo hacer más que observar con una mezcla de diversión y confusión.
-¿Por qué tienes esa manía de oler todo? -murmuró Vox, aunque ya estaba acostumbrándose a las peculiaridades de su nuevo compañero.
Alastor siguió oliendo a Vox, explorando cada rincón de su cuerpo con su nariz, moviéndose desde su pecho hasta su hombro y luego su espalda. La cercanía era inesperadamente tierna, y aunque era algo incómodo, Vox no podía evitar sentir un poco de simpatía por la criatura. Había algo inocente en su comportamiento, como si estuviera simplemente asegurándose de que Vox estuviera bien.
-Está bien, estoy aquí -dijo Vox, acariciando suavemente la cabeza de Alastor para calmarlo.
Alastor finalmente se detuvo, satisfecho con lo que había descubierto, y retrocedió un poco, aunque seguía muy cerca de Vox. Parecía haberse tranquilizado ahora que lo tenía a la vista y podía seguir su rastro.
-Definitivamente voy a tener que acostumbrarme a esto... -murmuró Vox, mientras caminaba de nuevo hacia el armario para terminar de vestirse, sabiendo que Alastor no lo dejaría fuera de su vista por mucho tiempo.

ESTÁS LEYENDO
‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]
RomanceVox estaba de cacería cuando escucha el sollozo de un ciervo a lo lejos. Vox: CEO de Voxtec, pasa la mayor parte de su tiempo en su torre y casi siempre viste trajes elegantes, no se pone perfume. Alastor: Cuerpo con pelaje, no usa ropa. Créditos de...