El sol apenas comenzaba a iluminar la habitación cuando Vox abrió los ojos, encontrándose con un silencio que, por primera vez en días, no parecía tan denso. Se frotó los ojos y al darse la vuelta, vio que Alastor ya estaba despierto, sentado en el borde del armario con las piernas colgando, observándolo en silencio. Vox se sorprendió, ya que Alastor había estado durmiendo hasta el mediodía en días anteriores.
-¿Estás despierto tan temprano? -preguntó Vox, aún adormilado, levantándose lentamente de la cama.
Alastor asintió con suavidad, sus orejas inclinándose ligeramente hacia adelante, como si esperara una conversación más profunda.
Vox lo observó durante un momento, recordando los días pasados llenos de preocupación por el sueño prolongado de Alastor. La duda seguía rondando su mente, y aunque aún no comprendía del todo lo que estaba ocurriendo, sentía que algo estaba cambiando en su compañero.
-¿Por qué dormías tanto antes? -le preguntó Vox con cierta preocupación. Quería entender, no solo por su propia tranquilidad, sino por la salud de Alastor, quien parecía haber estado mucho más inactivo de lo normal.
Alastor, sin vacilar, bajó la mirada y respondió con esa serenidad característica, aunque esta vez con un matiz de seriedad en su voz.
-Estaba preparándome para mi celo -dijo en un tono casi casual-. Quería estar listo para hacer una camada contigo.
Las palabras de Alastor resonaron como un trueno en la mente de Vox. Todo su cuerpo se tensó de inmediato, y la sorpresa y el nerviosismo lo invadieron a una velocidad vertiginosa. Al principio, no supo cómo reaccionar, pero su mente rápidamente comenzó a procesar lo que Alastor acababa de decir.
-¿Qué? -Vox apenas pudo formular la palabra, su voz entrecortada por el shock. La idea de que Alastor estuviera planeando algo tan serio lo golpeó de lleno, y sus manos comenzaron a sudar-. No... no, no, espera... ¿hacer una camada conmigo?
Alastor lo miró con cierta expectativa, como si lo que acababa de decir fuera lo más natural del mundo. No parecía entender por qué Vox reaccionaba de esa manera, y en su expresión se podía ver un leve destello de decepción.
-Sí -respondió con firmeza, sus ojos enfocándose en Vox-. Creí que... después de todo este tiempo, eso era lo que también querías.
Vox negó rápidamente con la cabeza, sintiendo cómo el pánico comenzaba a apoderarse de él. Sabía que Alastor no lo estaba diciendo con malas intenciones, pero la idea de comprometerse en algo tan grande y permanente lo llenaba de miedo. No sabía cómo manejar la situación, y mucho menos cómo explicar sus sentimientos de una manera que Alastor entendiera.
-No, Alastor, yo... no puedo hacer eso. No quiero hacer una... una camada contigo -dijo Vox, tratando de ser lo más claro posible, aunque sus palabras temblaban por los nervios.
El cambio en el rostro de Alastor fue inmediato. Su expresión, que antes era tranquila y llena de esperanza, se torció en una mezcla de confusión y creciente indignación. Sus orejas, que habían estado ligeramente inclinadas hacia adelante, se enderezaron, y sus ojos comenzaron a brillar con una rabia contenida.
-¿Por qué no? -preguntó, su voz cargada de frustración-. ¿Es que no te gusto?
Vox levantó las manos en señal de rendición, intentando calmar a Alastor antes de que la situación se saliera de control.
-No es eso, no es que no me gustes -intentó explicar, pero sentía que se hundía más con cada palabra que decía-. Es solo que... no estoy listo para algo así. No puedo... no puedo hacerlo, Alastor. No de esta manera.
Alastor lo miró, claramente ofendido. Sus ojos mostraban un dolor que Vox no había visto antes, y su mandíbula se apretó en señal de frustración.
-¿Entonces qué quieres de mí? -espetó Alastor, alzando la voz un poco más de lo usual-. Me trajiste aquí, me alimentaste, me cuidaste... y ahora, cuando quiero estar más cerca de ti, ¿me rechazas?
Vox sintió que su corazón se encogía ante el reclamo. No quería herir a Alastor, pero tampoco podía ignorar el abismo que sentía entre lo que Alastor esperaba de él y lo que él realmente quería. Se llevó una mano al rostro, sintiendo una creciente tensión en su cabeza.
-No es tan simple... -murmuró Vox, su voz casi apagada por la angustia-. No es que no quiera estar contigo, pero... esto es demasiado para mí.
Alastor no esperó más. Se levantó de donde estaba sentado y, con un bufido de frustración, caminó rápidamente hacia su armario, cerrando la puerta con un golpe seco que resonó en toda la habitación. Vox se quedó de pie en el centro del cuarto, sintiendo cómo una sensación de fracaso lo invadía. Había querido ser sincero con Alastor, pero el resultado había sido exactamente el opuesto a lo que había esperado.
El silencio volvió a llenar la habitación, y Vox se dejó caer en la cama, cubriéndose los ojos con las manos. No tenía idea de cómo seguir adelante con esto. No sabía si había tomado la decisión correcta al rechazar a Alastor, pero la alternativa lo aterraba. La idea de una "camada", de un compromiso tan profundo, lo hacía sentir asfixiado.
Mientras yacía allí, la imagen de Alastor enfadado y herido seguía rondando en su mente, y la culpabilidad comenzó a hundir sus garras en él. Sentía que había fallado de alguna manera, pero también sabía que no podía simplemente aceptar algo para lo que no estaba listo. Pero ¿cómo podía explicarle eso a Alastor sin seguir lastimándolo?
La puerta del armario permaneció cerrada, y aunque Vox sabía que Alastor estaba adentro, no se atrevía a acercarse por miedo a empeorar las cosas. Lo único que podía hacer ahora era esperar, con la esperanza de que el tiempo ayudara a sanar el resentimiento que se había levantado entre ellos.
Y mientras las horas pasaban y la noche comenzaba a caer de nuevo, Vox no pudo evitar preguntarse si alguna vez podrían superar esta barrera.
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‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘ [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]
RomanceVox estaba de cacería cuando escucha el sollozo de un ciervo a lo lejos. Vox: CEO de Voxtec, pasa la mayor parte de su tiempo en su torre y casi siempre viste trajes elegantes, no se pone perfume. Alastor: Cuerpo con pelaje, no usa ropa. Créditos de...