Capítulo: Entre Celos y Reflexiones

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La habitación estaba tranquila y acogedora, con la luz de la lámpara de noche proyectando un suave resplandor sobre las paredes. Vox estaba en la cama, recostado sobre sus almohadas, disfrutando de un momento de relajación después de un día ajetreado. La habitación estaba en silencio, salvo por el suave sonido de Alastor masticando su comida en el rincón cercano.

Alastor había encontrado un pequeño plato con algo de comida que Vox le había preparado antes, y estaba comiendo con un evidente entusiasmo. Su pelaje esponjoso se movía con cada movimiento mientras disfrutaba de su comida. Vox lo miraba con una mezcla de cariño y preocupación, contento de verlo bien alimentado y feliz.

Mientras Vox revisaba algunos correos electrónicos en su teléfono, recibió un mensaje de Valentino. Al principio, no pensó mucho en ello, pero cuando abrió la notificación, vio que Valentino había enviado una foto de Alastor.

Sin pensarlo demasiado, abrió el mensaje, que contenía una foto de Alastor tomada por Valentino, acompañada de un comentario mordaz.

El flash de la foto había captado a Alastor en un momento de sorpresa, y Vox se sintió una oleada de enojo al recordar el incidente del flash. La imagen mostraba a Alastor con una expresión asustada, su pelaje erizado y los ojos abiertos en una mezcla de confusión y miedo. Vox había intentado proteger a Alastor de las miradas invasivas de Valentino, y el comentario del mensaje no hizo más que avivar su frustración.

La imagen de Valentino mirando a Alastor de esa manera lo molestó. Se preguntó por qué Valentino había tomado la foto en primer lugar y cómo había reaccionado de esa manera. Se sentía incómodo con la forma en que Valentino había manejado la situación y su mirada morbosa.

Decidió dejar de ver la foto y examinar al que estaba en frente. En una esquina, Alastor estaba en una postura que parecía tierna y vulnerable, con su pelaje esponjoso y su pequeña cintura destacando. Vox notó cómo tenía una cola pequeña y tierna, y su apariencia general era realmente encantadora. No pudo evitar que su corazón se suavizara al ver a Alastor en esa pose.

-Vaya... -murmuró Vox, sintiendo una oleada de vergüenza y confusión mientras revisaba la foto-. Esto... es un poco invasivo.

Se quedó pensando en lo que había visto y cómo Valentino había reaccionado. La verdad era que, a pesar de la incomodidad que sentía, había algo verdaderamente adorable en Alastor. Su pelaje esponjoso y su figura pequeña y delicada hacían que fuera difícil no sentirse protectivo hacia él.

De repente, se dio cuenta de que había estado perdiendo tiempo en pensamientos incómodos en lugar de disfrutar del momento. Miró hacia donde Alastor estaba, aún comiendo y con una expresión satisfecha. Decidió que era mejor no preocuparse demasiado y enfocarse en lo que realmente importaba: la felicidad y el bienestar de Alastor.

-Vamos, Alastor, es hora de dormir -dijo Vox, con una sonrisa tierna-. Ya has tenido un largo día.

Alastor levantó la cabeza y, al ver la invitación en la expresión de Vox, dejó el cuenco a un lado y se acercó con una mezcla de confianza e inocencia. Sus ojos brillaban con una luz cálida mientras caminaba hacia la cama, su pelaje esponjoso moviéndose con cada paso.

Vox se acomodó en la cama y levantó las sábanas, invitando a Alastor a unirse a él. El hombre-ciervo, siguiendo el gesto de Vox, se deslizó bajo las sábanas y se recostó a su lado. Se movió con una gracia natural, acomodándose en la posición que parecía más cómoda para él. Su cuerpo se hundió en el colchón con una suavidad que hizo que Vox se sintiera aún más tierno hacia él.

-Eres un buen chico, Alastor -murmuró Vox, acariciando el pelaje de Alastor mientras este se acomodaba. La sensación de la suavidad del pelaje bajo sus dedos era reconfortante, y el calor de la presencia de Alastor a su lado lo llenaba de una calma profunda.

Alastor, sintiéndose seguro y protegido, cerró los ojos y se acurrucó más cerca de Vox. Su respiración se volvió más lenta y tranquila, y Vox notó cómo el hombre-ciervo se relajaba completamente, aparentemente en paz y cómodo.

-Buenas noches, Alastor -dijo Vox en un susurro, sintiendo una oleada de ternura mientras veía a Alastor dormir a su lado.

La habitación se sumió en una tranquila quietud, y Vox se dejó llevar por la calma del momento. A pesar de los pensamientos que lo habían perturbado antes, se sentía agradecido por la compañía de Alastor y el vínculo que habían formado. Sabía que, a pesar de las complicaciones y las preocupaciones, había encontrado algo verdaderamente especial en el hombre-ciervo.

Con una última mirada a Alastor, Vox se acomodó en la cama, dejando que el sueño lo envolviera mientras sentía la presencia cálida y reconfortante de su amigo a su lado. La noche pasó en una tranquila serenidad, y ambos se sumergieron en un sueño reparador, listos para enfrentar lo que el mañana les deparara.

‧˚꒰ ℂ𝕚𝕖𝕣𝕧𝕠 ꒱༘    [𝓈𝓉𝒶𝓉𝒾𝒸𝓇𝒶𝒹𝒾💗 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora