Capítulo 21

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Theo yacía en su cama, con los ojos fijos en el techo. Había intentado dormir durante las últimas dos horas, pero su mente no le daba tregua. El pensamiento del inminente compromiso con Devi Hartwood lo perseguía.

Se revolvió en la cama, con la sensación de que el peso del mundo descansaba sobre sus hombros. Sabía que tenía que hacerlo, que la alianza con los Hartwood era crucial para la supervivencia de su familia, pero eso no cambiaba el hecho de que alguien más había tomado la decisión por él. La libertad de elegir su futuro parecía habérsele escapado entre los dedos, y eso lo enfurecía, aunque no lo admitiera frente a su familia.

Finalmente, resignado a que el sueño no lo encontraría esa noche, se levantó y decidió ir a la cocina en busca de algo que lo relajara.

Cuando llegó a la cocina, la luz tenue de una lámpara lo sorprendió. No estaba solo. Caden, sentado en una de las sillas de la mesa de la cocina, parecía igual de inquieto. Tenía una taza de té humeante frente a él, pero apenas le prestaba atención, con la mirada perdida en algún rincón de la estancia.

—Veo que no soy el único que no puede dormir —comentó Theo mientras se acercaba a la despensa para buscar una bebida.

Caden lo miró por un momento antes de devolverle una sonrisa leve, aunque cansada.

—Sí... Demasiadas cosas en la cabeza.

Theo asintió, como si compartieran un entendimiento silencioso. Preparó una taza de leche caliente y se sentó frente a Caden.

—Yo tampoco puedo dejar de pensar. —dijo Theo, con una mirada pensativa.

—¿Qué es lo que te tiene tan inquieto? —preguntó Caden, girando la taza entre sus dedos.

Theo vaciló un momento, pero luego decidió que era mejor compartir lo que lo estaba atormentando.

—Me van a comprometer... con Devi Hartwood.

La expresión de Caden se endureció levemente, aunque no por sorpresa, sino por empatía.

—No lo sabía —dijo Caden, y lo observó con mayor atención—. ¿Cuándo te lo dijeron?

— Ayer. Mi madre recibió una carta de los Hartwood confirmando su disposición para la alianza... pero todo depende de cómo me lleve con Devi.

Theo soltó un suspiro, apoyando la cabeza en sus manos. Caden lo observó con una mezcla de comprensión y distancia. Sabía lo que era lidiar con decisiones impuestas por la familia, aunque sus propias circunstancias eran diferentes.

—¿Y qué piensas tú? —preguntó Caden con voz calmada.

Theo levantó la cabeza y lo miró.

—No lo sé. Estoy haciendo esto por mi casa, pero... siento que apenas tengo diecisiete años, y ya estoy siendo forzado a algo que no elegí. Roland dice que Devi es buena persona, pero... ¿y si no encajamos?

Caden asintió. Para él, los compromisos también eran parte de la vida de la nobleza, y aunque todavía no enfrentaba esa realidad de manera directa, sabía que era inevitable.

—¿Alguna vez has pensado en lo que harías si pudieras elegir? —preguntó Theo de repente.

Caden dejó su taza sobre la mesa, tomando unos segundos para responder.

—He pensado en eso muchas veces... pero también sé que nuestras vidas no nos permiten tanto margen para tomar decisiones. —Hizo una pausa y luego añadió—. Estoy comprometido también. Aurelia Ravencrest. Ella es más joven, pero en cuanto cumpla dieciocho años, se espera que me case con ella.

Heraldo de Brasas (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora