MI DESASTRE FAVORITO

¡BOMBA!

Asentí lentamente, intentando procesar toda la información que Alexander nos acababa de soltar. La cabeza me iba a mil por hora, intentando encajar todas las piezas del rompecabezas que nos había dejado sobre la mesa.

-Vale, entonces, si he entendido bien... -empecé, frotándome las sienes con los dedos para aclarar mis pensamientos-, ¿me estás diciendo que Harvin y tu hermano, Simon, han estado utilizando las sucursales de Infinite Luxury en Australia como una especie de tapadera para blanquear dinero y evadir impuestos?

Alexander asintió, con una expresión de frustración evidente en su rostro.

-Sí, y no solo eso. Estoy casi seguro de que están involucrados en algo mucho más grande. El flujo de dinero que he visto no tiene sentido, hay transferencias a cuentas offshore y movimientos financieros que no corresponden con las ganancias del hotel. Y sé que Simon es un desastre con el tema de las apuestas y las drogas, pero esto supera incluso sus peores momentos.

-Esto es muy serio -dije, cruzando los brazos y mirando a Eros-. Ya me lo temía por los documentos que revisé, pero ahora tenemos que asegurarnos de que se destape todo lo que están haciendo.

-¿Pero por qué involucrar a Evelyn? -preguntó Eros, claramente disgustado-. ¿De verdad ha llegado tan lejos como para intentar casarse conmigo solo para tomar el control de la cadena? ¿Por qué ella...?

-Harvin siempre ha sido muy ambicioso -respondió Alexander-. Tiene esa necesidad de poder, de control. Al principio, pensó que casándote con Evelyn, él podría influenciar las decisiones de la cadena desde dentro. Pero como las cosas no salieron como él planeaba, ha ido a por todas. Y con Simon como aliado... -hizo una pausa y sacudió la cabeza-. Es peligroso, Eros. Y lo peor de todo es que, según mis fuentes, Harvin ha descubierto quién es Mia y la relación que tenéis. Y eso lo hace aún más impredecible.

-Perfecto, justo lo que me faltaba -respondí sarcásticamente, dejando caer mi espalda contra el respaldo del sofá-. Ahora resulta que no solo soy la novia del director de una cadena de hoteles de lujo, sino que también me he convertido en el objetivo de un lunático y un adicto a las apuestas. Estupendo.

-No es ninguna broma, Mia -dijo Alexander, mirándome con seriedad-. Hay mucho en juego. Si Harvin y Simon consiguen lo que quieren, no solo dañarán a Infinite Luxury, sino que también podrían destruir el legado que tu padre y yo hemos trabajado toda la vida para construir.

-Lo sé -respondí, apretando los labios. Sentí la mano de Eros apretando suavemente la mía, transmitiéndome calma-. Pero no vamos a dejar que eso pase. Ni de coña.

-¿Qué sugieres que hagamos entonces? -preguntó Eros, mirando a su padre.

-Hay que investigar más a fondo -respondí antes de que Alexander pudiera decir nada-. Sabía que Harvin estaba involucrado en algo por lo que encontré en esos documentos, pero ahora, con la información que nos has dado, podemos tirar del hilo. Necesitamos pruebas contundentes que demuestren que ambos, Harvin y Simon, están detrás de todo esto. Y, sobre todo, tenemos que actuar rápido, antes de que ellos nos den el siguiente golpe.

-Eso va a ser muy arriesgado, Mia -dijo Alexander, mirándome con preocupación-. Estos dos no son idiotas, y si se enteran de que estamos tras su pista, no se quedarán de brazos cruzados.

-Bueno, yo tampoco soy idiota -respondí, esbozando una sonrisa desafiante-. Además, no estaré sola en esto, ¿verdad? -miré a Eros, quien asintió con determinación.

-Tienes mi respaldo, Mia. Vamos a desenmascarar a esos dos.

-Contaréis con todo mi apoyo y mis recursos -añadió Alexander, levantándose de su asiento-. Solo os pido que tengáis cuidado. Esto va mucho más allá de lo que parece.