Capítulo 32: Verdaderas intenciones

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Cuando Lina salió de la oficina, la mirada de Misha la seguía como arcón. No era el único que encontraba fascinante su presencia, pero a diferencia de él, yo sí podía tenerla...

-No sé como logras concentrarte
-dijo, finalmente.

-No sé de qué hablas.

Me recargué ligeramente en mi silla, calculando mis palabras. Este es el juego que él quiere jugar, y no tengo problemas en seguirle el ritmo.

-Vamos, que es difícil no fijarse, Víktor. Tu asistente es hermosa -respondió, con una especie de chispa en los ojos.

-Es muy eficiente, sí. Pero está casada -dije, sin darle mucha importancia.

Misha alzó una ceja, con evidente sorpresa.

-¿Casada? No vi ningún anillo.

-No lo usa, dice que no soportaría extraviar otro. Ella es... torpe, muy torpe, Lina Taylor es la torpeza hecha persona -respondí sin inmutarme-. También está embarazada.

No sé porqué agregue lo último, pero...

La sonrisa de Misha vaciló por un segundo antes de que se recompusiera, aunque sus ojos mostraban su sorpresa.

-Interesante... aunque, debo decir, no me molestaría ser padrastro. Me encantan los niños.

"Maldito imbécil." El pensamiento cruzó por mi mente de manera automática, pero mi expresión seguía siendo de piedra.

Lina regresó con el café. Observé cómo Misha tomaba la taza, y en cuanto dio el primer sorbo, su rostro delató lo que sus palabras no dirían.

-Está... interesante -comentó, mientras yo reprimía una sonrisa-. Quizás con un poco más de azúcar.

Lina sonrió ligeramente ocultando su incomodidad.

-Gracias, señorita Taylor, usted es muy amable.

-Es mi trabajo señor Karpov
-respondió, esperando que yo la liberara de la situación.

-Lina, puedes retirarte -dije, volviendo a mi tono neutral.

Ella asintió y camino hacia la puerta.

Ahora que estábamos solos, era el momento de hablar de lo que realmente importaba.

-Y bien, ¿qué te ha traído hasta ArlovTech hoy? -pregunté, inclinándome hacia adelante, adoptando una postura más seria. Sabía que su visita no era solo para disfrutar de un mal café.

Misha se acomodó en su asiento, recuperando la compostura.

-Tengo una propuesta que creo que te interesará, Víktor -comenzó, su tono serio pero con un matiz de entusiasmo-. Sé que estás buscando expandir tu portafolio, y creo que mi idea puede encajar perfectamente con tu visión a largo plazo.

Me quedé en silencio, escuchándolo mientras desplegaba su plan. Era bueno en lo que hacía, eso no se lo podía negar. Sabía cómo presentar una idea con las palabras adecuadas, sabiendo exactamente qué botones presionar para captar mi interés. Pero yo no me dejo impresionar fácilmente. Al final del día, siempre evalúo todo con precisión quirúrgica.

-Es interesante, Misha -comenté después de que terminara de exponer su propuesta-. Te prometo que lo evaluare con cuidado y te daré una respuesta en el transcurso de la semana.

-Por supuesto -respondió poniéndose de pie, y extendiendo una mano hacia mi.

Finalmente, la insufrible interacción había llegado a su fin. Lo acompañé hasta la puerta y, por supuesto, no se marchó sin antes coquetear un poco más con Lina. Observé cómo se acercaba a su escritorio, mi paciencia colgando de un hilo muy fino.

Bajo la superficie del CEO [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora