ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 3

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Capítulo 3:"En la sombra de la pista

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Capítulo 3:
"En la sombra de la pista."

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El sol de Mónaco iluminaba las calles angostas y las curvas cerradas del circuito que se preparaba para el Gran Premio. Las banderas de varios países ondeaban sobre los edificios mientras los fanáticos comenzaban a llenar las tribunas, ansiosos por ver a los mejores pilotos del mundo enfrentarse en la legendaria carrera. Emilia, sin embargo, caminaba por el paddock con una mezcla de nerviosismo y melancolía. Era su primera vez en una pista de Fórmula 1 desde la muerte de Marco, y el zumbido de los motores le recordaba cada segundo la tragedia que había vivido.

Habían pasado algunas semanas desde su cena con Max en Londres, y aunque ambos habían seguido en contacto, la vida de Emilia había retomado su curso de manera más intensa. Las entrevistas, los ensayos, y los compromisos públicos no le habían dejado mucho tiempo para pensar en lo que realmente sentía por Max. Sin embargo, la idea de estar en Mónaco y verlo de nuevo encendía una chispa de ansiedad en su pecho.

Mientras caminaba por los boxes, observando a los equipos preparar los autos, Emilia no podía evitar sentir la sombra de Marco en cada rincón. Había pasado tantos días allí con él, viendo cómo trabajaba con su equipo, riéndose con los mecánicos, lleno de vida y energía. Era extraño estar en ese mismo lugar, pero sin él.

Algunas personas la saludaban con entusiasmo, esperando ser correspondidos por la superestrella. Otras cuchicheaban entre ellas sobre la cantante, teniendo presente el accidente y su desaparición luego de este.

De repente, una voz familiar la sacó de sus pensamientos.

—¡Emilia! —Max la llamó desde la distancia, acercándose a ella con una sonrisa que parecía iluminar su rostro—. ¡Me alegra verte aquí!

Emilia levantó la mirada y sintió una calidez inesperada al verlo. Max vestía su mono de carreras, listo para la clasificación. Su presencia la reconfortaba, pero también le recordaba cuán peligroso era este mundo que tanto amaba.

—Max, hola —respondió, intentando sonar despreocupada, aunque sus emociones estaban revueltas—. Pensé en pasar por aquí antes de la carrera. No podía perderme Mónaco.

Max sonrió, pero enseguida notó la tensión en los ojos de Emilia.

—Sé que es difícil estar aquí —dijo, bajando la voz para que solo ella pudiera escucharlo—. Pero estoy contento de que hayas venido. ¿Te sientes bien?

Emilia asintió, aunque no estaba del todo segura de la respuesta. Miró alrededor, los autos, los mecánicos, los reporteros que corrían de un lado a otro, miles de ojos sobre ella. Era el caos organizado de la Fórmula 1, un mundo que antes la había fascinado, pero que ahora le traía tantos recuerdos dolorosos.

—Es raro, estar aquí sin él —admitió Emilia en voz baja—. Todo me recuerda a Marco. A veces siento que si me doy vuelta, lo veré caminando hacia mí con esa sonrisa suya.

Renacer En La Velocidad | Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora