ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 27

55 2 0
                                    

Capítulo 27:Reflexiones y Reencuentros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 27:
Reflexiones y Reencuentros

▄▀▄▀▄▀▄★▀▄▀▄▀▄▀

El aire se sentía más ligero esa mañana en la casa de los Verstappen. Después de la tensa confrontación con Jos, el ambiente en la familia había comenzado a recobrar la calma. Emilia jugaba con los niños en el jardín, mientras Max, Sophie y Victoria conversaban en la sala. Sin embargo, la figura de Jos seguía rondando como una sombra, especialmente en la mente de Max, que no podía olvidar el doloroso intercambio con su padre.

—¿Crees que venga a disculparse pronto? —preguntó Max, aún sentado en el sofá, jugando distraídamente con los dedos.

Sophie asintió, cruzando los brazos mientras miraba a su hijo mayor.

—Lo conozco mejor que nadie. Tu padre tiene sus formas, pero cuando ve que se ha equivocado, reflexiona. Además, lo que le contaron los niños sobre Emilia… le hizo pensar mucho. Solo necesita tiempo para procesarlo.

Victoria, sentada junto a Sophie, agregó:

—Es obstinado, pero en el fondo, quiere lo mejor para ti. Y estoy segura de que ve que Emi es buena para ti, y para todos nosotros.

Max asintió, aunque su mente seguía cargada de pensamientos sobre lo sucedido la noche anterior. Sabía que su padre tenía dificultades para aceptar cambios, especialmente cuando esos cambios implicaban hablar de Marco. Para Jos, la relación entre Max y Emilia debía parecerle confusa, quizás hasta mal vista por lo que había pasado entre ellos y Marco. Pero Max no podía vivir bajo ese peso, no después de todo lo que habían pasado.

La voz de Emilia, riendo con los niños en el jardín, resonó en sus oídos, y sin querer, su mirada se dirigió hacia ella. La escena lo llenó de una calidez que ahogaba el malestar que sentía por dentro. Allí estaba ella, abrazada por el sol, recostada en el pasto con los niños sobre ella, siendo la persona más natural del mundo con sus sobrinos, quienes reían y la llamaban “tía” sin la menor duda. Esa conexión era la prueba más clara de que Emilia ya era parte de la familia, aunque su padre aún no lo viera.

Estaba tan inmerso en sus pensamientos, que no escuchó la puerta abrirse, y mucho menos las voces que hablaban a lo lejos. Justo cuando se levantaba para unirse a su novia y sobrinos, escuchó pasos lentos y pesados. Era Jos, que entraba al living con una expresión visiblemente más relajada, aunque en su rostro se leía la tensión que aún cargaba. Max y su hermana intercambiaron miradas antes de que Jos se plantara en medio de la sala.

—Max, ¿puedo hablar contigo un momento? —dijo Jos, su voz más suave de lo que Max esperaba.

Max asintió, aunque sus ojos no mostraban la misma calidez que solían tener.

—Claro —dijo, aunque no se movió de su lugar.

Jos miró brevemente a Sophie y Victoria, quienes se levantaron en silencio para dejarlos solos. Cuando se quedaron frente a frente, Jos suspiró, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para iniciar la conversación.

Renacer En La Velocidad | Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora