El viento helado de la noche de invierno azotaba las ventanas del cuartel general de los héroes, mientras Izuku Midoriya revisaba una y otra vez los detalles de su nueva misión. El Yule Cat, una criatura temida en los mitos navideños, había sido liberada accidentalmente por un villano en la ciudad. Su presencia traía caos y destrucción a cualquier lugar que tocara. Para algunos, era solo una leyenda, pero ahora, ese mito se había vuelto realidad.
Izuku suspiró mientras leía la información en la pantalla. No solo tenía que enfrentarse a la criatura, sino que además sería en compañía de Katsuki Bakugou. El héroe explosivo que, aunque había sido su rival durante años, compartía un pasado lleno de tensiones no resueltas.
"¿Todo listo, nerd?" La voz de Katsuki lo sacó de sus pensamientos.
Izuku levantó la vista y lo encontró apoyado contra la puerta. Siempre tan confiado, con una chispa de desafío en sus ojos carmesí. "Sí, todo listo," respondió Izuku, tratando de mantener la calma.
Salieron juntos del cuartel, el silencio entre ellos pesaba tanto como el frío. El cielo oscuro reflejaba lo que ambos sentían: incertidumbre.
Mientras caminaban hacia el sitio donde se había visto por última vez al Yule Cat, Katsuki intentó sin éxito sacudirse la incomodidad que sentía al estar tan cerca de Izuku. Habían compartido demasiadas batallas y momentos donde la vida del uno dependía del otro, pero esta misión era diferente. No solo porque se enfrentaban a un monstruo mítico, sino porque había algo en el aire, algo que los empujaba a confrontar lo que habían estado evitando durante mucho tiempo.
Izuku rompió el silencio. "He leído mucho sobre el Yule Cat... Al parecer, su poder viene de su furia, y se alimenta del miedo de las personas. Podría ser que la criatura ataque más intensamente durante la Navidad porque la gente está más vulnerable."
Katsuki resopló. "¿Y qué, entonces? ¿Se supone que nos acurruquemos y le demos una charla motivacional?"
Izuku lo miró de reojo. "No, pero entenderlo mejor nos da una ventaja. Además, su piel es casi impenetrable. Tendremos que usar nuestras habilidades al máximo."
"Eso no es problema para mí," dijo Katsuki con una sonrisa arrogante. "Solo espero que no me estorbes."
Izuku apretó los labios, tratando de no morder el anzuelo de la provocación. Había una tensión en el aire, y no solo por la amenaza del Yule Cat.
La primera aparición del Yule Cat fue devastadora. El monstruo, un felino gigantesco con ojos brillantes y garras afiladas, estaba causando estragos en un vecindario ya decorado para las festividades. Los escombros volaban por el aire mientras Katsuki y Izuku se lanzaban a la batalla. Las explosiones de Katsuki iluminaban la escena mientras Izuku intentaba atraer al Yule Cat lejos de los civiles.
"¡Izuku, no te acerques tanto!" gritó Katsuki, pero Izuku estaba concentrado en su plan.
Cada movimiento de la criatura era rápido, casi imposible de prever. Katsuki se lanzaba con furia, sus ataques impactaban al monstruo, pero parecían no hacer mucho daño. El Yule Cat rugía, y su poder parecía intensificarse con cada golpe que recibía.
En un momento crítico, Izuku fue derribado. Katsuki, movido por una mezcla de adrenalina y algo más profundo, se lanzó para protegerlo. Sus miradas se cruzaron en medio del caos, y por un breve instante, todo lo demás desapareció. Había algo en esos ojos verdes que siempre había evitado, algo que ahora no podía ignorar.
"Te dije que no estorbes," murmuró Katsuki mientras lo ayudaba a levantarse, pero su tono era diferente, casi suave.
Izuku asintió, y de repente, la batalla parecía menos importante que el latido de sus corazones.
Después de una larga y ardua pelea, lograron acorralar al Yule Cat, pero solo juntos fueron capaces de derribarlo. Izuku utilizó sus habilidades analíticas para explotar una debilidad que había descubierto en la criatura, mientras que Katsuki desató una explosión final que terminó con la amenaza.
Ambos cayeron al suelo, exhaustos pero victoriosos. La noche estaba en calma nuevamente, y la criatura yacía derrotada a sus pies. El silencio se sentía casi irreal después de tanta destrucción.
"Lo hicimos," dijo Izuku, jadeando.
Katsuki, tumbado a su lado, soltó una risa suave. "No estuvo tan mal, nerd."
Izuku lo miró y sonrió, pero algo en su expresión cambió. La distancia emocional que había entre ellos se había desvanecido. "Katsuki..."
El héroe explosivo se incorporó lentamente, su mirada fija en Izuku. La tensión que había estado construyéndose durante toda la noche estaba a punto de desbordarse. "¿Qué?"
Izuku tomó una profunda respiración antes de continuar. "Siempre ha sido más que rivalidad entre nosotros, ¿verdad? Algo que he intentado ignorar, pero no puedo más."
Katsuki no respondió de inmediato. Su rostro estaba inexpresivo, pero sus ojos lo decían todo. "Tú siempre metiéndote en mi camino," murmuró, acercándose más. "Pero tal vez siempre me ha gustado que lo hagas."
La confesión flotó en el aire, y antes de que Izuku pudiera procesarla, Katsuki lo besó. Fue un beso cargado de todo lo que no se habían dicho durante años: de furia, de frustración, pero también de algo más profundo que ambos habían reprimido.
Cuando se separaron, el frío ya no importaba. Nada importaba salvo el latido de sus corazones, sincronizados como en la batalla.
"Supongo que ya no eres tan estorbo," dijo Katsuki, sonriendo.
Izuku rió, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz. "Y tú sigues siendo un idiota, pero tal vez siempre me ha gustado eso."
Con la amenaza del Yule Cat eliminada y la verdad finalmente revelada entre ellos, sabían que enfrentarse a monstruos ya no sería lo más difícil. Había algo mucho más desafiante por delante: navegar en su nueva relación.
Pero por primera vez, estaban listos para enfrentarlo juntos.
————
Perdón que si es muy corto de verdad 🥹 no sabía cómo hacerlo
ESTÁS LEYENDO
Inktober Bakudeku monsters
FanfictionInktober sobre el Bakudeku en diferente universos, teniendo en cuenta la temática del día. Las imágenes utilizadas no son mías, créditos a sus respectivos dueños. -Nikol