El bosque se sentía más cerrado a medida que avanzaban. Cada paso que daban hacia el interior del oscuro y denso follaje parecía atraer más la atención de la ominosa presencia que acechaba en las sombras. El aire se volvía más frío, y un escalofrío recorrió la columna de Izuku mientras sentía que el Nachtkrapp estaba más cerca de ellos, como si los estuviera esperando.
Katsuki caminaba a su lado, con las manos listas para lanzar explosiones en cualquier momento, pero la tensión en su rostro no podía ocultarse. Aunque estaba preparado para luchar, había algo que lo inquietaba profundamente. No era solo la amenaza del Nachtkrapp; era la conexión que Izuku parecía tener con la criatura, algo que no podía entender del todo.
Finalmente, llegaron a un claro. En el centro, la luna iluminaba un círculo de piedras antiguas, y allí, entre las sombras, la silueta del Nachtkrapp emergió de nuevo. Sus ojos rojos brillaban con una intensidad sobrenatural, y sus alas oscuras se extendieron lentamente, creando una figura intimidante que cubría casi todo el claro con su sombra.
Izuku dio un paso adelante, sintiendo la atracción aún más fuerte que antes. Podía oír el latido de su propio corazón resonando en sus oídos, pero esta vez no era miedo lo que sentía. Era algo más, una especie de comprensión.
—Es parte de mí, Kacchan —dijo en voz baja, sin apartar los ojos de la criatura.
Katsuki frunció el ceño, sin entender a qué se refería.
—¿Qué mierda estás diciendo, Deku?
Izuku no respondió de inmediato. En lugar de eso, se acercó más al Nachtkrapp, sus pasos firmes pero cuidadosos. La criatura no se movió, simplemente lo observaba, con sus ojos rojos fijos en él, como si esperara que Izuku hiciera el primer movimiento.
De repente, la voz de la anciana resonó en la mente de Izuku. "El Nachtkrapp es la sombra en nuestros corazones. Refleja lo que más tememos, lo que más deseamos". Y entonces lo entendió.
Todo este tiempo, la criatura no había estado atacando a los niños del pueblo por simple maldad. El Nachtkrapp era una manifestación de los miedos y deseos reprimidos, una criatura que se alimentaba de la oscuridad en los corazones de aquellos a los que acechaba. Y en algún nivel profundo, Izuku sabía que estaba conectado a esa oscuridad, que llevaba algo de ella dentro de sí mismo.
—Yo también tengo sombras dentro de mí —susurró Izuku, como si hablara tanto para sí mismo como para la criatura.
El Nachtkrapp inclinó la cabeza, como si hubiera escuchado y comprendido. Sus alas se cerraron un poco, y por primera vez, no parecía amenazante. Era como si estuviera esperando a que Izuku tomara una decisión.
Katsuki, que hasta entonces había permanecido en silencio, dio un paso adelante, claramente incómodo con la situación.
—Deku, no sé qué demonios estás pensando, pero no vamos a dejar que esa cosa nos mate.
Izuku lo miró y sonrió levemente.
—No va a matarnos, Kacchan. Creo que solo estaba buscando algo. Y creo que ya lo ha encontrado.
Katsuki lo miró como si estuviera loco, pero algo en la calma de Izuku lo detuvo de hacer cualquier comentario sarcástico. Había algo en la manera en que Izuku enfrentaba al Nachtkrapp, algo que Katsuki no podía negar. Era como si estuviera enfrentando una parte de sí mismo que había estado oculta durante mucho tiempo.
Izuku dio un último paso hacia el Nachtkrapp, y la criatura inclinó su cabeza hacia él. Por un momento, todo el claro quedó en silencio. Luego, como una sombra que se desvanece al amanecer, el Nachtkrapp comenzó a disolverse en el aire, sus alas y su cuerpo desapareciendo en una nube de sombras que se desintegraba lentamente hasta que no quedó nada más que el claro vacío.
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Inktober Bakudeku monsters
FanfictionInktober sobre el Bakudeku en diferente universos, teniendo en cuenta la temática del día. Las imágenes utilizadas no son mías, créditos a sus respectivos dueños. -Nikol