==3 meses antes==
Juan Carlos
El timbre del departamento de María suena como un eco lejano en mis oídos. Llevo unos minutos tocando y nadie responde. Un presentimiento de mierda me recorre la espalda.
<<Algo no está bien aquí>>
Saco las llaves de repuesto que me dio para continuar con la mudanza y abro la puerta. El silencio que me recibe es denso, casi palpable.
—¿María? —mi voz resuena en el departamento aparentemente vacío.
Avanzo por el pasillo, notando las llaves del carro de Marce en la encimera de la cocina. Supongo que Rafael vino por su camioneta y dejó el carro.
Al llegar a la sala, veo ropa tirada por el suelo. Me agacho para examinarla y me doy cuenta de que está rota, como si la hubieran arrancado con fuerza.
<<¡Qué Carajo...!>>
Un sollozo ahogado me llega desde la habitación de María. Apresuro el paso y la encuentro sentada en el borde de la cama, con el pelo mojado como si acabara de salir de la regadera. Sus ojos están hinchados y rojos, evidencia de un llanto prolongado.
—María... —Mi voz es apenas un susurro.
Ella levanta la mirada y, al verme, su rostro se contrae en una mueca de dolor que me parte el alma. Sin pensarlo dos veces, me acerco y la envuelvo en un abrazo.
Es como si ese gesto hubiera abierto las compuertas. María se derrumba en mis brazos, su cuerpo sacudiéndose con sollozos incontrolables. La aprieto contra mi pecho, sintiendo cómo sus lágrimas empapan mi playera.
—Shhh... tranquila, aquí estoy —murmuro, acariciando su espalda en un intento por calmarla.
Poco a poco, entre hipidos y sollozos, María comienza a hablar. Me cuenta sobre la visita de Rafael, la discusión que tuvo hace unos días en su casa, y finalmente... lo que pasó en la cocina. Con cada palabra, siento cómo la sangre me hierve en las venas.
—No sólo me grito a la cara que era una Puta ... —El sentimiento no la deja hablar — sino que me trato como tal ...
<<Pinche Rafael... ¿cómo pudo hacerle esto?>>
—En serio Juan... vino ... me cogió y se largó ... — El pecho le tiembla al hablar — Al ultimo me "regalo" una mirada cargada de resentimiento ...
Le doy espacio a que termine de sacar todo lo que le duele. Es demasiado para ella.
—Y luego... luego le dije que si no era suficiente todo lo que teníamos como para que ... confiara por lo menos un poco en mi — Su voz se rompe con los hipidos que no la dejan continuar — me dijo que no era suficiente y se largó —su voz se quiebra al final, desatando una nueva oleada de llanto.
La rabia me consume. Rafael es mi mejor amigo, mi hermano, pero en este momento lo único que quiero es partirle la madre. ¿Cómo pudo dudar de María? ¿Cómo pudo lastimarla así?
—María, mírame —le digo, tomando su rostro entre mis manos—. Nada de esto es tu culpa, ¿me oyes? Nada.
Ella asiente débilmente, pero puedo ver que no me cree del todo.
—Te juro que vamos a resolver esto —le prometo, la determinación tiñendo cada palabra—. Voy a hablar con Rafael y...
—No —me interrumpe, su voz ronca pero firme—. No quiero que hables con él. Esto... esto se acabó.
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Más Allá del Juego ... Las reglas cambian
RomanceMás allá del juego - Las reglas cambian María pensó que había encontrado su final feliz con Rafael, pero el destino tiene otros planes. En esta apasionante secuela de Más allá del juego, nuestros protagonistas se enfrentan a nuevos desafíos que pond...