5° Curso. La Orden del Fénix. Cambios y la Legendaria Sala de las profecías.

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Cuenta Lía.

Cuando llegamos a Hogwarts fuimos al Gran Comedor y después de la cena fui al despacho del director.
-Profesor Dumbledore. Tengo muchas cosas que decirle.
-Adelante Lía. No te interrumpiré.
-Bien.- respiré hondo. -Empezaré por el principio. He estado investigando lo que me pidió y he descubierto cosas pero no puedo estar segura. Creo que Tom Riddle hizo Horrocruxes y uno de ellos era el diario que tantos problemas trajo en segundo curso. Lo deduje antes antes de las vacaciones pero quería investigar más cosas. Ahora se que seguramente cuando Tom vino a pedir trabajo en Hogwarts vino también a buscar objetos importantes de los cuatro fundadores. Y he llegado a la conclusión de que la Copa de Helga Hufflepuff, la diadema de Rowena Ravenclaw y el guardapelo de Salazar Slytherin son Horrocruxes. ¿Hasta aquí alguna pregunta?
-¿Cómo sabes que esos objetos?- preguntó curioso.
-Porque Tom consideraba Hogwarts su único hogar. Y creo que también hay otros Horrocruxes más, y entre ellos el diario, pero alguna reliquia familiar, o alguna cosa cercana, a parte de que, no me gusta nada pero es lo que es, Harry tiene una parte del alma de Voldemort en su cuerpo, y yo tengo una parte del alma de Harry en mi cuerpo.
-Pero...- Dumbledore no sabía que decir.- Tú eres un Horrocruxes de Harry ¿no?
- No profesor. Yo tengo una parte de su alma por haberlo protegido esa noche. Por eso puedo saber los sueños que tiene y por eso el año pasado me afectó tanto que se enfadase conmigo. Yo tengo una unión con Harry.
-Interesante. Nunca lo hubiera pensado. Desde ahora deberás intentar descubrir Horrocruxes y destruirlos. ¿Pero con que?
-Él diario fue destruido con un colmillo de Basilisco. Pero la espada tiene impregnada el veneno de Basilisco por lo que creo que me la quedaré para poder destruir los Horrocruxes en cuanto los encuentre.
-Muy bien Lía. Si tienes algo más que decir soy todo oídos.
-Claro. He pensado en que en las clases sería bueno aprender a aguantar las dos maldiciones Cruciatus e Imperius.
-No puedo consentir eso Lía. Eso está prohibido...
-¿Pero usted cree que si los mortifagos me capturan van a tener en cuenta las normas del ministerio?- pregunté.
-Pues... Está bien. Severus se tendrá que apañar con dos clases adicionales.
- Y también quería hacerle una proposición.
-Me tienes interesado.
-Quiero fundar una nueva casa.
-Es una proposición un poco extraña. Pero como querías que fuese.
-Una casa que he llamado Hogwarts. Será en la que estarán las personas, que como yo, encajan en todas las casas por igual. Su sala común estaría en la cuarta planta. Justamente al lado del baño de prefectos. ¿Le parece bien?
-Muy bien Lía. Me has convencido serás la jefa de la casa Hogwarts de ahora en adelante. Ve al lugar y toma una autorización de todos los directores de Hogwarts.- dijo guiñándome un ojo.
-Claro. Buenas noches director. Muchas gracias a todos.

Al llegar al baño de prefectos encontré un cuadro que me vendría bien. Una sirena muy bella que era como yo. Pelirroja y de ojos esmeralda.
-Perdona. ¿Podrías ser la guardiana de la puerta de la nueva sala común de la nueva casa Hogwarts? Por favor.
-Claro. Encantada. Pasa.- dijo la sirena sonriendo y moviéndose hacia un lado. Ahí había pared. Con un movimiento de varita hice un pasillo y me dirigí dentro. Con otro movimiento hice un gran hueco con forma de estrella de diez puntas (una para llegar a mí habitación de jefa, otra para las habitaciones de chicas, otra para las de chicos, otra para llegar al Gran Comedor, otra para la parte de la cabaña de Hagrid y el campo de Quidditch, otra para el despacho del director, otra punta para una pequeña biblioteca de la casa, otra para un salón de reuniones, otra para dormitorio de prefectos y la última para entrar y salir desde el cuadro de la sirena). Coloqué todos los carteles y todas las cosas en su sitio a parte de sillones en la sala común, hice una chimenea, u techo en forma de bóveda en el que se veía el cielo gracias al mismo hechizo del Gran Comedor, y el escudo de Hogwarts como los cristales o vidrieras de la bóveda. Después me fui a mi habitación privada a dormir.

Al día siguiente.

Me levanté rápidamente, me puse ropa de abrigo y me dirigí a la puerta que te transportaba al Gran Comedor. Al llegar me encontré con Harry, Ron y Hermione.
-Buenos días.- les saludé.
-Buenos días Lía.- dijeron Ron Harry.
-Buenos días profesora Potter Evans.
-Señores y señorita. A desayunar. Y señor Potter debe dejar de pensar tan pesimistamente en las clases. Yo misma las tomé con el profesor Snape y aquí estoy.
-Claro señorita Potter Evans.- dijo Harry aliviándose muy poco y acordándose de lo que habíamos hablado el mismo día en el que Severus fue al cuartel.

LÍA LILY POTTER  #Wattpad Quality Donde viven las historias. Descúbrelo ahora