LÍA LILY POTTER #Wattpad Quality

La Batalla Final.

Cuenta Hermione.

Estábamos en la Sala de los Menesteres. Llevamos tres semanas ideando este plan. Pero aún así nos llevamos buenas broncas y sermones.

FLASHBACK.

Ni se os ocurra volver a iros así. Me teníais muy preocupada, sois todavía unos niños y os vais a la aventura como si lo que está pasando ahora fuese para tomárselo a la ligera.- nos gritaba la señora Weasley.
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-Necesito anunciar algo.- pidió atención Harry. -En la batalla si tenéis oportunidad de matar a la serpiente debéis hacerlo. Os daremos un colmillo de Basilisco a cada uno de vosotros. Debéis utilizarlo para la serpiente. Sólo para ella.
-Claro Harry.- contestaron a la vez Fred y George, quienes salían con Katie y Angelina respectivamente.
-Me gustaría que los adultos tuviésemos una reunión.- anunció Moddy.
Una puerta apareció y todos los adultos pertenecientes a la Orden entraron a la sala.
-Potter, Weasley, señorita Granger. Venid también.
Entramos y nos sentamos en unas sillas.
-Bien. Ahora ya podéis decirles cualquier cosa.
-Harry James Potter, Ronald Bilius Weasley y Hermione Jean Granger. ¡Cómo se te ocurre abandonar a tu hermana a su suerte, en manos de ese tirano! Ahora debe estar sufriendo todas las maldiciones que la estarán lanzando retorciéndose en el suelo. Tal vez incluso esté muerta. Deberíais haber intentado salvarla y no abandonarla.
-Sirius.- le llamó el ex profesor Lupin. -Creo que estás siendo demasiado duro.
Yo estaba con la cabeza agachada y derramando lágrimas. Unos brazos me abrazaron y yo lloré en el pecho de Ron.
-Bueno. Ahora que Black ya se ha desahogado. Lo importante de la reunión. Queremos saber por qué nos habéis dado un colmillo de Basilisco a cada uno. Una serpiente se puede matar con un hechizo.
-Eso es porque esta serpiente es diferente.

FIN DEL FLASHBACK.

Ahora ya estaban todos tranquilos, más o menos, mientras los mayores tenían otra reunión.
-La batalla empezará mañana. Iros todos a descansar. Que los profesores cojan cualquier cosa que les sirva para acabar con los odiosos mortifagos. McGonagall, ve a por el sombrero Seleccionador.
Que nervios. Mañana será un día muy importante.

Cuenta Lía.

Estaba en los calabozos. No hay nadie aquí y esto es muy aburrido. Los mortifagos están todos arriba. Tom se ha ido y aún no ha vuelto. Y todos los prisioneros han acabado muertos. La noche ha caído en Inglaterra y falta media hora para medianoche.
-Lía. Vamos. El Señor Tenebroso acaba de llegar y quiere verte en el despacho de mi padre.
Me levanté del suelo y salimos los dos. Draco para simular me ha cogido las manos con una cuerda y tiene su varita en mi cuello.
Subimos y pasamos por pasillos que ni había visto, solo había visitado el salón y el calabozo, y al final de tres corredores llenos de puertas llegamos a una puerta. Draco llamó y la puerta se abrió.
-Veo que la traes sin problemas Draco.
-Claro mi señor. Sólo hace falta poner una varita mágica en su cuello y no se mueve ni intenta escapar.
-Perfecto Draco. Ahora puedes retirarte.
Draco se fue y Tom me miró dando círculos a mí alrededor.
-Nargini estará viva. No conseguiréis matarla. Y de esa manera nunca acabareis conmigo.
De repente se oyó un estruendo en los jardines y Tom se asomó a la ventana.
-¿Cómo han podido entrar?- preguntó frustrado.
-Fácil. Son listos y no me dejaran aquí.
-Pues si a por ti venían les costará llegar aquí. Los mortifagos ya se han movilizado. Además están en un terreno que no controlan.
-Eso lo sé. Pero son muchos.
-Nosotros también. No voy a quedarme aquí sentado mientras tus amigos intentan rescatarte.
Tom me tomó del brazo y aparecimos en una caseta bastante pequeña y sucia en los jardines de la Mansión Malfoy.

Cuenta Harry.

Entramos en los terrenos de la Mansión Malfoy. Los mortífagos empezaron a salir y luchar contra nosotros. Había gente por todos lados. Los tres nos adentramos de manera sigilosa a la Mansión gracias a la capa. Dentro había demasiados mortífagos. Estaban patrullando de un lado a otro. Solo se veían capas negras y máscaras blancas. Los componentes de la Orden entraron seguidos por los profesores.
Se creó una batalla en menos de cinco segundos. Los hechizos volaban por todos lados. Nosotros nos resguardamos en una esquina. Maldiciones asesinas volaban de parte de los mortifagos y hechizos de desarme y de aturdimiento de nuestro lado. Nosotros lanzábamos los que podíamos cuando se nos presentaba la oportunidad.
Una punzada demasiado fuerte me dio y entonces ya no me encontraba debajo de la capa invisible.