23 | El regate perfecto

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— ¿Seguro que estoy bien o solo me lo dices porque eres mi madre? — pregunto mirándome por el retrovisor del coche.

— Te prometo que estás perfecta — dice mi madre mirándome con cariño. — Además, la familia de Pau ya te conoce y todos te aman, no tienes que preocuparte por el qué dirán.

— Lo sé mamá, pero como es la primera cena familiar oficial...

— Todo va a salir bien — dice mi madre optimista.

Asiento tratando de convencerme de lo que dice, respiro profundo y bajo del coche, hemos llegado a la casa familiar de los Cubarsí en Girona.

Llamamos a la puerta y nos recibe Irene con una enorme sonrisa, hacía mucho tiempo que no coincidíamos, está preciosa.

— ¡Ay por fin! — dice contenta. — ¡Os estábamos esperando! ¡Estáis guapísimas! — dice antes de darnos un abrazo a cada una.

— ¡Tú sí que estás preciosa Irene! — contesta mi madre con cariño.

— Cuñadita por fin puedo llamarte así — dice dirigiéndose a mi, siento mis mejillas arder de vergüenza.

— Hola Irene, ¡cuanto tiempo!

— Muchísimo, Pau te quiere solo para él — se queja haciéndome reír.

Colgamos los abrigos en la puerta y vamos con Irene a al salón donde se encuentran los demás miembros de su familia.

Primero saludo a los padres, me da un poco de vergüenza porque ellos me conocen de toda la vida por ser amiga de Pau y ahora todos saben que somos novios.

— Olivia estás preciosa — dice la madre recibiéndome en un abrazo cariñoso. — ¿Sabes que siempre has sido una más de nuestra familia? — pregunta mirándome con ternura.

— Gracias, siempre me habéis hecho sentir muy cómoda — contesto con una sonrisa.

— Pensábamos que Pau nunca se declararía — dice el padre haciéndonos reír. — Nos alegramos de tenerte aquí con nosotros, eres la persona con la que todo padre desea que esté su hijo.

— Ay gracias — respondo sincera, es muy bonito que crean eso de mí, busco a Pau que lo mira todo con una de sus características sonrisas. — Significa mucho para mí, que siempre me tratéis tan bien y me hagáis sentir como una más.

— Siempre hemos sabido que eras algo más que una amiga para nuestro pequeño — me responde, Pau se sonroja.

Saludo a los perros que corretean por el salón y finalmente llegó a Pau, me da mucha corte saber que todos nos están mirando, así que simplemente le doy un abrazo.

— Estás muy guapa — es lo primero que me dice.

— Tu también — digo sin sepárame de sus fuertes brazos.

— ¿No me vas a dar un beso? — me susurra Pau al oído mientras acaricia mi espalda.

— Me da vergüenza — respondo del mismo modo.

— A mí también — ríe y besa suavemente mi cuello. — Vamos un momento a mi habitación, quiero enseñarle una cosa a Oli — anuncia al resto cuando nos separamos.

— No tardéis mucho, la cena está casi lista — dice su madre.

— La puerta abierta — dice su padre haciéndonos sonrojar.

Oímos como empiezan a hablar de las juventudes y decidimos que es buen momento para huir, vemos que Irene también aprovecha para salir al patio con los perros.

— ¿Qué querías enseñarme? — pregunto al llegar a la habitación de Pau, es muy diferente a su habitación de Barcelona, es mucho más grande y está más decorada.

— En realidad quería una excusa para besarte — dice acortando la distancia y depositando un beso tierno sobre mis labios y sus manos sobre mi culo. — Amo la forma en la que todos los vestidos se ciñen a tu precioso cuerpo.

— Y yo amo lo sexy y guapo que te ves cuando llevas trajes, estoy segura que pronto te saldrán ofertas para modelar y tendrás a miles detrás — digo pasando las manos por su pecho y sus fuertes brazos.

— No me interesa tener a miles, solo me interesas tú — dice atrayéndome hacia él y volviendo a besar mis labios solo que esta vez con más intensidad.

Sus manos bajan hacia mis piernas, las coge y rodeo su cintura con ellas, me lleva hasta el escritorio para estar más cómodos y seguir con los besos. Poco a poco los besos comienzan a ser más desesperados como si necesitáramos más del otro, las manos de Pau siguen explorando mi cuerpo hasta que finalmente las lleva a mis tetas, primero masajea la zona y después aprieta haciendo que un jadeo se escape de mi boca y una sonrisa de su boca.

— Dios Olivia me vuelves loco — dice en un suspiro.

Vuelvo a atacar sus labios como si no pudiera estar sin ellos y dejo que mis manos también exploren el cuerpo ajeno, joder cómo se nota el gimnasio, está muy fuerte.

Unos golpes en la puerta hace que nos separemos de golpe, tenemos el tiempo justo de Pau sentarse en la cama y yo de acomodarme el vestido antes de que Irene se asome por la puerta.

— Dice mamá que bajéis ya para cenar — nos avisa y añade con una sonrisa — voy a fingir que no me he dado cuenta de lo que ha estado pasando.

Pau y yo nos sonrojamos e Irene se ríe de eso, después nos recomienda bajar en un par de minutos para que no se note tanto el calentón que tenemos encima.

— ¡Que bonita foto! — digo mirando el tablón que tiene colgado, en ella aparecemos Pau y yo chiquititos sin los dientes de leche pero de la mano y con un balón de por medio, seguro es una foto del primer año.

— Es mi foto favorita — responde mirándola con nostalgia.

Sigo mirando el tablón y veo que salgo varias veces, se puede ver que Pau siempre me ha querido mucho y, sin embargo, yo estaba tan pendiente en no dejar entrar a nadie en mi vida y regateando cada posible pretendiente, que jamás me plantee la posibilidad de encontrar en Pau eso que tanto me daba miedo.

Es irónico que siendo defensor, hayas derribado mi defensa y hecho el regate perfecto hacia mi corazón — razono con una sonrisa, feliz de que así haya sido.

— Es que soy un defensa muy completo — dice haciéndome reír. — De hecho te puedo enseñar mis múltiples facetas...

— Aunque suena muy tentador, creo que deberíamos bajar ya, no quiero traumatizar más a tu hermana — respondo haciéndole reír.

Bajamos al comedor donde ya todos nos esperan, nuestros padres no paran de hacernos bromas al respecto, pero termina siendo una agradable velada de Nochebuena y la primera vez en muchos años que mi madre y yo no estamos solas.

***

N/A: ¡Muchas gracias por el apoyo! ¡Me parece increíble ver como poquito a poco somos cada vez más! Hice una portada nueva, espero que os guste.

Por cierto, he pensado en hacer una historia paralela de Héctor y Rayo, pasaros por mi perfil a ver esa fanfic si os parece buena idea

El regate perfecto || Pau CubarsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora