4 | Ankara Messi

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Narra Pau

— ¿Qué crees que es mejor este vestido o una falda con un top? — me dice Olivia mostrándome sus posibles outfits.

Había extrañado tanto a Olivia durante estos meses, que cuando nos invitó a salir todos de fiesta acepte y la acompañe a casa para que se pueda cambiar.

— Estoy seguro de que los dos te quedarán bien — respondo sincero.

— Ay no me ayudas en nada — responde haciéndome reír y metiéndose en el baño de su habitación.

Aprovecho para leer los mensajes, mis amigos hablan de las ganas que tienen de una noche de descontrol, ya que mañana tenemos día libre, y de las ganas que tienen de ligar, como se nota las hormonas revolucionadas de la edad. Me iba a salir del chat cuando me llega un mensaje de Lamine: "menos estar con el móvil y más mover ficha con Oli", Héctor contesta: "Ankara Messi" y eso desencadena una ola de mensajes de lo mismo.

La verdad a estas alturas, ya no me molesto en disimularlo con mis amigos, todos coinciden en que miro a Olivia de forma diferente al resto, supongo que porque desde el primer día que apareció en mi vida con dos lazitos en la cabeza combinados con la equipación del Barça y con esa sonrisa tan grande supe que ella era especial. Desde entonces cada día que paso con ella confirmo ese pensamiento.

Sale del baño con un vestido negro corto que se ajusta muy bien a su cuerpo, pasea como modelo y después de dar un giro me pregunta — ¿Te gusta o es muy atrevido?

— ¡Wow Oli! ¡Estás increíble! Te queda súper bien — digo sin poder apartar la mirada de su precioso cuerpo, siempre ha tenido un cuerpazo pero después de los duros entrenamientos de los últimos meses está mucho más definida. Aparto la mirada cuando me doy cuenta que es mi amiga y que no debería estar comiéndomela con la mirada, pero dios es que es tan perfecta.

— ¿De verdad o solo me lo dices porque soy tu amiga? — dice cruzándose de brazos. ¡Ay mi chiquitina ojalá pudieras verte como yo lo hago!

— Te lo prometo, estás fabulosa — respondo sincero y añado en broma. — Seguro si Lamine estuviera aquí diría que no pareces tú y Héctor trataría de ligar contigo — digo haciéndole reír.

— Lo de Lamine creíble, lo de Héctor definitivamente no — responde colocándose los complementos.

Lleva puesto un simple vestido que probablemente tenga media población femenina, pero se encarga de hacerlo en su estilo al añadirle complementos como una chaqueta de cuero, las medias de rejilla, los collares, los pendientes y sus botas. Estoy muy enamorado, no puede ser que simplemente verla maquillarse me parece lo más interesante del mundo por encima de pasar la tarde jugando al FIFA con mis amigos.

— ¿Me estás escuchando? — Mierda.

— No, perdón, me quedé colgado pensando. — me disculpo avergonzado.

— ¿Sigues poniéndote nervioso antes de los partidos? — preguntó haciendo referencia al primer partido oficial que tenemos en 3 días.

— Si — miento.

— Lo vas a hacer genial — responde con una sonrisa tranquilizadora, increíble todo lo que me hace sentir esta personita.

— ¿Vas a venir a verme... a vernos? — rectificó rápidamente.

— Obvio eso no se pregunta — responde a través del espejo mientras termina de hacerse una coleta alta que recoge su larga melena. — Probablemente lleve una camiseta con tu nombre, porque ni loca me expongo al posible hate de las redes si piensan que soy la novia de Lamine.

— Gracias — respondo con una sonrisa, es por descarte pero para mí es más que suficiente.

Una vez termina de alistarse salimos de su casa y nos dirigimos a la discoteca donde habíamos quedado con nuestros amigos, cuando llegamos al reservado VIP ellos ya se encuentran ahí.

— Llegáis tarde, ¿qué estabais haciendo? — pregunta Lamine.

— Bebés — responde Oli haciéndoles reír.

Saludo a Vicky que por fin la veo después de tanto tiempo y a nuestros otros tres amigos. Al parecer vinieron con la única intención de terminar borrachos, Oli y yo nos unimos a los juegos.

— Estamos jugando simplemente a "yo nunca" — dice Héctor.

— Si, solo que el objetivo es hacer beber a la máxima cantidad de gente — añade Rayo.

Ambos asentimos entendiendo las reglas del juego, es un poco lo de siempre, pero acelerado porque quieren pillarse la borrachera cuanto antes.

— Me toca — dice Vicky. — Yo nunca he bebido antes de cumplir 18 — todos nos reímos y bebemos ya que la mitad seguimos siendo menores. — Cuando hacemos pleno tenemos que beber otra vez — nos explica.

— Yo nunca he jugado al fútbol — dice Rayo y automáticamente todos bebemos. — ¡Qué fácil va a ser pillarse un pedo! — dice mientras todos bebemos la segunda ronda.

— Si, pero ¿metemos ya las preguntas picantes? — pregunta Héctor después de varias rondas donde todos bebemos turno doble.

— Como te gusta lo que te encanta — respondo haciéndole reír. — Dale por mi si.

Con esto empieza la ronda de preguntas donde me toca reírme de todas las cosas que han hecho mis amigos porque tengo una nula experiencia sexual, miro a Oli y parece estar en la misma situación que yo, pero al menos se lo está pasando bien.

— Olivia guapa ¿bailas?— un chico interrumpe nuestro juego, inevitablemente me sale mirar mal al chico y cuando Oli acepta me molesto aún más.

Les veo bailar y no puedo evitar pensar en lo estupido que soy, yo le tenía que haber invitado y no el imbécil ese. Me dice Lamine que es un chico que va a su insti, pero ni aún así consigo que desaparezca la molestia.

— ¿Celoso Cubarsí? — me pregunta Lamine viendo como no soy capaz de centrarme de nuevo en el juego.

— ¿Qué clase de defensa permite que le quiten a su chica en la cara? — pregunta Héctor.

— No puedo hacer nada — respondo resignado.

— Puedes quedarte aquí poniendo a prueba cuanto tarda en reventarte la vena de la frente o puedes actuar — me dice Rayo, genial ahora la mejor amiga también sabe.

— ¿Pero qué hago? — me encuentro totalmente perdido, hacía mucho tiempo que no salía con Oli de fiesta y antes no me molestaba verla con los demás.

— Invente Román, invente — dice Héctor, mi amigo tiene una frase futbolística para cada ocasión.

Todos me dan ánimos y me levanto decidido, pero todo eso desaparece cuando veo que el chaval se acerca peligrosamente a los labios de mi amiga y que ella en lugar de alejarse lo que hace es recibirlos gustosamente.

— Soldado caído en combate — digo volviendo a la mesa y bebiendo lo que queda en la botella.

El regate perfecto || Pau CubarsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora