El regate perfecto || Pau Cubarsí

29 | Celos

— No sé si estoy más feliz de veros cumplir vuestro sueño o de que vayamos a volver a jugar juntas — dice Vicky sacándonos una sonrisa.

— Esto es muy fuerte — digo aún si creérmelo.

— You make me feel like I'm livin' a teenage dream — comienza a cantar Rayo como si fuera Katy Perry haciéndonos reír y que la acompañemos con el estribillo.

Salimos al campo de entrenamiento juntas, a las novatas nos hacen túnel de collejas para darnos la bienvenida al equipo, yo como soy más lenta me llevo alguna más, pero he de admitir que es gracioso.

— ¡Ay mira han venido los chicos! — digo mirando a la grada.

— Falta Héctor — se da cuenta mi amiga con cara de decepción.

— Estará hablando con el mister, en la ducha o algo — trato de justificar a nuestro amigo. — No se perdería este día, sabiendo lo importante que es para nosotras, lo importante que es para ti.

No muy convencida de mis palabras nos ponemos a escuchar las indicaciones del entrenamiento y cuando veo su sonrisa aparecer no me hace falta darme la vuelta para saber que Héctor ha venido, está muy enamorada, ¿yo también estaba así de ciega?

Empezamos a hacer los ejercicios y es muy gratificante ver que nuestra conexión lateral-medio-extremo en la misma banda sigue intacta, aunque me gusta jugar más de delantera, pero es guay jugar con mis amigas de toda la vida por la misma banda.

Por no hablar de lo maravillo que es jugar con gente a la que admiras tanto y lo genial que es que ellas hagan bromas con nosotras como si fuéramos unas más, porque eso es lo que somos, parte (temporal) de este equipo, es un puto sueño.

Cuando acabamos de entrenar nos dicen que si queremos grabar un vídeo para el canal de YouTube del club y para Barça One para que los aficionados nos conozcan más, ambas asentimos.

Vamos a avisarle a los chicos que tardaremos más en salir porque tenemos que grabar el vídeo.

— ¿Habéis escuchado toda la conversación? — preguntan Alejandro y Héctor alarmados actuando muy raro, los demás se ríen nerviosos.

— ¿Por? — pregunto curiosa.

— No por nada — responden a la vez.

— Estáis muy raros — les digo mirándoles extrañada yendo a darle un abrazo a Pau.

— Seguro estaban hablando de chicas y les hemos interrumpido — dice Rayo divertida, ellos niegan rápido y por la mirada de Pau sé que es verdad. — Bueno yo me voy rápido a la ducha que no quiero salir en el vídeo así de apestosa — dice con cara de asco y añade para el resto. — No me despido porque os quedáis aquí esperándonos, no es pregunta, es una obligación — dice y cuando todos aceptan se va dando saltitos cantando la canción de Katy Perry, todos vemos cómo se marcha con una sonrisa y me doy cuenta que los chicos están aliviados, ¿que están ocultando?

— Bueno yo también debería irme — digo, seguramente les de alivio que me vaya yo también para volver a su conversación sobre esas chicas que hemos interrumpido o sobre eso que felizmente para ellos no hemos escuchado.

— Lo habéis hecho súper bien — me dice Pau tirando de mi mano cuando ya me iba.

— Gracias — respondo, suena más borde de lo que pretendía.

— ¿Estás bien? — me pregunta extrañado.

— ¿Tú qué crees? — no le doy tiempo a responder y me voy siguiendo los pasos de mi amiga.

En los vestuarios todas las compis me felicitan y me dicen que Rayo y yo deberíamos ir a la cena de equipo del viernes, no me hace falta saber su opinión para aceptar por las dos.