Había sido de las afortunadas que habían logrado no solo una tarjeta física (porque ya eso como que era mejor hacerlo por correo electrónico), sino que también la había recibido de las manos de uno de los dos.
Como buen alemán, Lars me entregó el sobre meses antes del evento: la ceremonia, que iba a ser únicamente civil (en alemán con interpretación consecutiva en francés), estaba programada para el sábado 9 de abril a las 10.30 en el Redoute ($$$$) y se acababa a las 18.30, por lo que requerían una actitud secular y vestimenta de día (colores pasteles para las mujeres, y gris, celeste y beige para los hombres). Querían saber especificaciones alimentarias, como el modus vivendi (veganismo, pescetarianismo, Keto, etc.) y alergias pertinentes (soya, gluten, maní, etc.); y otras cuestiones con las que uno se tenía que comprometer a pesar de que fueran alterables con el paso del tiempo, como saber si para ese entonces se iba a tener una pareja, o bien, antojo de pollo, carne o cerdo.
Me gustó ver que la invitación estaba dirigida también a "unsere liebe Bea".
En confidencia, Lars me dijo que se habían decidido por esa fórmula porque, aunque no era una mentira que la querían (no voy a decir nada sobre eso), pesaba quizá un poco más el hecho de que no estaban seguros de cómo se escribía su apellido porque, habiendo intentado agarrarlo de sus redes sociales, no habían sabido qué hacer con los "Bea P.". Coline había querido agregar su nombre detrás de mi apellido no como una solución a la incógnita, sino como un guiño a lo que ella consideraba que era un problema para mí y que, con eso, podía darle un "empujoncito" bastante necesario. Pero él se había negado precisamente porque no era con la mejor intención del mundo.
La verdad es que, hasta ese momento, nunca me había puesto a pensar en eso de los apellidos. Como "Beatriz Falkenstein" sonaba extraño (igual de extraño que si yo me apellidara Ponce), le pregunté a Lars cómo iban a hacer ellos en lo que a ese tema se refería: ¿sería Lars "Cornet", Coline "Drechsel", o cada quién se quedaría con lo que ya tenía?
No había terminado de hacerle la pregunta cuando me di cuenta de que ya sabía la respuesta: ni siquiera se habían detenido a reflexionar al respecto. Seguirían la tradición y ya.
Eso, el hecho de que ellos gozaran de la comodidad del orden establecido, me hizo dudar de si el matrimonio era verdaderamente complicado o si era yo la que lo estaba complicando en mi cabeza al establecer una diferencia entre su situación y la mía.
La idea de que quería algo que ni siquiera entendía bien me rebasaba.
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Esa mañana amanecí con Bea entre las piernas.
Si había una mejor manera de despertarse un sábado, no sé cuál era.
Después, en ese período de ultrahueva que nos pegaba y que hacía de preámbulo a las necesidades y a los antojos gastronómicos, se puso a hacerme piojito.
Ya varias veces me había advertido que mis orejas se le hacían irresistibles porque eran suavecitas (oigan, cada quién, porque a mí eso me relajaba), y que tomaba mis aretes como de terapia táctil: le gustaba repasar las formas que me perforaban.
Mientras lo hacía, se repetía a sí misma en voz baja el lugar, el año, la razón por la que me había hecho perforar y el significado de cada uno (una vez, bromeando, me dijo que así había sido como había aprendido a citar en APA). Siempre lo hacía en orden: las argollas que ubicaba en aquel año de los ochenta, en El Pilar, pocos minutos después de que mi mamá me pujara, y no tenía más significado que la tradición y un regalo de cumpleaños del Opa; un taco miniatura que me había hecho para mi graduación del colegio y que luego había ido cambiando (y elegantizando) según me gradué del Bachelor y luego del Master; una barrita en la parte superior del lóbulo derecho con los que marcaba mi mudanza a Auckland y un circulito en el tragus derecho con el que marcaba la de Bonn.
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Huevos Tibios
Romance"Huevos Tibios" es la historia de una amistad de toda la vida entre dos mujeres cuyas vidas se cruzan y se separan por mano ajena en los momentos más esperados. La narradora, cuyo nombre nunca se da a conocer, reconstruye, a través de episodios dulc...