60

213 43 17
                                    

Desde el momento en que Marvin fue expulsado del centro, una notable transformación se sintió en el ambiente.

Oscar, aunque aún afectado por el resentimiento que Marvin le había dejado, comenzaba a encontrar más espacio para respirar, para reconectar con otros sin el peso de la competencia destructiva.

Los rumores de la pelea entre él y Marvin se mantenían vivos entre los más cercanos al incidente, pero fuera de eso, el centro volvió a un ritmo más sereno, sin la constante tensión que Marvin había dejado atrás.

Los pasillos, que antes parecían estar impregnados de su presencia arrogante, se volvieron más tranquilos, y la relación entre los demás entrenadores y deportistas también se relajó. Sin embargo, no podía ignorarse el vacío dejado por Marvin; muchos se preguntaban si la salida de alguien tan talentoso y competitivo realmente beneficiaría al centro en el largo plazo, o si había sido simplemente un alivio momentáneo.

La paz que siguió a su expulsión también trajo consigo un cambio en la forma en que los deportistas se veían a sí mismos, sobretodo a los nadadores de distancia.

Sin la sombra de Marvin, el centro parecía haber encontrado un nuevo propósito: enfocarse en lo que realmente importaba, el desarrollo y el respeto mutuo, en lugar de estar atrapados en la competencia destructiva y la egoísta ambición de unos pocos.

Oscar, por su parte, aún estaba lidiando con las secuelas de la pelea, pero se sentía más libre para centrarse en su propio crecimiento y en sus nuevos objetivos, lejos de la figura intimidante que había sido Marvin.

La piscina de rehabilitación estaba tranquila, con el sonido del agua filtrándose suavemente por los canales del cubículo de agua. El aire era fresco, con una ligera brisa que entraba por las ventanas abiertas, y el reflejo del sol en el agua creaba destellos que iluminaban con delicadeza las paredes de la sala.

Oscar estaba organizando algunos equipos y conversando con Mark sobre los jóvenes que están comenzando a aprender sobre waterpolo. Dan, en su descanso, no estaba cerca.

— Oscar, ¿puedes darme una mano con esto? — dijo Alex, entrando en la piscina con una caja de equipo en las manos, mirando a Oscar con una ligera sonrisa de incertidumbre — Es un poco más de lo que esperaba mover solo.

Oscar levantó la vista de los papeles que estaba revisando, se acomodó en su silla y mostró una ligera sonrisa.

— Claro... ¿Qué es? — respondió Oscar, estirándose y preparándose para levantarse.

Alex se acercó a un rincón y comenzó a sacar equipo de la caja.

— Un par de equipos para los pacientes... Como algunos pacientes son también míos, tengo que reorganizar todo antes de la siguiente consulta.

Oscar se levantó, estirándose antes de ir a ayudar, mostrando un movimiento suave de sus hombros y brazos. A pesar de su suspensión, seguía en forma.

— No hay problema.

Alex asintió, pero observó a Oscar con una ligera preocupación.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó, su rostro serio mientras miraba a Oscar de reojo — Todavía no puedo creer que te hayan suspendido...

Oscar suspiró y miró hacia el lado opuesto, manteniendo su tono tranquilo mientras movía algunos equipos.

— No me lo esperaba, la verdad... Pero ya sabes cómo es esto... El reglamento es el reglamento... Y... Solo tengo que centrarme en otras cosas mientras tanto.

Alex lo miró fijamente por un momento, luego continuó organizando los equipos.

— ¿Te molesta? — preguntó en voz baja, sin desviar la mirada — Lo que pasó, quiero decir... Te vimos.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora