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El partido de práctica de waterpolo estaba en su punto más alto.

La piscina era un manojo de actividad, salpicaduras de agua y gritos de aliento llenaban el ambiente. Oscar estaba en su elemento, moviéndose con una agilidad impresionante, como si el agua fuera su hogar natural. Con la mirada fija en el balón, lideraba a su equipo con una determinación que no dejaba lugar a dudas sobre su capacidad.

Desde las gradas, Alex, Valerie, Dan y Sam y otros más del centro que estaban a nada de empezar a entrenar, aunque los primeros mencionados formaban un improvisado equipo de porras para apoyar a Oscar.

Alex agitaba los brazos con entusiasmo, Valerie aplaudía y gritaba palabras de ánimo... Dan, aunque menos efusivo, tenía una sonrisa orgullosa en el rostro, y Sam se unía al grupo con un entusiasmo contagioso, levantando el puño en señal de apoyo cada vez que Oscar tomaba el control del balón.

Oscar, concentrado, recibió un pase rápido y, sin perder tiempo, se impulsó hacia adelante con una potencia asombrosa. La defensa del equipo contrario intentó interceptarlo, pero con un movimiento rápido y aerodinámico, Oscar esquivó a su oponente y lanzó el balón hacia la portería. El balón surcó el aire y entró en la red con precisión milimétrica. El primer gol del partido, nada más y nada menos que de Oscar.

— ¡Sí! ¡Vamos Oscar! — gritó Alex, casi saltando de su asiento.

—¡Tú puedes Os! — añadió Valerie, su voz resonando por encima del ruido.

Dan y Sam intercambiaron una mirada de aprobación, sabiendo lo mucho que significaba para Oscar este partido. Oscar, sin perder un segundo, volvió a su posición y se preparó para el siguiente ataque.

— ¿A qué hora viene Jacob, Dan? — dijo Sam, sin quitar la mirada del balón que iba volando entre los jugadores que lo atrapaban y lo lanzaban.

— No tardará mucho... — dijo Dan, mirando también como el capitán se desenvolvía con una gran destreza aen el agua —  Aunque viene desde lejos siempre procura llegar temprano...

— ¿Desde dónde viene?

— Liverpool

Los ojos de Sam se abrieron como platos, porque él tiene familia allá...

— Está lejísimos, es como a 8 horas en auto...

— Bueno, él toma el tren rápido, hace 2 horas nada más 

— Ah, bueno, entonces no tarda mucho...

Poco después de iniciar, el equipo contrario intentó un contraataque, pero Oscar estaba preparado.

Interceptó el balón con facilidad y, con una serie de movimientos rápidos, se abrió paso hacia la portería una vez más. La tensión en el aire era palpable mientras todos los ojos estaban fijos en él. Con una destreza impecable, Oscar lanzó el balón, que nuevamente se deslizó por el agua antes de entrar en la portería con un chapoteo decisivo. Segundo gol de Oscar.

— ¡Sí! ¡Ese es mi amorcito! — gritó Sam, completamente emocionado, aunque luego entró en shock por lo dicho, agradecido porque el grito de la gente logró silenciar su grito — ¿Qué acabo de decir?

— Te oí... No te preocupes — dijo Dan, riendo en voz baja — Es normal que digas cosas así, después de todo te gusta

— ¡Vamos! — Valerie aplaudía con entusiasmo, su energía inagotable.

— ¡Son todos tuyos Os! ¡Acábalos! — añadió Alex, su voz casi ahogada por el ruido de la multitud.

Dan sonrió, sabiendo que Oscar había trabajado duro para llegar a este nivel de habilidad. Estaba claro que su esfuerzo y dedicación estaban dando frutos.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora