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Después de desayunar, Dan y Jaekyung se encontraban en la estación de tren, esperando a que apareciera el anuncio del tren rápido hacia Richmond-upon-Thames. Ambos estaban en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos mientras observaban a la gente pasar de un lado a otro.

— ¿Tienes algo planeado para el siguiente sábado? — preguntó Jaekyung, rompiendo el silencio entre los dos.

— No, la verdad es que no — respondió Dan — A lo mucho daría  consulltas a más pacientes por videollamada, pero de ahí en fuera, nada... cre- — Dan estaba a punto de añadir algo más, pero en ese instante, el anuncio del tren apareció en las pantallas, y el sonido de las puertas abriéndose en el andén, que no estaba lejos, los interrumpió, y ambos corrieron hacia este.

Jaekyung asintió, esbozando una leve sonrisa mientras observaba cómo la gente comenzaba a moverse hacia el tren.

— Bien— murmuró el azabache para sí mismo, aunque Dan apenas lo escuchó.

Ambos se acercaron al andén, y Jaekyung dejó que Dan subiera al tren. Mientras encontraba un lugar para sentarse, Dan no pudo evitar preguntarse qué estaría planeando Jaekyung para el sábado. Aunque no lo dijo en voz alta, una parte de él sentía una pequeña emoción al pensar en lo que podría ser.

Horas después de estar en el tren y de escuchar a dos señoras pelearse porque una la miró feo, Dan llegó sano y salvo, aún teniendo reflejo muscular allá abajo por el sexo que tuvo, llegó a su casa. 

El fisioterapeuta se encontraba en su sala, terminando de acomodar algunas cosas antes de cenar. De repente, su laptop comenzó a sonar con la notificación de una videollamada.

Al acercarse, vio que era Yoongu, desde Corea. Con una sonrisa, aceptó la llamada y se conectó, pero su sonrisa se desvaneció al ver la expresión de su amigo.

Yoongu tenía los ojos hinchados y rojos, había estado llorando. La tristeza en su rostro era palpable, y Dan, instintivamente, activó su modo de "papá protector".

— Yoongu, ¿qué ocurrió? — preguntó Dan con voz suave, pero llena de preocupación.

Yoongu tragó saliva, tratando de mantener la compostura, pero la voz le salió entrecortada.

— Por fin hablé con Heesung... — dijo Yoongu, tratando de mantener la compostura, pero la voz le salió entrecortada.

Dan no necesitó escuchar más para entender que la conversación no había salido bien...

— ¿Y qué te dijo? — preguntó con cautela, anticipando el dolor en las palabras de su amigo.

Me dijo que... que no quiere estar atado a nadie — continuó Yoongu, frotándose los ojos con la manga de su suéter, y sonando congestionado — Que quiere disfrutar de su vida de soltero, de chico en chico, sin compromisos. Yo... pensé que podría cambiar, que tal vez con el tiempo querría algo más serio, pero... él no quiere nada de eso.

Dan sintió un nudo en el estómago al escuchar a Yoongu, entendiendo lo mucho que esto le dolía. 

— Oh, Yoongu... Te comprendo, porque sé que esperabas que las cosas fueran diferentes."

Yoongu asintió, sin poder evitar que las lágrimas volvieran a brotar.

Yo de verdad lo quería, Dan — dijo Yoongu, sorbiendo por la nariz y sonándose la nariz — Pensé que había algo especial entre nosotros, pero... parece que para él solo fui uno más... Agh Dios ¿porque mi primer amor es un maldito chapulín?

Dan suspiró, odiando ver a su amigo sufrir de esa manera.

— Yoongu — dijo Dan, tomando un tono de voz un poco más firme, captando la atención del joven peleador — Mira... no es fácil, y sé que duele mucho ahora, pero esto no es el fin para ti... Tú... Tú eres una persona increíble, y sé que en el momento correcto, encontrarás a alguien que te valore como mereces...

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora