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En la calma del aeropuerto de Londres Heathrow, el momento de la despedida comenzó a sentirse como un peso silencioso entre los tres clavos.

Yoongu, con la maleta en una mano y una sonrisa llena de nervios en el rostro, no podía evitar mirar a su alrededor, buscando cualquier excusa para alargar esos últimos momentos en Londres.

Había pasado más tiempo del que esperaba en compañía de Dan, y aunque su vínculo con Jaekyung fue breve, la admiración que sentía por él había crecido aún más. Y ahora, en el umbral de su regreso a Corea, Yoongu sentía que cada despedida era una pequeña grieta que se le abría en el pecho.

Se detuvieron cerca de la puerta de embarque, el murmullo de la gente y el eco de las últimas llamadas para otros vuelos llenaban el ambiente. Yoongu se volvió hacia Dan, quien lo miraba con esa calidez y familiaridad que le daban algo de tranquilidad en medio de los nervios.

— Dan hyung — comenzó Yoongu, su voz temblando ligeramente, mientras intentaba mantener su expresión firme — No tengo palabras suficientes para agradecerte... Todo lo que has hecho, el tiempo que compartimos... de verdad, no lo habría logrado sin tu apoyo — los labios le temblaban en una sonrisa sincera, aunque apenas lograba mantenerla.

Dan no pudo evitar sonreír también, con un brillo en los ojos, y dio un paso hacia él antes de abrazarlo con fuerza, golpeándole ligeramente la espalda.

— Tú eres quien lo ha logrado, Yoongu, pero siempre voy a estar aquí para lo que necesites — dijo Dan — Cuídate, ¿sí? Sé lo grande que eres, pero recuérdalo cada día, y cuando llegues allá... dales una razón para acordarse de tu nombre.

Yoongu, al escuchar esas palabras, asintió con fuerza, tragando el nudo en la garganta mientras sentía la calidez de la despedida de Dan, separando su abrazo.

Pero antes de que pudiera responder, sus ojos se encontraron con los de Jaekyung, quien había estado observando en silencio, su postura imponente pero con una mirada que, de alguna forma, irradiaba algo diferente... un tipo de apoyo más silencioso, aunque igual de significativo.

Yoongu sintió una mezcla de respeto y nervios al acercarse a él. Pese a haber convivido menos tiempo juntos, Jaekyung representaba todo lo que él soñaba alcanzar: la excelencia en el deporte, la fortaleza y la tenacidad para superar cualquier obstáculo. Verlo ahí, junto a Dan, había sido como una especie de bendición, una inspiración que lo impulsaría a dar su mejor esfuerzo.

— Hyung, recupérate bien, el Team Black necesita que regreses fuerte para tu próxima pelea... Cuídese mucho.

Jaekyung lo miró un instante, en silencio, antes de inclinarse un poco, hasta que sus ojos quedaran a la altura de los de Yoongu. Con una seriedad que dejaba claro que no eran palabras vacías, comenzó a hablar con su voz profunda y firme.

— Yoongu, escucha bien — dijo Jaekyung — Vas a enfrentarte a un camino duro... En cada pelea, siempre vas a tener la oportunidad de ganar... pero también de perder... No te olvides de eso... Lo importante es cómo te levantas después de cada golpe, porque tu verdadero poder no se mide en un solo combate, sino en cada paso que des en esta carrera — sus ojos lo miraron, como si quisiera grabar cada palabra en la mente de Yoongu — Esto es solo el principio, ¿entiendes?... Y espero grandes cosas de ti... Supera nuestras expectativas y la del mundo entero.

Yoongu sintió que las palabras de Jaekyung le calaban hasta el alma. Nunca imaginó que alguien a quien había admirado tanto y por mucho pudiera hablarle con tanto respeto, y su corazón se aceleró con una mezcla de emociones. Sin pensar demasiado, se lanzó hacia él y lo abrazó, sus brazos rodeando el torso de Jaekyung en un gesto torpe pero lleno de cariño.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora