[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)

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[Todavía no pongan la canción, yo les digo cuando]

[Esta es mi parte favorita de la historia]

La estación de Richmond-upon-Thames estaba vacía y oscura a esa hora de la noche, y la lluvia caía en pesadas cortinas que convertían las calles en un laberinto de charcos y sombras. Jaekyung, empapado, apenas se detenía para tomar aire mientras corría hacia la casa de Dan desde que bajó del tren.

Su respiración era rápida, entremezclada con el latido frenético de su corazón, que se sentía más fuerte que los truenos que rugían en la distancia.

Cada paso resonaba en las aceras mojadas, el agua empapaba su ropa y pesaba sobre su cuerpo, pero no le importaba. La desesperación por verlo era lo único que le daba impulso.

Un par de veces resbaló en el pavimento mojado, tropezando en la oscuridad, pero rápidamente se levantaba, limpiando el lodo y fragmentos de tierra de sus manos sin detenerse.

Pensamientos desenfrenados lo asaltaban mientras corría: recuerdos de las risas, las noches que había pasado al lado de Dan, donde podía bajar la guardia y ser él mismo, lejos de los focos, las peleas y la presión de ser alguien perfecto para todos menos para él.

Había sentido esta desesperación antes, este terror de perder algo que era su ancla, su paz. Una voz persistente en su mente susurraba que, en algún lugar o tiempo, ya había experimentado esta angustia, el temor a perder a Dan. Pero esta vez... no lo permitiría.

Mientras tanto, Dan se encontraba solo en su casa, caminando de un lado a otro, mientras las emociones de la discusión con Alex y, especialmente, la de Jaekyung, aún lo consumían, pero lo que Oscar le dijo lo había dejado con sentimientos aún más encontrados.

Las palabras de Jaekyung seguían resonando en su mente, una mezcla de enojo, frustración y tristeza.

- Todavía me pregunto por qué dijo eso de una forma tan cruel - dijo, cada vez que pensaba en lo que Jaekyung había dicho, sentía como si una herida vieja, que creía sanada, se abriera nuevamentr -¿Por qué tuvo que decirlo?... Jaekyung -murmuraba para sí.

Y justo cuando el nombre de Jaekyung salía de sus labios, un relámpago iluminó el cielo, seguido por un trueno ensordecedor que resonó en toda la casa.

Dan miró a la ventana, y en la breve luz del relámpago, vislumbró una figura familiar, empapada y de pie afuera de la reja.

Era Jaekyung.

El corazón de Dan latió con fuerza en su pecho. Apenas podía creer lo que veía. ¿Qué estaba haciendo Jaekyung ahí, en medio de una tormenta?

El teléfono de Dan comenzó a sonar, rompiendo el silencio en la casa. Miró la pantalla: era Jaekyung. Con un suspiro tembloroso, respondió la llamada, aunque su primera intención era ignorarla.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó.

-Kim Dan... por favor, déjame hablar contigo - la voz de Jaekyung era casi irreconocible, rota, al borde de las lágrimas.

Dan cerró los ojos, intentando calmarse... Una parte de él quería ir a abrazarlo y hacer que se explicase, pero otra parte no quería seguir con esto, no después de todo lo que habían discutido...

Pero había algo en la voz de Jaekyung, una desesperación que nunca antes había oído, algo que hizo que Dan se detuviera... Pudo escuchar un sollozo ahogado, y su resolución empezó a tambalearse.

Sin decir nada más, Dan se dirigió al armario y sacó un impermeable. Se lo puso rápidamente y salió de la casa, cruzando el jardín hacia la reja donde Jaekyung estaba esperando, empapado hasta los huesos. Dan abrió la reja, dejando que Jaekyung entrara.