CAPÍTULO 1

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MULTIMEDIA ALISSA.

Desdé que mis padres habían muerto en un trágico "Accidente" de avión, mi vida ya no tenía el más mínimo sentido. Me dedicaba a contar las horas que faltaban para la llegada de mi muerte, me dedicaba a perderme en el alcohol y buscar otras formas de acabar con mi vida. Sólo quería morir. La soledad me invadía día y noche, a la única persona que tenía en mi vida era a mi tío, el hermano de mi papá, pero aún con todo su cariño, el dolor que me consumía lentamente por dentro era inevitable, nadie podía llenar el inmenso vacío que crecía dentro de mí con el correr de los minutos, nadie podía salvarme del borde del abismo y a decir verdad, no quería que nadie lo hiciera.

Hoy como todos los días me encontraba sola en casa, sin ningún alma cerca de mi, todo lugar era como una prisión, era como el mismo infierno.

...........

- Maldita sea esta vida - Espeté mientras me miraba en el espejo y con un fallido intento de romperlo en pedazos

Salí disparada de casa y subí a mi auto, necesitaba alejarme de todo esto, necesitaba perderme y que mejor forma que en el alcohol. Esa era mi única salida.

La noche era muy oscura al igual que todas las anteriores. Desdé hace 2 meses que mis padres murieron, nunca había visto la noche de otra forma, daba igual ahora, lo único que me importaba era cumplir mi propósito y ese era largarme de este mundo.

Entre al bar y me senté frente a la barra. El cantinero me atendió enseguida y pedí una botella de licor. Necesitaba tomarmela toda, sino, moriría de dolor. Apenas la puso frente a mi y comencé a beber de ella como loca, el cantinero me miro extraño pero enseguida se marcho a atender a otros clientes.

- Tranquila, mi amor - Susurro un imbécil a mi espalda

- Largate - Lo fulmine con la mirada

- Tranquila, sólo quiero divertirme un poco - Paso su dedo por mi espalda

Me gire rápidamente hacia él y lo empuje.

- ¡LARGATE! - Grite y todas las miradas se concentraban en nosotros

El cantinero al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, llegó enseguida.

- Deja de molestarla - Dijo el señor de unos 40 años .- O tendré que sacarte de aquí - Su voz era firme

El tipo con atuendo de secuestrador se marchó enseguida y se sentó junto a sus amigos a unos 8 metros de mi.

- Gracias - Le dije al señor, él sólo asintió y volvió a su trabajo.

Termine la botella en menos de 1 hora y aún no quería largarme de este maldito lugar, quería seguir bebiendo como loca. Le hice una seña al cantinero para que se acercara.

- ¿Que se le ofrece? - Preguntó amable

- Quisiera otra botella - Ya estaba pérdida, mi cabeza daba miles de vueltas

- ¿Esta segura? - Dijo mientras arqueba la ceja

- Si - Al menos mi voz era entendible

El cantinero se alejó y enseguida volvió con la botella, dudo en dármela pero no tenía otra opción y lo hizo. La abrí nuevamente como loca y comencé a beber de ella como si fuera agua. Unos recuerdos llegaron de golpe a mi mente, unos recuerdos en donde estaba con mis padres en París hace tan sólo 6 meses.

MI ÁNGEL OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora