MI ÁNGEL OSCURO

CAPÍTULO 16

Desperté muy temprano y con unas inmensas ganas de ir a admirar el paisaje, deseaba ver como se miraba de día. Tomé una rápida ducha con Bruce y enseguida me arregle y sin pensarlo dos veces, baje corriendo las escaleras.

Salí de nuestra nueva casa, me quede aún más estupefacta, esto no podía describirse, simplemente no tenía comparación.

- Vamos ya - Le dije a Bruce quien se encontraba mirándome con una bella sonrisa desde el umbral de la puerta

- Vamos - Dijo besando mi mano

Nos adentramos por un camino que había entre los árboles y llegamos a un lugar antiguo que parecía que había sido un jardín, habían estatuas de ángeles y demonios, me horrorizó pero al mismo tiempo se me hizo interesante. Pese entre las estatus, prestándole atención a cada una de ellas, algunas tenían cosas raras escritas en un idioma que simplemente no había podido reconocer.

- Es idioma de ángeles - Explicó Bruce

- ¿Entonces que hacen aquí? - Pregunté confundida

- Por este lugar han pasado muchos ángeles, buscan refugios en lugares como estos - Dijo acercándose a mi

- ¿Y que hay de las estatuas? ¿Y porque los demonios? - Señalé

Bruce se sentó en una pequeña banca que estaba hecha de piedra y luego me sentó sobre sus piernas.

- Todo ángel caído posee cierta maldad, algunos son tan malos que hacen reverencia a su maldad mostrándola en estatuas que hacen al momento de caer, a otros simplemente les es indiferente y hacen estatus normales, añadiendo escrituras en ellas - Explicó

- Es interesante - Dije asombrada .- Sólo espero que no nos topemos con algunos de los malos - Añadí

Bruce sonrió un momento.

- Y aunque así fuera, jamás permitiría que alguien te hiciera daño

Bruce se acercó a mis labios y yo acorte la diminuta distancia que había entre ellos, puse mis labios sobre los suyos y de ahí surgió un hermoso beso.

...........

Llevábamos un par de horas recorriendo el lugar, habíamos llegado al que parecía haber sido un laberinto antiguo y ahora estábamos por llegar a esas hermosas montañas que estaban rodeadas por un precioso lago azúl.

- ¿Comemos? - Pregunté a Bruce, ya que ninguno había comido nada en todo el día

- Claro - Sonrió

Pensaba hacer esto como un tipo picnic así que saque un pequeño tapete del bolso que había estado cargando durante horas y luego algo de comida.

- Lo tenías planeado - Dijo mirándome con ternura

Sonreí, me encantaba que me mirara de esa forma.

- Si - Dije apenada

Habíamos escogido el lugar perfecto para el picnic, estábamos tan cerca de las montañas y casi en la orilla del hermoso lago.

Comimos tranquilamente mientras que platicabamos de todo lo que se nos ocurriera.

- Como diste con este lugar - Pregunté

Bruce me miro unos segundos y luego me dedicó una sonrisa.

- Por aquí fue donde caí - Dijo mientras miraba todo el lugar

- ¿Por qué qué sonríes? - Pregunté

- Porque lo hice por ti - Dijo mientras entrelazaba sus manos en mi cabello