CAPÍTULO 2

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Esperé a que se hiciera más de noche para volver nuevamente al bar. Me puse un pantalón de mezclilla pegado y una blusa que caía sobre mis hombros color blanca, junto con unos zapatos bajos, me sentía muy cómoda. Salí rápidamente de mi casa y en un lapso de 25 minutos ya estaba en el bar. El cantinero me reconoció enseguida y le indique que me trajera lo mismo de siempre, nuevamente tome más de media botella en tan sólo 2 tragos y la deje aún lado. La herida que sentía en mi corazón al haber perdido a mis padres, jamás sanaría, cada vez la sentía más profunda, cada vez me sentía más pérdida.

Recordé el día en que recibí la triste noticia.

(*Estaba saliendo del trabajo tan contenta como solía ser antes, de hecho, recuerdo que iba cantando una canción cuando me entró una llamada de un número privado y conteste enseguida pensando que era papá.

- ¿Señorita Smirnova? - preguntó un hombre con voz ronca

- Así es ¿quien habla, perdón? - Deje de caminar y me detuve frente a mi auto

- Soy el detective jones - Guardó silencio un momento

- ¿Que ocurre? - pregunté ya asustada

- El avión en el que viajaban sus padres se desplomó y temo que sólo pudimos recuperar los cuerpos de las víctimas - Su voz se quebro por completo .- Lo siento mucho - Guardó silencio

- ¡NO¡ ¡NO! ¡NO! ¡NO! - Grite .- ESTO TIENE QUE SER UN ERROR - rompi en llanto

Me tire al suelo y comencé a golpear el piso con mis manos, no podía controlarme, esto tenía que ser un horrible sueño.

Mi tío salió inmediatamente de la empresa y se tiro al suelo junto a mi, abrazandome muy fuerte.

- Ellos no tío, ellos no - Dije mientras me apretaba más a él

Las personas nos miraban con asombro, incluso, algunas podían sentir nuestro dolor.

Mi tío lloró conmigo, aunque trataba de ser fuerte, comprendía el dolor que estaba sintiendo en ese momento y sabía que si el se ponía igual, ambos quedaríamos perdidos.*)

Las lágrimas salían nuevamente, intente secarlas pero era inutil, no paraban de salir. Tomé la botella con brusquedad y volví a beber hasta que sentí que la garganta se me quemaba.

- Para porfavor - Escuche la voz de un hombre, una voz que se me hacia conocida.

Volteé enseguida y me encontré con el hombre de la noche anterior, con el que había chocado y me había "salvado".

- LARGO - Dije para luego volver a beber

El ignoró lo que dije y se sentó al lado mío.

- No es bueno para tu salud beber de esa manera - Espetó

- ¿Crees que me importa mi salud? - Lo fulmine con la mirada

Volví nuevamente a beber pero el me quitó la botella de un tirón.

- ¿QUE MIERDA TE SUCEDE? - Me lavante para mirarlo de frente

Él me miro fijamente y me quedé admirando por unos segundos sus preciosos ojos, luego volví a la normalidad y esperé alguna respuesta. Como no tuve respuesta alguna, pague la botella y me marche de ese bar. Había otro a unos cuantos minutos así que iría a ese.

Me subí a mi auto y me fui como loca, necesitaba llegar lo antes posible, necesitaba seguir bebiendo.

Este bar era lo contrario del otro, aquí había mucha más gente y más tipos con atuendo a secuestradores. Ignoré a todos ellos, me dirigí a la barra y pedí nuevamente mi botella favorita de licor. El cantinero me atendió inmediatamente y como siempre, bebí de la botella como si fuera agua. Comenzaba a sentir ese mareo que me hacia sentir mejor, que me hacia sentirme en otro mundo en donde no existía el dolor ni nada más, sólo la botella y yo.

MI ÁNGEL OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora