No sabía exactamente cuanto tiempo había estado durmiendo, mire la hora y eran las 3:45 am. Me levante con la intención de ir por un poco de jugo pero en el momento en que me dispuse a salir de la habitación los cristales de la puerta que daba hacia el balcón se rompieron, busque a Bruce pensando que quizá él estaba buscando una forma de entrar pero no podía ver nada. Encendí rápidamente la luz y note como las cortinas se elevaban debido al fuerte viento que se encontraba soplando.
- Bruce ¿Eres tu? - Pregunte al mirar que alguien se acercaba
Me tense, sentía algo de miedo mezclado con coraje.
Una mujer de tez blanca y con atuendo espantoso apareció ante mis ojos, por un momento pensé que era un sueño pero enseguida caí en cuenta de que no era así.
- No querida, no soy Bruce - Habló mientras una sonrisa malvada se dibujaba en sus labios
- ¿Quien eres? - Pregunté
- Digamos que Bruce es mío - Sonrió ampliamente
No dije nada, no sabía quien era aquella mujer y el porqué tenía unas enormes alas color blancas, aunque era bella, su atuendo era espantoso, en sus ojos se podía apreciar la maldad que habia dentro de ella.
- Haré las cosas fáciles - Dijo mientras mostraba una pequeña daga
Trague saliva pero permanecí en el mismo lugar, no me acobardaria.
Antes de que ella se acercara a mi, la puerta se abrió de golpe, Bruce entro y sin pensarlo dos veces se lanzó sobre ella y ambos cayeron por el balcón. Solte un pequeño grito al ver a Bruce caer, enseguida corri hacia el balcón y mire hacia abajo. La mujer se había ido volando y Bruce estaba hecho una furia, si antes estaba atónita, ahora lo estaba mucho más.
Baje corriendo las escaleras, temia que Bruce se hubiera hecho daño.
- Bruce - Grite mientras salía corriendo por la puerta
Bruce se acercó a mi inmediatamente y me envolvio en sus brazos.
- ¿Estas bien? - Preguntó mientras se apartaba un poco y me observaba de pies a cebeza
- Si - Susurré y luego me aparte de él
Bruce camino de un lado a otro por largos minutos hasta que se dispuso a decir algo.
- Alissa - Se acercó a mi y me tomó de las manos .- Debo decir algo que quizá sea difícil de creer pero quiero que confies en mi - Lo mire confundida
- Lo hare - Dije con un poco de nerviosismo
Antes de que comenzara a hablar respiro profundo y volvió a alborotar su cabello de forma salvaje, eso lo hacia ver más sexy pero en este momento mis nervios no me dejaban pensar tanto en eso.
- No soy una persona normal - Dijo mientras sus ojos me miraban muy seguros de lo que decían
- ¿A que te refieres con eso? - Pregunté incrédula
- ¿Crees en los ángeles?
Por un momento pensé que lo que me estaba diciendo era una especie de broma, pero realmente podía notar en sus ojos que me estaba hablando con total sinceridad.
- Si - Musite
- Trataré de decirte las cosas más claras - Suspiro profundo
No dije nada, sólo asentí.
- Hace poco tiempo había un ángel que era el encargado de condenar a los traidores, todo ángel tiene su alma gemela, pero este era diferente a los demas ya que poseía dos almas gemelas, una mujer ángel y una mujer humana. El ángel era cruel y despiadado, no le importaba dolor alguno pero un día decidió conocer personalmente a su alma gemela humana y fue increíble haberlo hecho, apenas la vio y supo que era con ella con quien debía y quería estar. Regreso al lugar al que pertenecia, pero él había decidido estar con su alma gemela humana, aún así tuviera que ser exiliado del cielo. Él perdió sus alas pero sus poderes los conserva.
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MI ÁNGEL OSCURO
ParanormalElla pensaba que todo estaba perdido, que nada en su vida tenía sentido, pero él había caído, había caído sólo por ella. Él era su amor, su salvación... su alma gemela. - PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN -