35.

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Mi Grace estaba tendida sobre el suelo con sus muñecas llenas de heridas de las cuales aún seguían brotando pequeñas gotas de sangre, y el resto estaba casi seca.

No pude contener el llanto, y fui hacia ella para asegurarme de que estuviera consciente y gracias a Dios, aún lo estaba, rápidamente la tomé en brazos y la recosté sobre la cama, de inmediato, comencé a buscar en el botiquín algo que me ayudara a curar sus heridas.

Tomé el agua oxigenada y unas gasas y las cubrí por completo mientras sollozaba en silencio.

Me senté enfrente de la cama donde yacía una Grace profundamente dormida esperando a que despertara, acerqué mis rodillas a mi pecho, las rodeé con mis brazos y dejé caer mi cabeza sobre ellas sollozando cada vez más fuerte, ¿qué fue lo que pasó con ella?

Y la culpa comenzó a invadirme, ¿por qué no la cuidé?, ¿por qué no me di cuenta que algo estaba mal con ella?

-¿Ch-Chandler?- preguntó una adormilada Grace refregándose los ojos.

Limpié mis lágrimas con la manga de mi suéter y volteé a verla con mis ojos llenos de lágrimas e irritados a base del llanto. Ella en cuanto me vio se alarmó e iba a acercarse a mi hasta que se dio cuenta de sus vendas, y esto hizo que se sobresaltara un poco.

-Y-yo, Chandler, y-yo- no la dejé terminar. -¿Por qué lo hiciste?, dime Grace, ¿por qué volviste a hacerlo?- con mi tono de voz lleno de decepción y caí en cuenta de mis palabras.

¿Por qué volviste a hacerlo?

Tiempo atrás, en mis sueños, Grace sufría de maltrato doméstico, cosa que la hacía cortar sus muñecas, y por supuesto que yo nunca apoye la idea de que se auto lastimara.

Grace se desconcertó un poco debido a mis palabras y comenzó a sollozar -Chandler, y-yo, lo siento, lo siento mucho- se lanzó a mis brazos y aunque estuviera decepcionado, le correspondí el abrazo.

Ella seguía sollozando sobre mi hombro mientras yo pasaba mis manos sobre la parte trasera de su cabeza tratando de tranquilizarla y que me dijera que era lo que le tenía tan deprimida. Y una vez que se tranquilizó traté de preguntar lo que le pasaba -¿Quieres decirme que pasó?- pero negó y lo comprendí, tal vez me lo diría después.

La guíe hacia la cama y la recosté sobre esta, me acomodé a su lado, tomé la sábana y la coloqué sobre nosotros, y pasé mi brazo al rededor de su cintura acercándola más a mi.

Se escuchó un suspiro de su parte y ambos caímos en un sueño profundo.

El sonido de un teléfono nos despertó a ambos, y Grace corrió rápidamente a contestar aquella llamada.

Se aclaró la garganta -Diga- metió un mechón de cabello detrás de su oreja.

-Oh, eres tu- con una pizca de decepción en su voz.

-Si, todo bien, no he comido nada, el frigorífico esta vacío, antes de irte pudiste haber comprado la despensa- mis ojos se abrieron a tope, ¿no había comido nada?, ¿desde cuándo? Y sobre todo ¿por qué?, tenía la gran duda de saber que pasaba.

-Si, aja, claro, adiós- y colgó.

Se tomó de el cabello y comenzó a lanzar un grito de frustración.

Fui hacia ella y la abracé por detrás, sentí como soltó un largo suspiro y se tranquilizó poco a poco.

Y de la nada comenzó a sollozar, se dio media vuelta y me abrazó por la cintura.

Deseaba saber lo que le sucedía, me imaginaba hasta lo peor, para que reaccionara así, pudo haber sido cualquier cosa.

-Ya está, tranquila- le susurré en el oído -Shhh, esta bien-metí mis dedos entre su cabellera.

Dreams; Chandler Riggs (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora