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Capítulo dedicado a Tabyriggs

-Esto me está comenzando a alterar Chandler- musité con molestia.

-Tranquila nena, falta poco- bufé, mientras que por dentro sentía un zoológico al escucharlo llamarme nena.

Llevaba una venda que me cubría los ojos por completo, Chandler había mencionado que esto sería divertido, sin embargo, para mi no lo era; el hecho de no poder ver absolutamente nada me molestaba, el ser una persona curiosa aveces te lleva a reaccionar así a este tipo de cosas, ya lo veía venir.

Seguramente sería una velada "romántica".

No era fanática de lo cursi. Admitir que me aburren las películas románticas es suficiente.

Y claro, tampoco lo rechazaría si de algo cursi se tratase, la intención de él es lo único que cuenta.

-Mierda- estuve a punto de tropezar con una piedra -Chandler, ¿qué es esto? no es divertido, casi caigo de rostro- lo escuché carcajear un poco.

-Tranquila, ya está, casi llegamos- rodé los ojos en mi interior, llevaba diciendo eso desde que habíamos subido al auto.

Mantuve la boca cerrada, quizá era lo mejor.

-Es todo por hoy, gracias Eric- escuché la voz de Chandler a lo lejos, no había caído en cuenta que Eric había sido cómplice de esto, no tenía idea de la hora si quiera.

Sentí unos dedos rozar mi cintura -Vamos- tomé un profundo respiro y esperé a librarme de esta venda en los ojos.

Con cada paso que daba, se escuchaban las pequeñas ramas crujir, y el olor a pino inundó mis fosas nasales, definitivamente esto era un bosque. Y no es que sea una matapasiones, pero seguramente terminaría con miles de piquetes de mosquito por todo mi cuerpo.

No sentí mas sus dedos sobre mi piel y tomé una fuerte bocanada de aire. Ya casi me quitaría esta cosa de los ojos.

Se sintió una fuerte brisa que me estremeció por completo, seguido de esto, sentí su aliento chocar contra mi cuello.

Se me había ocurrido una idea.

-¿Sabes algo?, me gusta el olor a ajo- sonreí.

Casi puedo asegurar que había fruncido el ceño -¿El ajo?- rió levemente -¿Enserio?-.

-Enserio, me recuerda a tu aliento- en cuanto terminé la frase, carcajeé estruendosamente; no pude evitarlo.

-Graciosa-.

Mis ojos se sintieron libres y pude apreciar el paisaje que me rodeaba, en efecto, estábamos en un bosque.

Me giré con una sonrisa en mi rostro y lo abracé fuertemente -No te enojes, solo era una broma- reí de nuevo.

Sonrió -No podría enojarme contigo- besó mi frente.

Volví mi vista hacia el frente, que casi había olvidado mirar lo que había en ese lugar.

Era algo así como un picnic.

Morí de ternura cuando se acercó a mi y tomó mi mano.

De fondo se escuchó el inicio de una de mis canciones favoritas.

Mi sonrisa no podía haber sido más grande al reconocerla.

My head is haunting me and my heart feels like a ghost
I need to feel something, cause I'm still so far from home
Cross your heart and hope to die
Promise me you'll never leave my side

Dreams; Chandler Riggs (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora