La clase se pasó corta, habíamos perdido algo de tiempo presentándome y el maestro leyendo esos papeles que traía en la mano, escuchamos el timbre que nos indicaba cambiar de clase, nos paramos, tomamos nuestras cosas y salimos como estampida.-¿Cuál es tu clase siguiente?- le pregunté a Sam una vez que pude salir de la bola de animales que salió empujando por todos lados.
Tomó su horario para verificar su clase siguiente -Música- respondió.
Bufé -A mi me toca Matemática- respondí fastidiada, las matemáticas nunca me gustaron mucho, pero que podía hacer.
Estúpido Flanders.
Imaginemos que Arquímedes es Flanders.
-Oh, ¿sabes donde es el salón?- preguntó justo antes de partir.
Rasqué mi nuca -No específicamente- respondí dudosa.
-Pues específicamente, yo te llevaré- dijo Sam en un tono algo divertido y una ceja levantada.
Extendió su brazo para que lo entrelazara con el mío y así lo hice.
Caminamos por los pasillos como si de unos niños pequeños se tratase, mientras montones de miradas se posaban en nosotros, unos se susurraban entre sí, y otros simplemente callaban sin despegar la vista de nuestras tonterías.
Reímos al unísono y me di cuenta de que había hecho un nuevo amigo, todo iba muy bien hasta ahorita.
Tanto que había olvidado a Chandler por unos momentos.
¡Oh rayos! Me sentía infiel.
Bien, debía dejar de pensar estupideces, por eso no tenía amigos.
-Será mejor que nos demos prisa o llegarás tarde a tu clase- musitó Sam con una mueca en el rostro.
-Está bien- rodé los ojos.
Caminamos por los últimos pasillos hasta que llegamos al que sería el salón de Matemática.
-Bueno aquí es, vamos entra- dijo animándome a entrar.
Suspiré -Ya voy, por cierto gracias por traerme- respondí sonriente y estampé mi puño contra su brazo levemente.
Así era como se demostraba el verdadero amor entre amigos.
Sam asintió quitándole importancia y después de eso entre al salón.
La maestra aún no llegaba, hasta que llego una profesora y nos anunció que la maestra de Matemática no podría atendernos ahora, ya que tenía asuntos que arreglar, esa idea no me agradaba tanto, no tenía a nadie con quien platicar en estos momentos, me sentía nerviosa y algo avergonzada.
Aunque por otro lado, no haríamos nada, quizá podría dormir un rato.
Hasta qué una chica de ojos claros grises, con cabello lacio castaño, delgada, un poco más pequeña de estatura que yo y de tez algo morena se me acerco y decidió hablar.
Bien, aborten la misión, no será posible dormir.
-Hola, soy Savannah- dijo aquella chica, amigablemente.
Así que así se hace llamar la culpable de arruinar mi siesta.
-Hola, yo soy Grace- me encogí en mi asiento y dirigí mi vista a cualquier otro punto donde no se encontrará ella.
No era fanática del contacto visual.
Asintió -Bueno Grace, cuéntame algo sobre ti- se recargó sobre su banco.
Empezamos a hablar y la verdad me agrado mucho, su nivel de rareza fue una de las cosas que me hizo darme cuenta que sería agradable pasar el rato con ella. Me platicó sobre sus años estudiando ahí, y lo que en toda secundaria pasa, aquellos famosos grupitos, a quien acercarme y a quien no.
Nos hicimos buenas amigas rápidamente y también le conté algunas cosas sobre mi, se fue ganando mi confianza y como a nadie le había platicado de mis extraños sueños, decidí contarle, desahogarme, no podía contenerlo más. Cuando terminé de contarle todas esas cosas, se quedo sorprendida, no tenía palabras para describir que extraño era todo esto. Intente describirlo lo más breve posible, no es que le fuera a dar absolutamente toda la información acerca de ello.
Digo, después de todo, seguía siendo una desconocida para mí.
Tal vez esto sería otra cosa de la que me arrepentiría después.
Me prepararía mentalmente para ver como encabezado del periódico escolar del día siguiente "Chica nueva se enamora de un producto de su imaginación, ¿drogas?"
Caminaba sobre los angostos pasillos hasta a lo lejos divisar a un Sam que se dirigía rápidamente hacia mi.
-Grace, que bueno que te encuentro- exclamó un Sam agitado.
Fruncí el ceño -¿Pasó algo?- miles y miles de razones por las cuales esa fuera su reacción se me vinieron a la mente.
Negó -Nada de eso, es sólo que quería saber a que clase ibas- sonrió.
Me encogí de hombros -La verdad, no lo sé, debo revisar- dije buscando mi horario hasta que lo encontré.
-Historia- le respondí. No era una de mis asignaturas favoritas, pero lo que fuera en común con la Primera y Segunda Guerra Mundial definitivamente me agradaba.
-¿Tú?- pregunté.
-Fantástico, nos toca igual- largó un suspiro de alivio.
Asentí -¡Oh Genial!-.
Después de eso fuimos hacia nuestra siguiente clase, Historia.
Llegamos al salón y todavía no llegaban los demás alumnos, no habíamos llegado tarde, ¡uf! que alivio. Me dije para mis adentros.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos y la clase dio inicio.
Fue la misma rutina, el maestro me presentó ante la clase y esta vez no hubo pies con los que tropezar más que los míos.
N/A: Preguntas del díaaaa :)
1-¿Cuál es la última canción que han escuchado? La mía ha sido King For A Day, nada nueva pero bueh ;-; lmao, la han escuchado?
2-¿Cuál ha sido la última película que han visto? Yo la de El Conjuro, no la había visto antes. Hoy no duermo :'D it's ok
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Dreams; Chandler Riggs (EDITANDO)
Fiksi Penggemar> Esta historia por el momento está siendo editada, por lo tanto, tal vez me demore en actualizar, favor de ser pacientes :) Hermosa portada hecha por: @SkorePige