Luka Mikhailov
Ruedo los ojos escuchando Anton y le doy una mirada de advertencia.
—Eres mi amigo, pero que no se te olvide que soy el Pakhan ahora y me debes respeto.
Anton suspira y talla su rostro.
—No lo olvido, Luka. Soy tu sovetnik solo estoy buscando lo mejor para la bratva. Lo sabes.
—Se lo que estoy haciendo.
—Estás pensando demasiado con la polla por esa mujer —niega con la cabeza. Por supuesto que él no lo entiende— ni siquiera la conoces.
—Me recuerda mucho a ella.
—No es ella —suena frustrado— ahora la maldita cosa nostra sabe de nosotros; pueden unirse con la camorra y con la otra organización.
—Sé que no es ella, por favor y la maldita Camorra está en una disputa peor que la nuestra hace dos años no tendrán tiempo de pensar en aliarse con Vitale. Por otro lado, Franco y Matteo no se encuentran en los mejores términos.
Después del secuestro de la esposa de Matteo, por un ajuste de cuentas por parte de Leonardo hacia él por follarse a su mujer, la alianza que tenían se disolvió. No se hacen daño, pero tampoco se ayudan; son totalmente indiferentes, pero se mantienen alerta uno del otro.
—Luka, nos costó mucho llegar donde estamos; muchas muertes y muchos sacrificios no lo eches por la borda por ella. Ella es italiana; tiene un maldito italiano en las entrañas y un Vitale. Simplemente olvídala y cásate con Verinka; es una arpía, pero te traerá excelentes conexiones con la familia Sokolov.
Aprieto la mandíbula.
—No me importa el niño en las entrañas de Marena, no me importan los malditos Vitale y tampoco me importa Verinka Sokolova...
—Solo te importa tener a la mestiza esa... —antes de que termine de hablar tengo mi mano sobre su garganta dejándolo sin aire.
No lucha como lo hubiera hecho en el pasado y eso me molesta aún más. Nunca quise este puesto, pero tuve que luchar por él porque todos estábamos en fuego; y en el fondo sabía que si no era yo iba a venir otro y volveríamos a lo mismo. Actualmente he tratado de que se forme un orden y creo que he tenido un poco de éxito. El dinero ha aumentado notablemente y he conseguido asociarme a buenos carteles.
Pero esto no es lo que yo quería... no quiero.
—Cuidado. Con. Lo. Que. Dices. —Murmuro lentamente y hago un poco de más presión— última advertencia, Anton, no seré tan condescendiente a la próxima —suelto mi agarre y respira con fuerza— lárgate —lo corto cuando va a hablar.
Asiente y sin decir nada sale por la puerta.
Me siento en la incómoda silla de mi escritorio y miro a lo lejos distraído. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Marena a lo lejos en una de mis visitas fantasmas a Chicago; su largo cabello rubio casi blanco y su pequeño rostro. Lucia como un ángel, pero después cuando me infiltre como observador en las carreras y escuche rumores supe que ella era como yo, como ella.
Mi madre... hija de un vor y de una principessa. Una principessa Vitale.
Así que Marena y yo realmente en ese sentido no somos muy diferentes, sangre rusa e italiana corre por nuestras venas, y hubiéramos tenido una oportunidad tal vez si no hubiera aparecido Damián Vitale.
.
.
Hace cuatro meses...
Las carreras últimamente se han vuelto muy sonadas en el mundo; la organización italiana está obteniendo bastante dinero con esto, incluso lo volvieron un lugar abierto para cualquiera que quisiera entrar. Por supuesto, excepto nosotros, los rusos.
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Demonio
Ficción GeneralA nadie le importo. Paso desapercibida, más bien, ignorada por toda la organización italiana por el simple hecho de que la mitad de mi sangre es rusa. La mayoría de chicas de la organización a mi edad ya se encuentran comprometidas o casadas, pero y...