La música en el auto de Ashley jamás podía faltar en un viaje largo, aunque esa vez fue diferente. El sonido de la batería junto con la voz del cantante no parecía estar llegando a los oídos de la joven, quien estaba pensando demasiado en esos momentos. Su mente se cuestionaba sobre lo raro que había sido el encuentro de Max y Scott, su nuevo compañero de clase escondía algo, y aunque fuese raro, ella quería saber qué demonios era el misterio de Max.
Había estado conduciendo por casi media hora, tan sólo traía su mochila con algunos cuadernos dentro y su móvil. Antes de ponerse a conducir hacia casa de Max, se fue a arreglar a su casa, por lo que ahora llevaba ropa deferente: pantalón de mezclilla y blusa rosada, nada fuera de lo común ni extravagante.
Aunque permanecía concentrada en el camino, de una u otra manera su mente siempre llegaba al mismo lugar: Max y Scott. Suspiro con exasperación mientras estacionaba su auto, aunque odiaba admitirlo, algo la atraía a Max y su jodido misterio, el cual esperaba no fuese un oscuro pasado, porque había leído demasiado como para saber que eso era un maldito cliché.
Bajó del auto asegurando todas las puertas, tan sólo había ido con un par de plumas y una libreta, aunque por supuesto, llevaba el móvil en el bolsillo de su pantalón.
El edificio Angels se encontraba lejos del pueblo, casi a las afueras de éste. Para Ashley era desconocida la existencia de ése sitio, incluso dudaba que alguien normal en el pueblo lo conociese. Caminaba con algo de inseguridad mientras pensaba qué rayos iba a decir después del bochornoso momento que Max y ella habían pasado en la biblioteca. Quería pedirle explicaciones sobre lo sucedido, necesitaba saber más que un “peligroso”, pero también sabía que quizá eso los llevaría a la parte en la que ella mintió respecto a ir a casa con su madre, cosa que le causaba algo de vergüenza.
Odiaba a la gente mentirosa, y cuando ella lo hacía, lo único que quería hacer era que la tierra la tragara, y mucho más cuando la descubrían.
Entró al edificio saludando al guardia de seguridad, quien extrañamente le hizo una pequeña reverencia, fue incómodo para la chica, pero decidió dejarlo pasar. Quizá era un requisito saludar de esa forma a las personas. Caminó hacia el elevador y se introdujo en éste, sacó su celular para ver en qué piso se encontraba Max. Abrió el mensaje de texto que él le envió horas antes, observó que se encontraba en el piso ocho.
―¿En qué piso, señorita? ―dijo un voz, haciendo que la chica se sobresaltara. Soltó una maldición cuando vio que su celular se cayó de sus manos. Levantó la mirada, topándose con un hombre mayor que ella.
Tenía la apariencia de un hombre de casi cuarenta años, a decir verdad, pese a que le doblaba la edad por mucho a Ashley, ella no pudo evitar pensar en que era apuesto. Sus ojos cafés oscuros la observaban atentamente, como si no quisiera perderse ningún movimiento de la rubia. Su sonrisa denotaba malas intenciones y peligro, sobre todo lo último. Ashley se inclinó para tomar su celular del suelo, ignorando por completo ese hecho, para ella el hombre con el que estaba en el ascensor lucía normal.
―Ocho, por favor ―respondió por fin.
El hombre obedeció al instante, presionando el botón que la chica había indicado. El ascensor no tardó casi nada en llegar a dicho y piso, y cuando lo hizo, la chica no pudo haber estado más agradecida por eso.
Una tensión considerable desapareció de su cuerpo en el momento en que abandonó el elevador. Soltó un suspiro sintiéndose extrañada por la sensación tan abrumadora que llegó a su sistema, segundos después de que el elevador cerrara sus puertas comenzó a sentirse extraña bajo la mirada del hombre.
Sentía como si la estuviese acosando con la vista, cosa extraña, ya que antes no le había causado ninguna sensación extraña. Ashley se alejó del elevador intentando quitar cualquier pensamiento sobre lo ocurrido, definitivamente no valía pensar en eso, estaba segura de que los nervios por estar cerca del apartamento de Max le estaban haciendo imaginar cosas irreales.
Caminó intentando encontrar el número de apartamento que Max le indicó en el mensaje, al hallarlo, unos nervios traicioneros salieron a flote, provocando que sus manos comenzaran a sudar. Tomó una bocanada de aire intentando tranquilizarse, tal vez tan sólo debía actuar como si nada de lo ocurrido en la biblioteca hubiera ocurrido.
―Por Dios, sólo es un chico, Ashley ―susurró para sí misma mientras revoleaba los ojos―. Nada del otro mundo ―añadió acercando su mano en forma de puño para tocar la puerta.
Tan solo bastó que lo hiciese dos veces para que el rostro sonriente de Max la recibiera, abriendo la puerta con tanta rapidez, que Ashley casi le da un golpe en el rostro. Eso no ocurrió, pues el joven detuvo la mano de la chica a escasos centímetros de ésta.
―Vaya, ¿por qué la violencia? ―preguntó el Jedne soltando una carcajada.
La rubia abrió los ojos con sorpresa, asombrándose de los reflejos de Max. No pasó desapercibido el hecho de que él hubiese detenido su mano cuando casi lo golpeó.
Ashley sonrió sin mostrar los dientes, consciente de que cada vez más dudas comenzaban a hacerse en su cabeza.
―Una disculpa, no tenía idea de que abrirías con tan pronto ―respondió, colocando en su pecho la libreta que llevaba, como si de esa manera creyese que la protegería.
―¿Sabes? Justo a tu lado derecho hay un timbre, te aconsejaría usarlo la próxima vez. ―La manera burlesca en la que lo dijo no pasó desapercibida para Ashley.
De forma inconsciente, la rubia respondió: ―¿Próxima vez? ―Ella no pudo evitar sonreír―. ¿Acaso esa es una invitación disfrazada para que vuelva? ―añadió.
Al percatarse de lo que había hecho, se sintió algo avergonzaba por su comentario. Recién notaba que la manera en que lo dijo sonó como si estuviese coqueteando con él. En silencio rogó que Max no hubiese percibido la manera en que lo dijo.
Las comisuras de los labios del ángel se elevaron hasta formar una media sonrisa, delatando que en definitiva se percató del comentario.
―Puedes volver las veces que quieras, por mí jamás habría problema ―respondió, tomando por sorpresa a Ashley. Seguido de eso se movió, dándole espacio a la chica para entrar.
(...)
5mentarios 😂
JAJAJAJ, Lo amo, baztah xd
¿Qué les parece la novela? Espero que les esté gustando aunque sea un poco 😉💜
Gracias por leer, nos leemos pronto 7u7
Les dejo como siempre mis redes, mucho lof 😘💙
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SAVE ME | PAST LIES I
ParanormalLa guerra por el alma de Ashley ha comenzado. Los demonios la encontraron, y la quieren bajo su cargo. Los ángeles saben que la necesitan si quieren ganar la batalla. Pero al final del día, sólo uno la tendrá. ¿Quién se quedará con ella? (...) En fí...