La sensación de familiaridad invadió el cuerpo de Ashley, llenándola de tranquilidad, pero al mismo tiempo, un atisbo de confusión estaba en su cabeza. Jamás cruzó por su mente el lugar al que Max la llevaría, aunque la casa de su mejor amiga seguramente hubiese sido su última opción. ¿Qué relación tenía Max con Carissa? ¿Cómo se conocían? ¿Por qué llevarla ahí? Esas eran solo algunas de las interrogantes que llegaban a la mente de Ashley por cada segundo que transcurría. Toda ella era un remolino de emociones y preguntas sin resolver.
El ángel se estacionó a los pocos segundos, apagando el motor del auto.
—¿Conoces a quien vive en esa casa? —preguntó Ashley sin ocultar su asombro, Max asintió quitándose el cinturón de seguridad.
—Más de lo que te imaginas.
El Jedne bajó del auto y lo rodeó para así abrir la puerta de la chica. Al estar a su lado, la ayudó a bajarse, permitiéndole que se apoyara en él.
La respuesta de Max había aumentado la confusión y curiosidad de Ashley, no entendía a qué se refería con su comentario, pero deseaba averiguarlo pronto. Ambos caminaron hacia la entrada con mucho cuidado.
Por alguna razón, la cabeza de Ashley colocó lo sucedido en el bosque en segundo plano, y se enfocó en crear teorías locas que relacionaban a Max y a Carissa de alguna forma: Su mejor amiga había faltado a clases durante toda la semana, justo cuando Max apareció. En su mente se formó la idea de que él le hubiese hecho daño, ésta tomó más fuerza al ver que él rebuscaba algo en su bolsillo, después de unos segundos sacó unas llaves con las cuales abrió la puerta.
Ashley no sabía si estaba siendo paranoica al imaginar esa clase de cosas, quizá sí, pero estaba nerviosa y no podía controlar su mente. El corazón le comenzó a latir fuertemente en el momento en el que se introdujimos a la casa.
—¡Carissa! —exclamó Max en dirección a las escaleras.
Ayudó a la joven humana a caminar al sillón más cercano, dejándole sentarse en éste. Se arrodilló frente a ella tomando mi tobillo, un quejido salió de los labios de Ashley en el momento en que lo hizo.
Le dolía demasiado.
Unos pasos comenzaron a hacerse audibles para Ashley, provocando que mirara detrás de ella, en dirección a las escaleras. Eran demasiadas emociones en su sistema para un solo día, por lo que un alivio enorme llenó su cuerpo al ver que la persona que bajaba era Carissa, su mejor amiga.
Pero no esperaba la reacción que ésta tendría al verlos ahí: Carissa abrió los ojos con sorpresa al notarla ahí y apresuró sus pasos intentando llegar más rápido.
—¿Qué ocurrió? —preguntó sin esconder su preocupación.
Ashley iba a responder, pero la voz de Max la interrumpió. Fue ahí cuando Ashley se dio cuenta de que su mejor amiga no le hablaba a ella, sino a él. Se sintió extraña, como si después de todo ella fuese la intrusa ahí.
—Escucha, no te he dicho esto para no alterarte, pero Dylan me ha dicho todo sobre Ashley.
La humana quiso preguntar quién demonios era Dylan, pero comprendió que no era el momento. Por primera vez en toda la noche se calmó, pensando en que la mejor opción era quedarse callada y escuchar lo que tenían que decir. Quizás de esa forma se enteraría de más que preguntando directamente, por lo que no dijo nada.
Max tomó una almohada del sillón y colocó el pie de Ashley sobre ésta, soltándolo. Se mordió la lengua evitando gritar, para esos instantes el dolor se estaba tornando insoportable.
—Ella es la reencarnación de la diosa Laín.
Ashley permaneció en silencio al ver el rostro pasmado de Carissa, sabía que lo que lo que Max había confesado era importante, pero dado a que no conocía nada del mundo de los ángeles y demonios no entendía. Esperó a que Max agregara algo más que la ayudara a comprender mejor sus palabras.
—¿Estás seguro? —preguntó la pelirroja, la única que no tenía idea de lo que hablaban era Ashley—. Laín murió hace más de doscientos años, creí que no reencarnaría jamás, se había tardado —añadió, fijando mirada en su mejor amiga, la observó frunciendo el ceño.
No era la misma mirada que solía darle, esa vez la analizaba con detenimiento, como si se tratase de otra persona la que tenía enfrente. Permaneció de esa manera durante varios segundos que parecieron eternos, que no dejara de observarle comenzó a provocar que Ashley se sintiera incómoda, después de eso fijó su mirada en Max.
—No lo entiendo, ¿es por esto que me dijiste que me mantuviera alejada de ella durante un tiempo? —cuestionó cruzándose de brazos.
Ashley moría por hablar y reclamarle a ambos sobre qué demonios ocurría, necesitaba aclarar sus dudas o explotaría, pero de alguna manera sabía que si quería respuestas, necesitaba mantenerse callada.
—Hay demonios detrás de la reencarnación de Laín, lo sabes, es peligroso y no quiero exponerte —respondió Max logrando poner tensa a Ashley de nuevo.
La espalda de la chica se enderezó al escuchar eso. Si hablaban de esa forma, era porque Carissa estaba involucrada en eso.
La palabra demonio aún parecía irreal ante Ashley, era tan indescriptible la sensación que le provocaba oírla y escucharla salir de una forma tan natural de la boca de Max, que le hacía recapacitar respecto a ella; el panorama lucía como si fuese a tener que acostumbrarse.
—Hemos vivido así durante toda nuestra vida hermano, ¿y hasta ahora estás dándote cuenta de cuan peligrosos son? —La palabra hermano hizo eco en la cabeza de la rubia.
Los ojos de Ashley parecían estar a punto de salirse de su sitio. Definitivamente era demasiada información en poco tiempo y ni siquiera sabía cómo iba a procesarla. Los factores que poco a poco Max y Carissa iban soltando la hicieron formar algunas conexiones entre ambos: Si él era un ángel, su mejor amiga igual. Tenía sentido que ella jamás le hubiera presentado a sus padres, pues siempre ponía la excusa de que ellos se encontraban trabajando.
Ella mintió en todo lo que alguna vez le dijo a Ashley. El corazón de la rubia dio un vuelco al percatarse de que si era cierto lo que oía, no la conocía en lo absoluto, en ese momento sopesó la idea de que la persona con la que había estado conviviendo era una completa desconocida.
—¿Quiénes son ustedes? —preguntó por fin.
No quería escuchar más mentiras, quería la verdad por más rara y estúpida que fuese para ella. No quería seguir hundida en una mentira que no tenía sentido.
Max le brindó una mirada de soslayo y respondió sin rodeos.
—Aquí lo importante es quien eres tú.
(...)
Muchas gracias por todo xd
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SAVE ME | PAST LIES I
ParanormalLa guerra por el alma de Ashley ha comenzado. Los demonios la encontraron, y la quieren bajo su cargo. Los ángeles saben que la necesitan si quieren ganar la batalla. Pero al final del día, sólo uno la tendrá. ¿Quién se quedará con ella? (...) En fí...