Enamorarse fue un error, y él siempre supo que terminaría pagando las consecuencias. Él sabía que el poder que guardaba en su interior acabaría por destruirlo si los dioses se enteraban, pero jamás creyó que ellos hicieran algo tan vil con tal de desterrarlo.
Esta historia se remonta a una noche en Londres. El cielo estaba repleto de estrellas, ofreciendo un hermoso espectáculo a quien lo mirara. Pero en esa noche estaba a punto de ocurrir un acto cruel y despiadado, provocando que la belleza del cielo quedara manchada con la atrocidad de la que iba a ser testigo.
Las calles de la bella ciudad se cernían frente a los ojos de James, quien caminaba a paso apresurado por ellas. Hacía unas cuantas horas había recibido un recado por parte de Melanie. Según decía la carta, ambos se encontrarían a las afueras de la ciudad para después fugarse y jamás volver. Ambos eran conscientes de que las cosas podrían salir mal para ambos, pero, aun así, se atrevieron a arriesgar sus vidas con tal de luchar por ese amor que simplemente nunca estuvo destinado a ser.
El corazón de James latía desbocado mientras llegaba al punto en el que Melanie y él habían acordado. Suspiró mirando a su alrededor, buscando con la mirada a su joven amada. La encontró de pie a unos cuantos metros de él, con la mirada al frente.
Lucía diferente, más tensa, pero el ángel supuso que se debía a los nervios de huir, por lo que trato de relajarse mientras se acercaba a ella, si ambos estaban asustados por lo que harían, seguramente se retractarían y dejarían el plan a un lado. Sin embargo, James estaba equivocado: esa no era ni de cerca la razón por la que la joven Nefilim estaba tan nerviosa. Melanie extendió la mano en dirección a James cuando éste se encontraba a menos de un metro de ella, él la tomó extrañado. Recién se daba cuenta de que la joven no llevaba maletas ni un bolso, estaba sola ahí, sin nada.
Melanie lo atrajo hacia ella, uniendo sus labios en un beso, sorprendiendo a James, quien no tardó en responder con la misma intensidad. Lo que él no sabía, era que esa sería la última vez en la que probaría los suaves labios de la única mujer a la que llegaría a amar de verdad.
―Lo siento tanto ―susurró la chica de pronto, cortando el beso. Apoyó su frente sobre la de James, el cual no entendió lo que sucedía. Un sollozo por parte de Melanie activó las alarmas en su cerebro, percatándose de que algo malo ocurría―. Tuve que hacerlo, amenazaron con matar a mi familia ―añadió ella, dejando que las lágrimas que contenía comenzaran a salir.
El ángel se tensó, alejándose de ella.
Entendió a lo que se refería.Miró a Melanie con estupefacción mientras retrocedía. De repente, un fuerte dolor de cabeza lo atacó, provocando que cayera al suelo como si de una pobre hoja de papel se tratase, como si no fuese nada. Eso querían demostrarle los dioses, que delante de ellos no era nada. James trató de luchar con todas sus fuerzas contra el dolor, pero no estaba lo suficientemente entrenado como para poder vencer algo que era propinado por un dios, por lo que no tardó mucho tiempo en desmayarse. No sin antes escuchar el llanto y los gritos por parte de Melanie. En el fondo, James sabía que todo eso era su culpa, por lo que jamás guardó rencor hacia ella. Él fue quien se atrevió a amar a alguien que no podía tener, el que se atrevió a condenar su alma a algo que no estaba destinado a ser, y eso, lo terminó pagando con sangre.
***
Los ojos de James se abrieron en el momento en que sintió el impacto de una mano en la mejilla derecha. Alguien lo había golpeado. En un inicio el ángel se sintió desorientado, no recordaba con claridad lo que horas antes sucedió, pero conforme los vestigios de lo ocurrido llegaban a su mente, su corazón se aceleraba.
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SAVE ME | PAST LIES I
ParanormalLa guerra por el alma de Ashley ha comenzado. Los demonios la encontraron, y la quieren bajo su cargo. Los ángeles saben que la necesitan si quieren ganar la batalla. Pero al final del día, sólo uno la tendrá. ¿Quién se quedará con ella? (...) En fí...