Capítulo 25

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La semana que Dylan mencionó había corrido como la pólvora, Ashley no sabía si fue el anhelo con el que espera ese día u otra cosa, pero en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en la fecha exacta. Ese era el día en el que el híbrido y Max se verían con ese tal James. No lo vio durante el día y tampoco a su ángel guardián, pero para ese punto ya le parecía normal no ver a éste último. Durante el trascurso de la semana, la mente de la rubia no pudo parar de dar vueltas, pensado en las probabilidades que habría de que ese sujeto supiera acerca de su madre.

—Pareces distraída Ashley, ¿sucede algo? —preguntó Liam, sacándola de sus pensamientos. Él se encontraba a su lado.

Los días previos al encuentro de los dos ángeles Ashley continuó entrenando con Liam y Grace, le parecía idóneo hacerlo, si algo salía mal aún tenía la oferta de Scott por delante, para que le devolviera a su madre.

—Tal vez es tiempo de descansar, en poco tiempo te has vuelto bastante buena en combate cuerpo a cuerpo y en invocaciones; por lo que Grace me ha dicho, pareciera que tuvieses la habilidad innata para realizar los movimientos y opino lo mismo respecto a las invocaciones, eres buena en ambas cosas. Me parece sorprendente, ya que no naciste rodeada de todas estas cosas. —Ashley iba a replicar, diciendo que gracias a Dios no había nacido de esa forma, pero al pensarlo un instante, supo que sería absurdo decir eso.

Después de todo Liam no tenía la culpa de todo lo que sucedía en su mente.

—Debemos ir a la casa, ahí podrás darte un baño. Luces asquerosa. —A pesar de su comentario, Ashley sabía que no lo decía en serio, era su forma de bromear. Sin rodeos comenzaron su camino de vuelta a la casa, el libro en las manos de Ashley.

Lo sostenía como si no quisiera separarse de él; era pase de salida de su madre si las cosas con Dylan y Max no marchaban bien en su reunión con James.

(...)

Hey —susurró alguien al lado de Ashley. Ella yacía en su cama durmiendo, era de las pocas veces en las que parecía estar en paz—. Encontramos pistas sobre tu madre, despierta —añadió la persona que estaba ahí.

Dio unos pequeños golpes en el brazo de la chica hasta que pareció que la rubia comenzaba a despertar, abrió los ojos con lentitud observando confundida a quien se encontraba ahí. Soltó un pequeño gritito de sorpresa al percatarse de que era Dylan, su rostro demasiado cerca del suyo, tanto que podía sentir la respiración del chico contra su mejilla.

—Sabemos dónde se encuentra su madre, rápido, vístete —dijo en un susurro, seguido de esto se apartó de ella.

Ashley no lograba procesar las palabras que fueron susurradas en su oído, parecía como si fuese un sueño del cual despertaría, llevándose la decepción de que solo había sido eso; un sueño.

— ¿Qué? —preguntó atónita, aferrándose al atisbo de felicidad que comenzaba a llegar a su cuerpo, no quería sobresaltarse antes de lo necesario, necesitaba cerciorarse de que escuchó bien.

—Encontramos la ubicación de tu madre, ponte algo más cómodo y baja; Max y yo te esperaremos en el auto —respondió el chico caminando hacia la puerta

La emoción de recuperar a su madre se instaló en el pecho de la chica, provocando que se levantara de un salto, su rostro se tornó rojo al percatarse de las fachas que tenía, pero en ese instante no le importó, solo quería ir detrás del ángel que parecía tener información sobre su progenitora.

— ¿No deberíamos decirles a los demás? —dijo, caminando hacia su ropero tomando las primeras prendas que se encontraban en la entrada de éste.

No es una misión difícil, además, nosotros tres podremos encargarnos de eso. Tu entrenamiento ha servido de mucho por lo que Liam y Grace me han dicho, estaremos bien, ahora vístete y baja sin hacer ruido. —Lo último sonó más que nada como una orden que se debía seguir al pie de la letra.

Ashley, consternada por el hecho de encontrar a su madre, no prestó atención a las señales de alerta que su cerebro le enviaba, hizo lo que Dylan le había pedido. Un pantalón de mezclilla con una blusa de mangas blanca fue lo que se colocó, salió de su habitación y cerró la puerta, sin hacer ruido y comenzó a bajar las escaleras a toda velocidad, sin importarle que los zapatos que llevaba fueran unas pantuflas que su mejor amiga le había proporcionado. El lugar parecía vacío, debido a que no se encontraba nadie fuera de sus habitaciones, todos estaban dormidos, miró hacia una ventana, dándose cuenta de que parecía ser de madrugada. Caminó apresurada hacia la salida y encontró a Dylan dentro de su Jeep, se le hizo extraño que éste se encontrara en la parte trasera mirando a la nada mientras que el híbrido estaba en el asiento del conductor.

Dylan le hizo una señal para que entrara al auto, en la parte del copiloto, cegada por la necesidad de encontrar a su progenitora, corrió hacia él subiéndose. Max pareció no percatarse de su presencia o simplemente la ignoró, pues en el momento en que ella se introdujo al auto, no la miró o habló, sino que guardó silencio. Ashley se preparaba para decir algo en su dirección pero la voz de Dylan la interrumpió.

—Allá vamos, ponte el cinturón —dijo, comenzando a conducir en dirección al portal que los llevaría a la Tierra.

(...)

En este capítulo es en donde todos los lectores fantasmas se hacen presentes con un voto y comentario xd

Gracias por leer <3

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