Capítulo 13: "Lo que quieren oír"

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El único sonido en la sala era el del presentador de las noticias matutinas. Elizabeth —la madre de Ashley— se encontraba sentada en su sillón, tenía la mirada fija en el noticiero. La noche anterior fue algo loca en casa de Ashley. Cuando llegó, su madre la atacó con preguntas sobre todo lo que había ocurrido, obviamente Ashley no mencionó nada sobre ángeles, sino que dijo lo que Carissa inventó que sucedió. Pero justo como Max predijo, Elizabeth no tardó en comenzar a lanzar interrogantes sobre el ángel, denominándolo como "el chico que salió huyendo del auto". Ashley tuvo que inventar que era un primo de Carissa, el cual amablemente se ofreció a llevarla a casa. Su madre pareció creerle, pero en cuanto la rubia le comentó que al día siguiente saldrían a dar un paseo, quiso conocerlo. Así que ahora se encontraban en la sala, esperando que el susodicho apareciera para llevar a Ashley al parque.

—¿Cómo es el chico? —preguntó Elizabeth de repente, bajando el volumen del televisor.

Ashley suspiró, posando sus ojos en su madre. Comenzaba a hacérsele raro el hecho de que su progenitora no hubiese estado preguntando sobre Max desde hacía horas.

—Es... un buen chico —respondió sin saber qué debía decir.

Elizabeth asintió, sus ojos cafés se posaron en su hija, mientras se inclinaba en su dirección.

—Tan buen chico que salió huyendo apenas me vio —comentó riendo, su vista se enfocó en el televisor mientras cambiaba de canal—. Es el primer chico con el que sales después de Ben, por lo menos ya lo superaste.

—¿Superar a Ben? —preguntó Ashley frunciendo el ceño, casi suelta una carcajada—. Terminamos hace más de dos años, él está olvidado desde hace muchísimo tiempo.

—¿Entonces por qué no habías salido con ningún chico hasta ahora? —cuestionó Elizabeth, levantó una ceja esperando por la respuesta de su hija.

Ashley suspiró mientras se mordía el labio.

¿Por qué? En realidad, no había una razón completamente clara en su cabeza para no haber intentado algo con algún chico después de romper con Ben. Ella quería estar sola la mayor parte del tiempo, y sabía que un chico no le permitiría hacerlo.

—No se había dado la oportunidad —susurró la rubia en respuesta.

La madre de Ashley se preparaba para responder, pero el sonido del timbre siendo tocado provocó que ambas se sobresaltaran. El susto pasó rápido, provocando que Elizabeth sonriera con cierta picardía a su hija.

—Que entre el cobarde —dijo, haciéndole una seña a la rubia para que abriese la puerta.

Ashley se alejó de ella sintiendo su corazón latir desbocado contra su pecho. Era raro tener a un ángel fuera de su casa, quiso reírse ante esa idea. Si hace un mes le hubieran dicho que era la reencarnación de una diosa, probablemente habría tachado de loco a la persona que le informara esa noticia, pero ahora, ahora sabía que todo lo que los ángeles le habían dicho era real. Abrió la puerta, encontrándose con un agitado Max.

La vestimenta del Jedne era casual: pantalón de mezclilla, una camisa gris con palabras grabadas en otro idioma. No, Ashley no entendía nada de lo que decía.

—No quise escuchar, pero ya sabes... escuché parte de la conversación —confesó en cuanto la rubia apareció frente a él—. Me odia, ¿cierto?

—Odiar es una palabra fuerte, Max. Pero sí, no le agradas porque huiste anoche —respondió Ashley, ocultando un poco sus nervios.

Las comisuras de los labios del ángel tiraron hacia arriba. No era la primera vez que debía hacer que una persona cambiara de opinión respecto a su persona, por lo que optó por convertir eso en una especie de reto. Max se inclinó hacia Ashley, acercando sus labios a su oreja.

SAVE ME | PAST LIES IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora