Mientras caminaban, Gala sintió el leve roce de la mano de Karime en la parte baja de su espalda, un gesto sutil pero que encendió cada fibra de su ser. Al llegar, Karime la presentó al resto del grupo que recibió con entusiasmo, y aunque Jawy, Jey y Luigi se encargaron de animar la conversación, Karime permaneció mayormente callada, observando. Había algo en Gala que captaba su atención: la manera en que se movía, la forma en que sus labios se curvaban en una sonrisa sincera al responder a las bromas de los demás. Incluso la forma en que jugueteaba con su vaso reflejaba una mezcla de confianza y vulnerabilidad que personalmente, a la pelinegra le parecía hipnótica.
Inclinó ligeramente la cabeza, permitiéndose una mirada más detallada. Gala llevaba un vestido burdeos que se ceñía a su figura de manera elegante. Su piel, iluminada por las luces del lugar, tenía un brillo natural, y el contraste entre su cabello rojo oscuro y el color del vestido hacía que Karime no pudiera apartar la vista. Sus ojos, grandes y expresivos, reflejaban una mezcla de sorpresa y nerviosismo. En un momento en que los demás hablaban entre sí, rompió el silencio entre ellas.
—Te ves diferente esta noche —comentó Karime, su tono casual, pero con una intensidad que hizo que Gala sintiera cómo la sangre se acumulaba en sus mejillas.
—¿Diferente?
—Relajada. Más... cómoda. —Karime dejó que sus palabras flotaran en el aire mientras su mirada volvía a encontrarse con la de Gala. Había algo en la forma en que la residente la miraba, como si intentara descifrarla, que le resultaba intrigante.
—Supongo que todos necesitamos una pausa de vez en cuando, ¿no? —Gala intentó mantener su voz estable, pero no pudo evitar sentir que Karime estaba adentrándose en un espacio más personal del que esperaba.
La cirujana le sonrió, cruzando los brazos mientras inclinaba ligeramente su cuerpo hacia ella, como si quisiera asegurarse de que la conversación no fuera interrumpida por la música o el bullicio.
—¿De verdad lo haces, Gala? Tomarte pausas. Lo pregunto porque, por lo que he visto en el hospital, parece que siempre estás tratando de demostrar algo.
La observación la tomó por sorpresa. Gala desvió la mirada por un instante, jugando con el borde de su vaso para ocultar su incomodidad.
—Supongo que... quiero hacer las cosas bien. No sé si eso es demostrar algo, pero sí, quiero cumplir con las expectativas.
Karime asintió lentamente, y sus ojos parecían analizar cada palabra, cada gesto.
—Es admirable, pero también agotador. A veces, ser suficiente para ti misma es más importante que cumplir las expectativas de otros.
La seriedad de su tono, mezclada con una suavidad inesperada, dejó a Gala sin palabras. Durante un momento, se miraron en silencio, la música y las luces pareciendo desvanecerse a su alrededor.
La conversación se interrumpió cuando Luigi regresó para insistir en que todos fueran a la pista de baile, pero en ese breve intercambio, algo intangible quedó en el aire entre ellas: una tensión, una conexión apenas reconocida, pero imposible de ignorar.
Cuando el DJ subió al escenario y las luces comenzaron a bailar al compás de la música, Gala, aún ligeramente fuera de su zona de confort, fue tomada de la mano por Briggitte, quien con entusiasmo la encontró entre la multitud sin percatarse de que su compañera había estado con Karime.
Gala rió y, aunque un poco torpe al principio, se dejó llevar por la música y la alegría contagiosa de su amiga. Sin embargo, no importaba cuán inmersa intentara estar en el momento; sus ojos, como si tuvieran voluntad propia, buscaban constantemente a la mujer de cabello oscuro.

ESTÁS LEYENDO
Anatomy Of Two | Garime
Fanfic"La anatomía de dos personas se revela no solo en sus cuerpos, sino en los silencios, las miradas y las emociones que comparten."