Cautivo [Chanbaek]

22. Repudio

La madre de los Byun vio a su hijo mayor junto a su esposa, se disponían a salir.

—¿Qué creen que hacen? ¿Van a salir?

—Mamá, estamos cansados de estar encerrados...

—Iremos a hacer mercado—opinió Joohyun.

—¿Qué pasa si alguien quiere hacerles daño? ¿Pensaron en eso? Por favor, quédense en casa. Si algo les pasa, yo moriré.

Joohyun estuvo a punto de arrepentirse, pero su esposo tomó su mano y se paró con determinación.

—No podemos vivir con miedo a la muerte, mamá. Ya no tiene caso esconderse más. Lo siento, pero saldremos, y si es nuestro destino morir, lo haremos.

Sigió su camino llevando a su esposa de la mano.

La mujer los observó irse, sus ojos llenos de preocupación y un dolor profundo. Sabía que no podía retenerlos, pero su instinto protector la mantenía firme en su miedo.

La pareja caminó incómoda por las calles. Al principio, creyeron que era su imaginación, que realmente a nadie le importaba si habían vuelto o no. Pero cuando llegaron al mercado y nadie los quiso atender, muchos expresando directamente su repudio, entendieron el peso de la situación.

—Parece que estuvieran viendo un par de fantasmas—murmuró Joohyun, muy incómoda con la situación.

—Sé que es difícil, pero yo estoy contigo y te amo. Eso es lo único que nos debe importar.

—Volvamos a casa, esto no tiene sentido—pidió la chica.

Se giraron para volver, pero quedaron paralizados al ver detras de ellos al padre de Joohyun, Park Woonsik.

—Pa..padre—logró articular la omega.

Park Woonsik los observaba con frialdad, su presencia tan imponente que incluso el aire parecía volverse más denso. Sus ojos, que alguna vez mostraron amor por su hija, ahora eran solo una sombra de desdén.

—Dejame besar tu mano padre—intentó tomar su mano pero el hombre la retiró bruscamente.—P..padre, por favor no me hagas esto. Puedes golpearme, matarme si quieres, pero por favor no me ignores como si no existiera.

El hombre sin decir más se alejó de ella y siguió su camino de vuelta a casa. Pasó de largo a todas las personas que lo saludaron en el camino  no se detuvo hasta entrar en su habitación.

Su esposa lo miró con el ceño fruncido al verlo dejarse caer sobre el sillón.

—¿Que sucedió?—el hombre no respondió por lo que se atrevio a volver a preguntar—Woonsik, ¿te sientes mal?

El alfa se puso de pie nuevamente y arrojó algunos adornos que estaban cerca antes de estallar en lágrimas.

—¿Qué pasa?—preguntó la esposa acercandose a él.

—Joohyun...

—¿Que sucedió con ella?

—¿Que hicimos mal? Le di todo, la criamos con amor y nos traicionó.

—WoonSik...—La mujer no supo que decir solo se abrazó a su esposo dejandolo llorar.

Joohyun, tambien estaba destrozada. Entro llorando a casa asustando a su suegra.

—¿Que sucedio?

Joohyun, con el corazón roto y la mente confusa por el rechazo de su padre, apenas pudo controlar su llanto. Se dejó caer en el sofá, abrazándose a sí misma como si intentara encontrar consuelo en su propio cuerpo.