Capitulo 33

6.1K 446 24
                                    


Miki POV

Aferre con fuerza la tablet a mi pecho, y me resguarde tras los soldados, quienes habian creado como una pequeña barrera al rededor de Sheena, Roberto, la rubia de la que no sabiamos su nombre y yo.

El silencio a nuestro alrededor era absoluto y solo se escuchaban nuestras respiraciones y los crujidos de las botas militares contra el suelo metalico del barco.

Habiamos logrado subir sin problemas, pero ahora que ni Veronica ni Lenna estaban con nosotros todo era como mas tetrico.

A pesar de la penumbra y casi completa oscuridad que habia por los estrechos pasillos del barco, trate de fijarme en los detalles que nos rodeaban.

Habiamos bajado al menos 4 niveles, y este parecia ser el ultimo. Segun mis calculos lo mas logico es que aqui estuviesen las salas de maquinas, o lo que sea que hayan instalado para arrancar el barco.

Durante el paseo hasta aqui, los chicos habian aprobechado para buscar algun indicio de que habia alguien mas a bordo, pero todas las puertas estaban cerradas, y no habia rastos de sangre ni nada semejante.

El diseño de este barco era algo diferente a cualquier otro, y al parecer se habia tratado de mantener en secreto ya que no habia podido encontrar ningun tipo de plano o mapa que nos dijera donde estaba el puente de control o la salas de los motores o comunicaciones.

Estabamos completamente ciegos aqui dentro, y eso nos tenia a todos con los pelos como escarpias.

Estaba tan concentrado en mis pensamientos que por poco me da un infarto cuando senti una mano tocar mi brazo. Gire mi cabeza igual que niña del exorcista, encontrandome con el cabello pelirrojo anaranjado de Sheena.

- ¿Que diablos te pasa, mujer? ¡Casi me da un infarto! - susurre lo mas bajo que pude.

Sheena rodo los ojos y me hizo una seña con la cabeza para que mirara hacia donde apuntaba su linterna.

Si antes queria gritar del susto, ahora queria chillar de emocion.
Habiamos encontrado un pequeño cartel con el simbolito de un rayo dibujado sobre un fondo amarillo. Junto a este se encontraba otro cartel del mismo tono pero con una antena y unas hondas dibujadas.

Oh si, por favor que sea la sala de comunicaciones.

Inmediatamente todas las linternas se dirijieron al gran porton de titanio que se encontraba frente a nosotros.

- ¿Necesitas ayuda, Campeon? - susurro con burla Jimmy.

Ignore el comentario y me centre en la puerta. A su derecha habia una pequeña pantalla tactil que supuse seria para la seguridad, pero obviamente estaba desactivada, ya que no habia nada conetado en todo el barco.

- ¿Podeis tratar de girar las manillas? - dije haciendo referencia a las baras que sobresalian de la puerta.

- Claro. - hablaron Aaron y Jimmy al unisono.

Ambos dejaron caer sus rifles en las correas y le entregaron las linternas a Henrry y Marcus, quienes vigilaban el pasillo, en busca de movimiento.

Sheena observaba la puerta con el ceño fruncido, analizandola, mientras que la rubia estaba pegada a Roberto, quien solo la abrazaba de vuelta en silencio.

Regrese mi atencion a la puerta cuando esta produjo un sonoro "Crack" que estoy seguro de que resono en todo el Oribion, y no me sorprenderia que Lenna y Vero lo hubiesen sentido.

- Entraremos nosotros primero. -hablo Aaron desde la puerta semiabierta.

- No. - susurre antes de que continuaran. -Esta claro que estaba sellada. No abra nadie dentro.

Jimmy abrio la boca para contestarme, pero antes de que hablara, Sheena se interpuso entre los dos y alcanzo la puerta, empujandola y causando un chirrido.

- La delicadeza no es lo tuyo. - hablo Jimmy con una mueca de molestia por el chirrido.

Sheena le dio una sonrisa ladeada.

- Algo se me tenia que pegar de Lenna y Vero. - volvio su vista a la puerta - De todas formas, hay metodos para evitar esto. Esta claro que se hizo asi con la intencion de que fuera imposible entrar o salir sin que alguien, o mas bien, todo el barco, lo sepa.

Segui los pasos de Sheena con cuidado, y escanee la habitacion completamente oscura, salvo por un pequeño led rojo.

-Podria ser una trampa. - susurro Sheena a mi lado, mientras me miraba preocupada.

- No lo creo. Estaban preparando el barco para ser usado, lo supieron llevar bien en secreto, y a no ser que supieran del ataque, es imposible. - susurre de vuelta.

Senti a Sheena asentir a mi lado y caminar hacia un lado de la sala.
Con cuidado, ya que podia notar varios tubos de cableado bajo mis zapatillas, camine hacia el led, siendo seguido por las linternas de los chicos.

Al acercarme, pude apreciar bajo el tacto de mis llemas que no era solo un led, sino una pequeña llave.

Sonrei complacido, y con un movimiento de muñeca rapido, gire 180 grados la llave.

Durante un segundo todos contuvimos la respiracion, esperando algo.

Dos segundos.

Ese es el tiempo exacto en que tardo en hacer efecto la llave.

Todos fuimos testigos del despertar del Oribion.

Lo primero en encenderse, fue un enorme monitor, seguido de muchos mas pequeños repartidos en una pared.

En estos comenzaron a aparecer planos del barco, señales de aviso, mensajes de alerta y notificaciones de las funciones que se estaban activando en todo el barco. Las luces, los sensores, los controles de seguridad, las camaras de vigilancia, todo estaba despertando.

Todos nos habiamos quedado mudos con la sala de control que se extendia frente a nosotros. No hacia falta ser un genio para saber que esto era mucho mas que tecnologia punta.

Dudaba si quiera que muchas de estas cosas hubiesen salido al mercado. Aqui habia el hardware mas avanzado que habia visto jamas.

Sonrei como un niño en navidad, esto era mi paraiso echo realidad.

Y era todo mio.

Oribion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora