Don't forget me. [+18]

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"Me mira como si fuera una moda
y la tengo harta.
Y ella piensa que soy una psicópata
porque me gusta rimar su
nombre con cosas.
Pero la sofisticación no es lo que
llevas puesto o a quien conoces,
ni empujar a la gente para llegar
a dónde quieres ir.
Ninguna cantidad de vestidos
vintage te dan dignidad.
Ella no es una santa y no es
lo que crees, es una actriz".

1997, [I see you now, and you will regret ever meeting me]

Freya O'brien.

Freya solía ser bastante subestimada.

En la orden del fénix la creían una traidora.

Rodeada de mortífagos la creían débil.

Pero ella era más que una simple bruja, se había convertido en la infiltrada que la orden tanto necesitaba y Voldemort tanto negaba.

Sienna siempre sospechó de ella, pero jamás indagó.

En cambio, Freya siempre indagaba en la vida de ella; sabía que tenía atado a Theodore a un juramento inquebrantable, sabía que estaba enloqueciendo por el poder.

Y sabía, que haría cualquier cosa para quitar a Lyra de su camino.

Entender la rivalidad entre Lyra y Sienna que se había fortalecido esas últimas semanas le causaba un irremediable dolor de cabeza, Moody y Albus siempre le pedían intervenir ante esos problemas, solían decir que, Lyra y Sienna portaban los apellidos más peligrosos en Gran Bretaña, que no era algo que debía dejarse pasar por alto.

«Sienna fingió por años ser alguien distinto a lo que realmente es, negó su naturaleza para conseguir poder. Y Lyra no queda atrás, es cruel, una bomba de tiempo que está a punto de detonar y no podremos impedir el desastre que viene con ella... Lyra también está negando su verdadera naturaleza, Gellert y Alessia lo saben bien».

Aún no se acostumbraba a verlas adentrarse a esas mentes retorcidas que portaban solo para querer dañar a la otra, y Freya seguía sin comprender del todo como era que Black y Sienna se habían perdido tanto en el camino.

La guerra las había destruido, no había vuelta atrás.

Todo se tornaba oscuro, Lyra y Sienna ahora estaban dispuestas a crear una masacre solo para verse destruidas, para demostrar el poder que tenían, incluso, sobrepasando a magos como Neil, Albus Dumbledore y Lord Voldemort.