CAPÍTULO 7: LA LLAVE

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-Noooo- un grito de pánico procedente de la habitación de Kate me sobresalta.

Salgo como una flecha de la cama y entro en la habitación de Kate con un bate de beisball en la mano creyendo que había entrado algún ladrón. Pero falsa alarma, cuando entro en su habitación solo la encuentro en la cama retorciéndose y sudando a mares.

-Nooo- vuelve a gritar aún más fuerte- déjala en paaaz.

-Kate despierta, es una pesadilla tranquila- digo mientras la zarandeo los hombros.

De repente abre los ojos, respira muy agitada.

-Ani, yo no pude...tú estabas...yo estaba...- Está muy sobresaltada.

-Tranquila Kate, estoy bien, estoy aquí, solo ha sido una pesadilla, shhh, ya está. Cuéntame que has soñado.

-Era de noche, Dalas te estaba haciendo daño y yo estaba atada a un árbol sin poder hacer nada. No me podía mover, y lo peor es que Mario estaba allí y no impedía nada, solo te miraba petrificado como si fuera una estatua...yo.. el otro día me sentí culpable de no poder ir a buscarte cuando Mario salió en tu ayuda. Me dijo que no me moviera de allí, que podía ser peligroso, pero yo tenía q haber ido, tenia que haber estado alli- empieza a sollozar.

-Hey, tranquila que solo ha sido una pesadilla, estoy bien. Además me alegro de que no vinieras, si te hubiera pasado algo nunca me lo habría perdonado, y en cuanto a lo de Mario sabes que me ayudó, solo ha sido una pesadilla, duerme.

- La verdad, en el sueño su cara me resultaba muy familiar, esos ojos...esa mirada...

Parece una señal divina de que es el momento de contarle toda la verdad y decirle que este Mario no es el que ella piensa, pero creo que es mejor dejarla descansar por ahora.

- ha sido todo un sueño Kate, seguro q es una casualidad, ahora duerme.- La arropo con la colcha y salgo de su habitación.

Vuelvo a la mía y trato de conciliar de nuevo el sueño. Pobre Kate, tiene este tipo de pesadillas desde que..bueno no pudo estar en uno de los peores momentos de mi vida. Siempre se ha sentido culpable, aunque ni mucho menos fue ella la q tuvo la culpa, la vida a veces se complica, eso es todo.
Trato de borrar los pensamientos tristes de mi cabeza y cierro los ojos recordando las palabras que me decía mi madre cuando no podía dormir: "cierra los ojos y piensa en algo bonito."
Al poco rato estoy soñando con tataki y guerras de comida.

*****

El despertador taladra mis oídos a las siete en punto, no entro a trabajar hasta las nueve pero me gusta dejarme las cosas recogidas y desayunar en paz antes de irme.
Recuero que cuando iba al instituto siempre llegaba tarde porque me dormía por la mañana y me organizaba fatal, pero la vida adulta es "adaptate o muere".

Kate sigue dormida como un tronco y en el precioso momento en el que voy a entrar a su cuarto para despertarla temiendo que llegue tarde a trabajar, recuerdo algo de suma importancia:
HOY ES DOMINGOOO.
Pero que tonta estoy, falto un día a trabajar y ya no se ni en que día vivo.

Me vuelvo a tumbar en la cama pero no consigo volverme a dormir.
Empiezo a dar vueltas de aquí para allá sobre la cama, hasta q un objeto cuadrado en lo alto del armario capta mi atención.
Es un baúl que llevo sin abrir muchísimo tiempo...
Se perfectamente cual es su contenido, pero nunca me atreví a abrirlo de nuevo desde...bueno desde lo que pasó.
Me ayudo a alcanzarlo subiendome en una silla y lo bajo sin hacer ruido para no despertar a Kate, si me viera abriéndolo seguro que se enfadaria.
Esta cubierto de polvo, así que voy a por un trapo a la cocina y lo limpio.

"Mierda, olvidé que Kate le puso candado al baúl, y la llave la tiene ella siempre consigo como collar."
Por mi cabeza empiezan a fluir todo tipo de ideas para quitarle la llave a Kate.

"Ani no es buena idea y lo sabes, mejor dejalo estar y acuestate otra vez" me aconseja mi subconsciente que sabe tan bien como yo que es lo que tiene el baúl.

Peero como siempre ignoro por completo a mi lado "inteligente". Entro en la habitación de Kate y gateo por el suelo como un felino persiguiendo sigiloso a su presa, y me coloco justo al lado de Kate.
La destapo un poco y compruebo que efectivamente lleva la llave puesta. Estoy a punto de quitarle el collar cuando de pronto...un estruendoso ronquido de Kate hace temblar todo mi cuerpo. Creyendo que me va a descubrir opto por esconderme rápidamente debajo de la cama y aborto la misión huyendo de la habitación muy despacio.
Cuando por fin estoy en la seguridad de mi habitación suspiro aliviada.

"Por los pelos"
"Te lo dije idiota" me regaña quien ya sabéis.

Necesito un plan b, pero creo que no podrá ser hoy.

-Volveremos a vernos- digo poniendo voz de machote mirando al baúl, lo que hace que me vea como una completa imbécil.

Vuelvo a subir el baúl al armario tras mi fallido intento de abrirlo y salgo a tomar el aire fresco de la mañana.

"Tengo que abrirlo..." pienso, "¿pero como?"

Desde mi terraza observo a la gente pasear por la calle, desde aquí arriba parecen hormiguitas. También miro orgullosa el q es como muy segundo hogar: la Universal TV, entonces recuerdo los trozos de atún que guardé ayer para los gatos que viven en el patio trasero de la Universal.

- Voy a echar de comer a los gatitos mientras Kate sigue durmiendo.

Me doy una ducha calentita y me visto con una sudadera que me regaló mi hermano de su equipo de beisball y unas mallas negras de pelito.
Ah, es verdad, aún no os mencionado nada de mi familia, bueno éramos una familia ahora solo tengo a mi hermano que es el único que viene a verme de vez en cuando. No es que mi padres hayan muerto ni nada, simplemente no nos hablamos desde hace unos cuatro o cinco años que fue cuando me mudé aquí con Kate.
Mi hermano se llama Irving, es bastante wapo y un poco cani, la verdad no se parece mucho a mi en físico, nadie diría q somos hermanos. Es el capitán del equipo de beisball de su instituto, es bastante bueno y quizá se dedique al beisball profesional cuando acabe la carrera que pretende hacer, yo solo quiero que se dedique a algo que le guste y le vaya a hacer feliz, y q nadie se lo impida.

Cuando termino de arreglarme voy a la cocina y busco el atún que guardé. Cojo las llaves de casa y tiro de la puerta suavemente para no despertar a Kate.

Son las ocho y media y Seattle empieza a despertarse entre sonidos de los motores de los coches y las personas que ya empiezan a circular por las aceras.
Llego al escondite de mis pequeños amigos y me reciben con ronroneos y carantoñas.

-Buenos días chicos, mirad lo que os traigo.

Los gatitos se relamen los bigotes y maullan ansiosos mientras coloco en el suelo el paquetito de papel al bal con el atún.
Pobrecitos, están hambrientos y devoran con avidez todos los pedazos del calcinado pez. Bueno al menos a servido para algo.

Entonces mis ojos recaen sobre un gatito muy pequeño que está sentado a unos pocos metros de distancia de mi. No lo había visto antes. Me acerco despacio a él para que no se asuste.

-por qué no comes tu también?, seguro q estás muerto de hambre.-le digo.

Es precioso, una bolita de pelo negra con ojos grandes y verdes como esmeraldas que me observan asustados. Debe tener poco más de tres semanas.

-No tengas miedo, no voy a hacerte daño- le digo mientras extiendo mi mano para que la huela y coja confianza.

*******
Buenas noches!!!
Aquí os dejo un nuevo capítulo de esta intrigante historia, que opináis, conseguirá Anabel abrir ese baúl?
Que pensáis que hay dentro?
Dejar comentarios y vuestros votos si os gusta la historia.
Gracias por leerlaa.
Besosss. :))

El arte de olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora