No he escuchado todo lo que me ha dicho Kate pero en cuanto oigo Mario y que está ingresado me incorporo de golpe y pongo las piernas por fuera de la cama. Me quiero levantar pero me están poniendo suero por la vena y tengo la sonda pegada a la muñeca.
-Ani no!, estas loca. Aún tienes que descansar. Te acabo de decir q Mario está bien, solo sufrió un mareo de no dormir.- me dice Kate un poco enfadada.- Ya pero... yo quiero darle las gracias y me preocupa.
-Tranquila Ani. Él lo sabe.- me dice Oscar apoyando su mano en mi hombro mientras me guiña un ojo.
-Pero... no entiendo, ¿Por qué no ha dormido, se encuentra mal?- frunzo el ceño.
-Le dijimos que descansara que nosotros nos quedaríamos contigo pero el insistió en quedarse. Se ha portado como todo un enfermero- me dice Kate con una sonrisa- hasta que las fuerzas le abandonaron y tuvo que descansar.
- Jolín pero porque hace eso podría haberle pasado algo serio.- mi tono es de preocupación.
- Pues porque te qu...- la puerta se abre sin que Oscar termine la frase y entra una enfermera con una bata blanca y un carrito con comida.
Es una chica bastante guapa, es rubia, alta y lleva el pelo recogido en una coleta. Oscar la guiña un ojo travieso y ella se ruboriza. Cuando llega hasta mi cama me mira con una sonrisa brillante.
-Me alegro de que ya haya despertado señorita Anabel, sus amigos sobre todo el alto moreno- se referirá a Mario- estaban muy preocupados por usted. Ahora tiene que comer algo y recuperar fuerzas- me sonríe y acerca una bandeja con un plato de sopa y otro con croquetas. Tienen muy buena pinta. - quiero que te lo comas todo ee- me dice seria, y antes de que salga de la habitación la llamo la atención.
- Muchas gracias, como sigue el paciente de la habitación de al lado?
- El joven cabezota?- asiento- Está bien ha dormido como un bebé, debe quererte mucho para haber aguantado tanto sin pegar ojo.- la sonrío tímidamente pensado que si ella supiera...seguramente no diría eso.
- Yo.. me alegro..- Pero que me pasa parezco tonta.
- alguna cosa más Anabel?- me pregunta.
- Ani por favor, y no muchas gracias.
Doy un gran suspiro y Oscar y Kate me miran curiosos.
-¿Qué? - les digo arqueado una ceja.
-Nada nada- dicen al unísono.
- Oye Kate ahora que lo estoy pensando, si tú has estado aquí todo el tiempo quien ha estado cuidando a peluche?- mi pobre gatito me viene a la mente.
- Angie y su esposo lo han llevado a su casa mientras tu estás en el hospital para alimentarlo. Angie también ha venido mucho a verte pero con el trabajo no ha podido estar mucho tiempo..
- Lo entiendo... - vaya no había pensado en el trabajo hasta ahora.
Como si Kate adivinara mis pensamientos me reprende seria.
-Ni se te ocurra pensar en trabajo aún eh, tienes que descansar.
-Ya lo se, solo me estaba preguntando como les iría.
- Oye chicas voy a ver si me pillo algo para comer en la cafetería, vienes Kate? - dice Oscar dirigiéndose hacia la puerta y mirando a Kate de reojo.
-Yo...- me mira como pidiéndome permiso para dejarme sola y yo la contesto con una mueca y ladeando la cabeza en dirección a la puerta dándola a entender q eso ni se pregunta.
Los dos abandonan la habitación y yo veo mi perfecta oportunidad de ir a ver a Mario. Mi subconsciente me mira por encima de las gafas indicándome que no es buena idea, pero como siempre lo ignoro.
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El arte de olvidarte
RomanceSiempre se dijo que las segundas oportunidades nunca fueron la mejor opción, sin embargo hay veces q no están fácil dejar marchar. ¿será mejor dejarlo estar o volverá Anabel a caer en las redes del q fue su primer amor? leed este libro y averiguarl...